Van den Hoogenband s¨®lo pens¨® en el oro
El holand¨¦s gana con comodidad, pero sin alardes, los 100 metros libres por delante del ruso Popov
La cuesti¨®n en la final de los 100 metros libres no fue tanto el tiempo como el resultado. El r¨¦cord del holandes Pieter de Van den Hoogenband en las semifinales result¨® excesivo, incluso para ¨¦l. Cuando se consigue una marca estruendosa, acostumbra a tener un efecto desmoralizador. En atletismo ocurri¨® con el salto de Beamon. Tuvieron que pasar varios a?os, hasta la aparici¨®n de Carl Lewis, para que la prueba de de longitud recobrara el pulso. Lo mismo ha sucedido con el r¨¦cord mundial de Michael Johnson en 200 metros. Ante un tiempo de 19,32 segundos, los dem¨¢s especialistas se han visto abrumados. No es de extra?ar que sea una de las carreras que ha sufrido una mayor regresi¨®n en los ¨²ltimos a?os.En la nataci¨®n existen ejemplos parecidos. Las marcas de la mariposista estadounidense Mary Meagher entre los a?os 1979 y 1981 s¨®lo han sido superadas este a?o. Meagher se adelant¨® a su tiempo, y puede que Van den Hoogenband tambi¨¦n. Por esa raz¨®n la final de 100 metros libres no alcanz¨® las cotas esperadas. Se trataba de buscar las medallas, puesto que el r¨¦cord (47.84 segundos) era inaccesible. Van den Hoogeband gan¨® la carrera con cierta comodidad, pero sin alardes. Su victoria sirvi¨® para pasar p¨¢gina en la especialidad que ha dominado el ruso Popov durante los ¨²ltimos a?os.
Popov buscaba su tercer oro en los 100 metros. Tumb¨® a Matt Biondi en los Juegos de Barcelona y ha reinado desde entonces. En Atlanta fren¨® a Gary Hall, la gran esperanza norteamericana. Poco despu¨¦s, un vendedor de sand¨ªas le asest¨® una cuchillada en el pulm¨®n que estuvo a punto de costarle la vida. Pero Popov volvi¨® y ejerci¨® de jerarca hasta el pasado a?o, fecha de lanzamiento para Van de Hoogenband, que derrot¨® por dos veces al ruso en los Campeonatos de Europa. Esta temporada, Popov hab¨ªa emitido excelentes se?ales: mejor marca mundial del a?o en 100 libres y r¨¦cord del mundo en 50 metros libres. Recuper¨® su condici¨®n de favorito para los Juegos de Sydney, antes de que Van den Hoogenband cerrara la discusi¨®n. En una semana, el holand¨¦s ha vencido a dos mitos: a Ian Thorpe y a Alexander Popov. Ahora es un mito por s¨ª mismo.
La carrera trajo algo de nostalgia. Estuvo protagonizada por tres de los cuatro primeros en los Juegos de Atlanta: Popov, Gary Hall y Van den Hoogenband, cuarto en 1996. La hinchada australiana se sinti¨® un tanto decepcionado con la actuaci¨®n de Michael Klim, que ha perdido fuelle desde su desbocado relevo en el c¨¦lebre 4x100 metros libres frente a Estados Unidos. Encabez¨® la carrera en los primeros 50 metros, con un parcial de 23,12 segundos, pero gast¨® demasiada p¨®lvora en el arranque. Pinch¨® en el retorno y dej¨® el protagonismo a Van den Hoogenband, que no dio la misma impresi¨®n de soltura que en las semifinales. En cualquier caso, volvi¨® a ofrecer una demostraci¨®n de equilibrio. Fue el ¨²nico que baj¨® de 25 segundos en el segundo parcial (24,98 segundos) y no dio posibilidad alguna a Popov, que a duras penas pudo superar a Gary Hall. El americano, extra?amente deca¨ªdo despu¨¦s de su derrota ante Ian Thorpe en la prueba de relevos, recuper¨® la energ¨ªa en la final. Se quit¨® el chandal, lanz¨® un par de pu?etazos al aire, mir¨® desafiante al p¨²blico y se lanz¨® al agua. Para un nadador que ha estado alejado casi cuatro a?os de la competici¨®n, atacado por la diabetes, la final no era tanto por el oro, como por reto personal. Si en Atlanta qued¨® decepcionado con el segundo puesto, en Sydney era un hombre m¨¢s que satisfecho con su tercer puesto.
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