Una exposici¨®n de 150 piezas ilustra el poder de Carlos V a trav¨¦s de las fiestas
El Real Alc¨¢zar de Sevilla recupera las im¨¢genes ef¨ªmeras del emperador como h¨¦roe
Los salones del Alc¨¢zar de Sevilla donde celebraron el matrimonio de Carlos V con Isabel de Portugal en 1526 se convierten a partir de hoy, y hasta el 26 de noviembre, en el escenario de la exposici¨®n La fiesta en la Europa de Carlos V, organizada por la sociedad estatal para la conmemoraci¨®n de los centenarios de Felipe II y Carlos V. El montaje incluye 150 piezas, entre pinturas, grabados, armas, tapices y libros. "La noci¨®n de fiesta est¨¢ unida a la difusi¨®n de la gloria personal y din¨¢stica de Carlos V", seg¨²n el historiador Alfredo Morales, comisario de la muestra.
Las dos naves de la capilla g¨®tica del Real Alc¨¢zar de Sevilla aparecen como un embalaje que en 900 metros cuadrados de exposici¨®n contienen los delicados objetos que forman las im¨¢genes de celebraci¨®n, tanto religiosa como profana y familiar, en la vida de Carlos V y de su imperio. El emperador celebr¨® en el mismo lugar su matrimonio religioso con Isabel de Portugal pasada la medianoche del 10 de marzo de 1526. El emperador hab¨ªa recorrido las calles de la ciudad, convertidas en una decoraci¨®n de pel¨ªcula a base de arquitecturas ef¨ªmeras.El presidente de la sociedad estatal, Juan Carlos Elorza, manifest¨® ayer, en la presentaci¨®n de La fiesta en la Europa de Carlos V, que Sevilla recupera su vinculaci¨®n con el emperador, como ha ocurrido con otras ciudades espa?olas y europeas en este quinto centenario de su nacimiento. La muestra tiene un presupuesto de 151 millones de pesetas (el cat¨¢logo ha costado 20), de los que la tercera parte ha sido patrocinada por Philip Morris Espa?a.
Aprender del pasado
Alfredo Morales, catedr¨¢tico de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla, ha dedicado cuatro a?os, con un equipo de colaboradores, a ilustrar el proyecto de la fiesta a lo largo del Renacimiento con "obras de excelente calidad, sorprendentes para muchos, que sirvan para disfrutar y aprender del pasado". La intenci¨®n es presentar, a trav¨¦s de acontecimientos personales y pol¨ªticos que han quedado reproducidos en el arte, la figura de Carlos V como modelo en otras cortes.Las estatuas del emperador y la emperatriz Isabel realizadas por Pompeo Leoni salen del Museo del Prado para iniciar el recorrido de la exposici¨®n, que se presenta dividida en tres secciones: El mito del h¨¦roe y del imperio, El viaje de la vida y Fiesta profana y fiesta sagrada. Ceremonia y liturgia. En los pr¨¦stamos han colaborado otros museos (Louvre, Uffizi, Biblioteca Nacional, Biblioteca de Florencia) con piezas como el ¨¢lbum de la boda del pr¨ªncipe de Baviera, los dibujos de torneos de caballeros y el tenebrario de la catedral de Sevilla, que, seg¨²n el comisario, salen de sus dep¨®sitos por primera vez. Las piezas singulares llegan a 46, seg¨²n la fonogu¨ªa que puede llevar el visitante.
El simbolismo y la magnificencia est¨¢n reflejados en los materiales que ha seleccionado Alfredo Morales, para quien la noci¨®n de fiesta est¨¢ ligada en el Renacimiento a la idea de lo sagrado, del rito y de la ceremonia, de la gloria personal y din¨¢stica. "M¨¢s all¨¢ de la evasi¨®n pasajera, del solaz y del regocijo, la fiesta fue un instrumento al servicio del Estado. El arte de los escritores, arquitectos, escultores, pintores y m¨²sicos sirvi¨® de medio de comunicaci¨®n entre la sociedad y de participaci¨®n en los mitos y las creencias que reforzaban las propias instituciones". De esta manera, Carlos V resum¨ªa la historia del mundo de la antig¨¹edad, y en Sevilla fue recibido como el Nuevo H¨¦rcules, y en la campa?a de T¨²nez se convirti¨® en El Africano. La idea de poder se transmit¨ªa al pueblo, pero tambi¨¦n era imitada por los M¨¦dicis. Los mismos mensajes circularon por las celebraciones familiares, desde las bodas hasta los entierros, ya que lo religioso y lo profano estaban unidos.
Las obras expuestas recuerdan los modelos y las normas de los torneos o justas, los banquetes y bailes, recogidas con minuciosidad en ¨¢lbumes y l¨¢minas. Las fiestas religiosas tienen un desarrollo especial a partir del Concilio de Trento, con ornamentos de gran riqueza, en las procesiones del Corpus y en las exequias reales.
El arquitecto Juan Pablo Rodr¨ªguez Frade, que ha trabajado en espacios como la Alhambra y el Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid, ha respetado el contenedor con un "montaje brutalista que quiere ser un embalaje robusto por fuera y suave por dentro para proteger las piezas". Tras los vol¨²menes que forman el enlistonado de pino y las tarimas de estera se esconden las instalaciones, tambi¨¦n ef¨ªmeras, que incluyen aire acondicionado y especial iluminaci¨®n.
En estos espacios aparecen cuadros de Juan de la Corte, armas de caza, armaduras de Juan de Austria, tapices flamencos, carros triunfales, un banquete de Veron¨¦s, un dise?o de Vasari, un teatro de Vignola, los personajes reales en un auto de la Inquisici¨®n. La ¨²ltima imagen es un tenebrario de ocho metros de alto, con 15 figuras y 15 velas.
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