SEGUIR? IGUAL
En medio de una discusi¨®n pol¨ªtica que ha reavivado las dudas sobre el papel de la monarqu¨ªa, Beatriz de Holanda repiti¨® ayer su simb¨®lico recorrido anual por las calles de La Haya a bordo de la carroza de oro, el regalo que el pueblo de Amsterdam hizo a su abuela Guillermina con motivo de su coronaci¨®n a fines del siglo pasado. Acompa?ada de su marido, el pr¨ªncipe Claus, cuya salud cada vez est¨¢ m¨¢s deteriorada, y del heredero, Guillermo, que se escap¨® unas horas de Sydney, donde cumple obligaciones como miembro del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional, Beatriz fue aclamada por m¨¢s de 80.000 ciudadanos que celebraban el paso de la carroza tirada por ocho caballos. Como hicieron sus antepasados desde 1887, cada tercer martes de septiembre Beatriz se traslada desde su palacio al Parlamento, donde lee el llamado Discurso de Trono, escrito por el primer ministro, con las grandes l¨ªneas de la pol¨ªtica del a?o. En esta ocasi¨®n, en la fastuosa Sala de los Caballeros sonaba de fondo la propuesta del partido liberal D66 para que se revise el papel pol¨ªtico del rey antes de que Guillermo, el delf¨ªn, ocupe el trono. El gabinete fue ayer categ¨®rico: en un documento dirigido a la C¨¢mara Baja hizo saber que no va a considerar la modificaci¨®n del texto constitucional como pide el partido.-SONIA ROBLA,
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