Ambiente de vacaciones
Los jugadores de la selecci¨®n de f¨²tbol achacan el ¨¦xito a la libertad que les da S¨¢ez fuera del campo
"I?aki S¨¢ez nos da tanta libertad que esto tenemos que devolv¨¦rselo en el campo". El capit¨¢n de la selecci¨®n espa?ola, Toni Velamaz¨¢n, transmite con esta frase el esp¨ªritu de un equipo que jugar¨¢ la segunda final ol¨ªmpica del f¨²tbol espa?ol (ante Camer¨²n, a las doce la ma?ana de Sydney, tres de la madrugada del viernes al s¨¢bado en el estadio ol¨ªmpico de Sydney, ante 110.000 espectadores). No hay duda. S¨¢ez, ingeniero de 57 a?os, es un tipo sereno e inteligente. Sabe con qu¨¦ tipo de gente trata. Lleva m¨¢s de 20 a?os de experiencia con el f¨²tbol base, la mayor¨ªa en el Athetic y los ¨²ltimos cuatro a?os con la selecci¨®n espa?ola. Entiende que a los jugadores y sobre todo a los j¨®venes hay que darles ciertos m¨¢rgenes de libertad. Que se desfoguen cuando convenga, y que se responsabilicen ellos mismos de su estado f¨ªsico. Ya son mayorcitos. La f¨®rmula ha surtido efecto. Los futbolistas est¨¢n encantados. Cumplen a rajatabla un programa de entrenamientos y algunos compromisos sociales (visita al club espa?ol de Sydney, por ejemplo), pero tambi¨¦n disponen de tiempo para ellos. Para sus cosas. Se hospedan en el centro de las grandes ciudades (Adelaida, Melbourne y Sydney), y entran y salen de los hoteles a su libre albedr¨ªo. Por supuesto que sabiendo cu¨¢ndo deben entrar y cu¨¢ndo deben salir. Nada, pues, de reg¨ªmenes disciplinarios estrictos ni de entrenadores-guardianes que se pasan los d¨ªas obsesionados en mantener encerrados a sus futbolistas. ?Fuera las cadenas y la rigidez de las concentraciones!"Estamos tan a gusto en este equipo que en el campo lo damos todo para compensar a I?aki S¨¢ez", reflexiona el defensa del Bar?a Puyol, una de las claves en la brillante trayectoria de Espa?a. Su irrupci¨®n en los cuartos de final ante Italia fue espectacular: impuso su poderoso e intimidatorio f¨ªsico al del torito Gattuso, que acab¨® arrinconado. Y no se trata s¨®lo de los titulares. El zaragocista Ferr¨®n ofreci¨® un precioso gesto ante Estados Unidos. Acudi¨® en el descanso a darles la mano, uno por uno, a todos sus compa?eros, que andaban cabizbajos tras el gol de los estadounidenses al final de la primera parte. Aquel peque?o detalle levant¨® sin duda el ¨¢nimo y contribuy¨® a la victoria final en las semifinales. Como tambi¨¦n contribuyeron a la causa los otros suplentes habituales, el portero Felip, Ismael, Luque, Capdevila o Unai, tan comprometidos como el que m¨¢s.
S¨¢ez ha logrado en estos cuatro a?os en la selecci¨®n una extraordinaria colecci¨®n de ¨¦xitos: campe¨®n de Europa sub 21 en Rumania 1998, campe¨®n del Mundo sub 20 en Nigeria 1999, bronce en el Europeo de Eslovaquia 2000 y ahora esto: la segunda final ol¨ªmpica de la historia del f¨²tbol espa?ol, esta vez en el extranjero, pues la anterior se disput¨® en Barcelona 1992.
?Cu¨¢l es el secreto? La naturalidad con la que se comporta, sin duda. La sencillez con la que trata a los jugadores, por supuesto. El sentido com¨²n con el que resuelve los problemas. As¨ª lo explica uno de los titulares habituales: "Las ¨®rdenes que da I?aki antes de los partidos son muy f¨¢ciles. No nos agobia. Las da en un minuto. Va por l¨ªneas: la defensa, que no se complique y que siempre guarde la superioridad num¨¦rica; en el centro del campo divide las funciones: Albelda que tape m¨¢s y Xavi que dirija el juego; y arriba les dice a los dos delanteros que caigan a las bandas, adem¨¢s de pedirle a Tamudo que ayude al centro del campo". B¨¢sicamente. Eso s¨ª, llegado el momento tambi¨¦n sabe S¨¢ez leer el partido convenientemente. En el de Estados Unidos, por ejemplo, se dio cuenta de que uno de los dos centrales estadounidenses persegu¨ªa al centro del campo a Tamudo, por lo que Jos¨¦ Mari hac¨ªa papilla al otro central, que estaba muy solo. Y lo explot¨®, claro. Del mismo modo, ante Italia, S¨¢ez les pidi¨® a sus delanteros que se abrieran hacia las bandas para atraer a los tres defensas centrales con los que sal¨ªa pertrechado el combinado italiano. F¨®rmulas sencillas, del f¨²tbol de siempre, pero completamente eficaces.
Tan eficaz como el relevante papel que representa en esta selecci¨®n un personaje de un gran valor terap¨¦utico para el grupo, el utillero Jos¨¦ Luis D¨ªez, m¨¢s conocido como Pipi. Es decir, un Sancho Panza del f¨²tbol que combina la comicidad que tanto sirve para aligerar la presi¨®n de los futbolistas (famosa es su frase "hemos volado con aerol¨ªneas esterlinas") con la emotividad del trato plano y directo con los chavales (fue una de las referencias preferidas de los jugadores en el vestuario cuando rompi¨® a llorar tras la catarata de sentimientos que provoc¨® el haber derrotado a la temible Italia). No es, por tanto, tanta casualidad que Pipi ya formara parte de la expedici¨®n que particip¨® en el campeonato del Mundo de Nigeria que ganaron, entre otros, Xavi, Gabri, Aranzub¨ªa y Marchena.
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