"Los serbios de Kosovo s¨®lo tenemos a Dios"
ENVIADO ESPECIAL"Las elecciones no nos interesan a los serbios de Kosovo. S¨®lo tenemos a Dios". Mientras dice esto, Mar¨ªa, una mujer que rondar¨¢ los cuarenta y no quiere que se publique su verdadero nombre, "por si esto lo leen los albaneses", mira al suelo de una habitaci¨®n oscura que, desde hace a?o y medio, se ha convertido en todo su mundo. Mar¨ªa vive en Kosovo Polje, una localidad cercana a Pristina donde antes de la guerra habitaban unos 30.000 serbios y ahora apenas quedan 200 que no se atreven ni a cruzar la calle. "No me atrevo a alejarme m¨¢s de 10 metros de mi casa. No puedo visitar a mis vecinos de la calle de al lado. Podr¨ªan matarme. Vivo como un animal en un ghetto".
Tanto ella, como las otras dos personas con las que comparte una destartalada vivienda son partidarios del l¨ªder opositor Vojislav Kostunica, pero no creen que una posible victoria de ¨¦ste cambie mucho la desesperada situaci¨®n en la que viven, constantemente protegidos por los soldados de la fuerza internacional para Kosovo (Kfor) y con el temor permanente de que quien llama a la puerta sea una partida de albaneses con sed de venganza. "Sabemos que la situaci¨®n en Serbia es muy dif¨ªcil y aqu¨ª la Kfor no funciona. No veo la salida a ¨¦ste t¨²nel", reconoce. Mar¨ªa asegura que hoy votar¨¢ a favor de la oposici¨®n serbia, pero no revela ni d¨®nde ni c¨®mo lo har¨¢. El mismo secretismo ha impuesto la administraci¨®n de Naciones Unidas para Kosovo (Unmik) quien se neg¨® a dar ning¨²n detalle del dispositivo de observadores -ahora denominados "testigos"- que piensa desplegar hoy.
En otro enclave serbio, Strpce, a unos 80 kil¨®metros al sur de Pristina y cerca de la frontera con Macedonia, las urnas se encontraban ayer almacenadas en un edificio bajo protecci¨®n de la ONU, aunque la organizaci¨®n niega este dato y asegura que el piso donde se encuentran no queda bajo su jurisdicci¨®n. Cuestiones de detalle aparte, lo cierto es que ayer el ¨²nico rastro de las futuras elecciones eran varios carteles de Kostunica pegados por las calles del pueblo. Sin embargo, uno de los notables de la localidad, en la que reina la calma gracias a la fuerte protecci¨®n que brinda un contingente de soldados ucranios, dio una pista de por d¨®nde puede ir la organizaci¨®n de estas elecciones en Kosovo. Seg¨²n el representante serbio, apellidado Buduric, los ciudadanos que cedan sus domicilios como colegios electorales recibir¨¢n una gratificaci¨®n econ¨®mica. De esta manera no se infringir¨ªan las ¨®rdenes del m¨¢ximo representante de la ONU en Kosovo, Bernard Kouchner, quien ha prohibido instalar las urnas en edificios p¨²blicos. En el antiguo ayuntamiento de la ciudad hay almacenadas 66, pero parece ser que s¨®lo se instalar¨¢ la mitad. Nadie quiere comentar qu¨¦ se har¨¢ con las otras y, sobre todo, si el recuento se efectuar¨¢ en el momento del cierre o si las urnas -utilizadas o no- ser¨¢n llevadas a Belgrado. Una misiva del Partido Socialista de Serbia (SPS) de Milosevic inst¨® ayer a la Kfor a escoltar las urnas hasta Serbia para su posterior recuento, que de esta manera quedar¨ªa fuera de la mirada de los "testigos" occidentales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.