Rafael Laff¨®n, un poeta del 'otro 27'
La reciente publicaci¨®n de una antolog¨ªa resucita la obra del escritor sevillano
Es uno de los poetas m¨¢s representativos de la poes¨ªa sevillana del siglo XX, pero su nombre y sobre todo su obra, reconocida por la cr¨ªtica, ha sufrido un cierto olvido, eclipsado por las grandes figuras de la Generaci¨®n del 27. Rafael Laff¨®n Zambrano (Sevilla, 1895-1978) es uno de esos autores que no consiguieron la trascendencia que merec¨ªan, pese a su valor literario, y sobre los que los cr¨ªticos reclaman su incorporaci¨®n al grupo del 27. Prados, Altolaguirre, Villal¨®n, Adriano del Valle, Oliver, Romero Murube y el propio Laff¨®n forman parte de la n¨®mina de escritores de ese otro 27. Con la intenci¨®n de contribuir a romper ese numerus clausus generacional -que ha venido siendo lo habitual desde que Gerardo Diego publicara en 1932 la antolog¨ªa Poes¨ªa espa?ola contempor¨¢nea- y divulgar la obra de Laff¨®n, la Fundaci¨®n Aparejadores de Sevilla y la editorial Guadalquivir han publicado una antolog¨ªa del poeta sevillano, realizada por el profesor de la Universidad de Sevilla Miguel Cruz Gir¨¢ldez.Desde hace 30 a?os era pr¨¢ctiamente imposible encontrar ediciones accesibles de sus libros, ya agotados. De ah¨ª el empe?o de Cruz, profesor de Literatura Espa?ola de la Facultad de Filolog¨ªa, en sacar a la luz esta selecci¨®n, con la que quiere ofrecer una "visi¨®n homog¨¦nea y diacr¨®nica de su obra que recogiera toda su trayectoria". "Nunca ha sido un poeta relegado, pero su obra s¨ª ha sufrido un cierto olvido", dice Cruz.
Fundador de la revista Mediod¨ªa -una publicaci¨®n que entre 1926 y 1929 fue el m¨¢s importante medio de difusi¨®n del esp¨ªritu creador de los j¨®venes vanguardistas sevillanos-, Laff¨®n es exponente de la evoluci¨®n de la poes¨ªa espa?ola contempor¨¢nea. Se inici¨® en el modernismo para vincularse luego al vanguardismo ultra¨ªsta de la d¨¦cada de los veinte, seguir una l¨ªnea m¨¢s cl¨¢sica en la posguerra, y optar, a partir de la publicaci¨®n de Vigilia del jazm¨ªn (1952), su obra cumbre, por una poes¨ªa de "testimonio personal, de mayor profundidad y m¨¢s existencialista", explica Cruz.
Rafael Laff¨®n, a diferencia de otros miembros de la Generaci¨®n del 27 que se vieron forzados al exilio, nunca abandon¨® su ciudad natal. "En su obra hab¨ªa dos pasiones irrenunciables: la poes¨ªa y Sevilla. Esa decisi¨®n de permaner acabar¨ªa afectando al alcance y reconocimiento de su obra", dice el editor. Su primer libro de poemas, Cr¨¢ter, apareci¨® en 1921. Despu¨¦s le sigui¨® una novela corta, Maternidad, y Signo +, en 1927, ejemplo del vanguardismo innovador de aquellos a?os.
En 1934, Laff¨®n cierra esta primera etapa de su poes¨ªa con la edici¨®n de Identidad. Durante los 10 a?os siguientes no public¨® ning¨²n libro de versos, "pero descubre un nuevo tema esencial para su obra: su amor a Sevilla", se?ala Cruz. Su mejor libro es, sin embargo, Vigilia del jazm¨ªn, marcado por el dolor de la p¨¦rdida de su mujer y su madre, fallecidas ambas en 1949. "La soledad y el retiro, habituales en su vida, se hicieron ya totales". El propio Laff¨®n dec¨ªa que escrib¨ªa por "una tremenda necesidad de consuelo". "Confesar, confesar conmigo mismo sobre algo que yo entend¨ªa que tan s¨®lo a m¨ª pod¨ªa alcanzarme. Porque el dolor,dram¨¢tico espejismo, nos sit¨²a en el centro de todo lo creado", respondi¨® cuando le preguntaron c¨®mo pod¨ªa transformar el dolor en poes¨ªa.
Pero sus profundos sentimientos religiosos evitaron que su poes¨ªa se deslizara por el tremendismo. En 1959 recibe el Premio Nacional de Literatura por su obra antol¨®gica La rama ingrata, un conjunto de poemas seleccionados desde Signo + a Vigilia del jazm¨ªn. En 1962 publica en los cuadernos La Muestra el libro m¨¢s entra?able para el poeta, porque sus composiciones resumen sus dos grandes amores, La cicatriz y el reino. Su ¨²ltimo libro, Sinuosidades y puzzle, aparece en 1970, a?o en que tambi¨¦n publica Las incoherencias de un ni?o sensible, que aparecer¨ªa en una segunda edici¨®n de 1973 con el t¨ªtulo de Sevilla del buen recuerdo, un conjunto de evocaciones infantiles que revelan su personalidad l¨ªrica. En los ¨²ltimos a?os de su vida, una trombosis de la que nunca consigui¨® recuperarse le retuvo en su casa, en la calle Cardenal Sp¨ªnola, donde recib¨ªa a j¨®venes escritores que buscaban consejo. All¨ª, el 4 de noviembre de 1978, le sorprendi¨® la muerte.
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