De atleta perdida a semifinalista
Maite Mart¨ªnez renace tras haber sido perseguida por las lesiones y las enfermedades
Hace un par de a?os, Maite Mart¨ªnez ni sab¨ªa d¨®nde se celebraban los Juegos. Hace un par de meses, ni siquiera cre¨ªa posible ir a Sydney. Ayer, a las 10.10 horas, ve¨ªa por primera vez el estadio desde dentro y le impresionaban, "y motivaban", sus 100.000 espectadores. Un par de minutos despu¨¦s abandonaba la pista con el coraz¨®n d¨¢ndole saltos. No hab¨ªa comido filetes de canguro. Simplemente, hab¨ªa ganado su serie de los 800 metros con su mejor marca (1m 59,60s) y se sent¨ªa en una nube. "Y tanto, jol¨ªn", exclamaba. La vallisoletana, una fuerza de la naturaleza, era hace no tanto un caso perdido para el atletismo. Su recuperaci¨®n es una historia de car¨¢cter, fe, tenacidad y... amor.Mart¨ªnez era una magn¨ªfica j¨²nior. "Pero en 1997 empec¨¦ a sentir un dolor en la parte baja de la espalda", recuerda; "me hac¨ªan pruebas y no me ve¨ªan nada. Finalmente, se trataba de una fractura de la cabeza del f¨¦mur". Encontrado el mal, hallado el remedio: unos meses de tratamiento, recuperaci¨®n, vuelta a los entrenamientos. Pero en marzo de 1998 empez¨® de nuevo a sentirse mal. M¨¢s pruebas y an¨¢lisis: "Tardaron medio a?o en dar con lo que era: un problema de la gl¨¢ndula tiroides, hipertiroidismo, por lo que mi cuerpo produc¨ªa m¨¢s hormonas de lo necesario. Otros seis meses de tratamiento con inhibidores hormonales. Otro a?o en blanco".
Otro caso desgraciado. Mart¨ªnez parec¨ªa condenada. Pero ella no pensaba as¨ª. Ni su familia. Ni Juan Carlos Granados: "Le conoc¨ª en las pistas y nos hicimos novios. Luego se convirti¨® en mi entrenador". Fue su salvavidas: "Los meses del regreso fueron muy duros. Su apoyo fue fundamental. Aunque mi familia est¨¢ conmigo, s¨®lo ¨¦l sab¨ªa lo que sufr¨ªa, lo que supon¨ªa la dureza de los entrenamientos. Es el ¨²nico que sab¨ªa que me iba llorando de la pista y el que ha aguantado mis depresiones".
Ahora Mart¨ªnez est¨¢ en una semifinal ol¨ªmpica: "Todo marcha bien, pero s¨¦ que en cualquier momento puede volverme a dar un ataque y todo frenarse. As¨ª que no me planteo lo que podr¨ªa haber sido. Antes era demasiado ansiosa, un puro manojo de nervios. Ahora salgo a disfrutar".
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