"Si mi hijo se dopara, le partir¨ªa las piernas"
El padre de Van den Hoogenband recuerda que, de ni?o, el bicampe¨®n "odiaba nadar"
Pecho Pollo
Los genes natatorios de Pieter van den Hoogenband proceden de su madre, especialista en las pruebas de mediofondo en los a?os 70. Y tambi¨¦n su madre es responsable de haberle inculcado la pasi¨®n por el agua a pesar de su rechazo. "Odio nadar", les dec¨ªa a sus padres de ni?o. Hincha ferviente del PSV Eindhoven -su ¨ªdolo es Van Nistelrooy-, Pieter quer¨ªa ser futbolista del equipo en el que su padre, Cornelius, trabajaba como m¨¦dico. Ninguno sent¨ªa la debilidad de la madre por la nataci¨®n.Pero el destino elige extra?os caminos. Con el tiempo, Van den Hoogenband se ha convertido en doble campe¨®n ol¨ªmpico y plusmarquista mundial de los 100 y los 200 metros libres. Y nadie se siente m¨¢s orgulloso que su padre, un hombre amable que s¨®lo se agit¨® ante un peque?o pu?ado de periodistas cuando uno estadounidense se refiri¨® al dopaje, a las dudas que en la prensa anglosajona despiertan las marcas de la tambi¨¦n holandesa Inge de Bruijn, compa?era de entrenamiento de Pieter en el PSV: "Eso es basura. Y lo digo bien alto. Inge ha sido siempre una gran nadadora. Ahora ha encontrado las facilidades que antes no tuvo". Cornelius estaba irritado, y continu¨®: "Si mi hijo se dopara, le partir¨ªa las piernas".
En otro corrillo, Ad Rooskam, responsable del conjunto holand¨¦s, se encar¨® con otro reportero: "?Por qu¨¦ me preguntas por las drogas? Adem¨¢s de ser inocentes, tenemos que demostrarlo continuamente. Lo que m¨¢s me duele es que algunos de los rumores procedan del mundo de la nataci¨®n. Si tienen pruebas, que lo digan, pero que no basureen". Rooskam tambi¨¦n estaba indignado: "Cuando ganan ellos [los norteamericanos], no dicen nada".
A Van den Hoogenband, el campe¨®n ol¨ªmpico de los 100 y los 200 metros, tambi¨¦n se le pregunt¨® por el dopaje: "Este deporte est¨¢ lleno de normas: c¨®mo hay que salir, cu¨¢ntos metros podemos progresar bajo el agua, c¨®mo tenemos que virar... Hay normas para todo. Tambi¨¦n para el dopaje. Me parece estupendo que se persiga a los que hacen trampa. La competici¨®n tiene que ser igual para todos. Lo ¨²nico que puedo a?adir es que he orinado una y hasta dos veces al d¨ªa en estos Juegos para pasar el control antidopaje. Me parece que son suficientes controles".
Los holandeses basan el ¨¦xito de Van den Hoogenband y de De Bruijn en factores que van desde los m¨¦todos de entrenamiento hasta sus condiciones naturales. "Cuando Pieter comenz¨® a dedicarse con inter¨¦s a la nataci¨®n, fuimos a Hamburgo para que le observara el doctor Rudolph [el padre de Nils Rudolph, nadador de la antigua RDA]. Nos dijo que no hab¨ªa visto a un chico con mejores condiciones para este deporte".
Otro de los rasgos f¨ªsicos que determinan el ¨¦xito de Pieter es tambi¨¦n uno con el que bromean sus compa?eros, que le han apodado Pecho Pollo. "Pieter tiene el pecho un poco hundido por la parte del estern¨®n, con una concavidad que permite que el agua resbale mejor", dice su padre, cirujano traumat¨®logo que ejerce de m¨¦dico del equipo en Sydney; "y sus proporciones son perfectas, con un equilibrio justo en la longitud de sus brazos y sus piernas".Ahora puede hablar con orgullo de las haza?as de Pieter, cuyos progresos se deben a la tenacidad de su madre y a su propia ayuda: "En los Juegos de Barcelona, el fracaso de Holanda fue estrepitoso. Mi mujer me dijo que ten¨ªamos que hacer algo por nuestros nadadores, por nuestro hijo, que ten¨ªa 14 a?os. A m¨ª no me interesaba la nataci¨®n, pero ella persisti¨®. 'T¨² trabajas en el PSV, deber¨ªas buscar alguna ayuda en el club', me dijo. Me rend¨ª. Me puso en contacto con el club y logr¨¦ el patrocinio de algunas corporaciones para formar una fundaci¨®n dedicada a la nataci¨®n". La ayuda fue de 35.000 d¨®lares, suficiente para crear un n¨²cleo de nadadores alrededor de un joven entrenador, Jacco Verhaeren, el novio de De Bruijn.
Verhaeren propuso un modelo de entrenamientos muy diferentes a los habituales: evit¨® las largas sesiones de carga de kil¨®metros y dedic¨® su atenci¨®n a determinar aquellos aspectos que permitieran la mejora. Con Pieter no hubo problemas. Con 18 a?os ya fue el cuarto en los 100 y los 200 metros libres.
Van den Hoogenband gan¨® en 1999 seis medallas de oro en los Campeonatos de Europa. En Sydney ha ganado en los 100 y los 200 metros batiendo los r¨¦cords mundiales en ambas pruebas. "Un d¨ªa me llam¨® por tel¨¦fono desde Australia. Me dijo que estaba como un tiro. Yo cre¨ªa que pod¨ªa ganar una medalla de plata o de bronce en los 200. Pero esto ha sido tremendo", concluye su padre.
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