"Los j¨®venes investigadores son la pieza clave"
"Desde hace a?os he sido cr¨ªtico, diciendo que aqu¨ª se habla mucho y se hace poco, y cuando a una persona que ha sido cr¨ªtica se le da la oportunidad de actuar -y espero tenerla- no debe negarse", contesta Rolf Tarrach a la pregunta de por qu¨¦ ha aceptado el cargo de presidente del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), un cargo nada c¨®modo si realmente quiere encarar los problemas de una instituci¨®n tan compleja. Este catedr¨¢tico de F¨ªsica Te¨®rica de la Universidad de Barcelona, de 52 a?os, ha sido nombrado hace poco m¨¢s de dos semanas, y afirma: "Estoy viendo que actuar es mucho m¨¢s dif¨ªcil que criticar". Tarrach, adem¨¢s de investigador de f¨ªsica de part¨ªculas, ha sido decano de su facultad y asesor de pol¨ªtica cient¨ªfica de la Generalitat de Catalu?a. Ahora, desde la sede central del CSIC en Madrid, tiene bajo su responsabilidad 120 institutos de investigaci¨®n en toda Espa?a. "Me han recibido bien, y esto no era obvio, porque soy un desconocido en el CSIC", dice. Esta misma semana, Tarrach ha dicho que considera insuficiente el presupuesto previsto para el CSIC en el pr¨®ximo ejercicio.Pregunta. ?Qu¨¦ planes tiene?
Respuesta. Por ahora s¨®lo puedo hablar en abstracto, pero lo m¨¢s urgente es incrementar los recursos humanos dedicados a investigaci¨®n. En Espa?a hay, seg¨²n datos de la OCDE, unos 60.000 investigadores; para estar, en el plazo de 20 a?os, cerca del nivel de nuestros pa¨ªses vecinos del Norte y del Este, tendremos que tener unos 100.000 investigadores, lo que significa incrementar unos 2.000 por a?o. Si tenemos esperanza, y debemos tenerla, de que parte de ese aumento vendr¨¢ de la empresa, donde hay un importante d¨¦ficit, corresponder¨ªan al sector p¨²blico entre 500 y 1.000 investigadores m¨¢s cada a?o.
P. Todo el mundo cuenta con el milagro de la empresa, de su participaci¨®n en el sistema de I+D, pero nunca acaba de producirse.
R. Efectivamente. Deber¨ªa cambiar el discurso de la pol¨ªtica cient¨ªfica espa?ola y empezar a hacer uno mismo en lugar de pedir siempre que los otros hagan. Los investigadores piden que el Gobierno haga m¨¢s; la empresa, tambi¨¦n, y el Gobierno dice que son las empresas las que tienen que empe?arse. Esto debe cambiar y que cada uno se comprometa. Es un proceso lento. Yo, desde luego, no tengo soluciones milagrosas.
P. En Espa?a la inmensa mayor¨ªa de los cient¨ªficos son funcionarios -en el CSIC y en la universidad- cosa que choca con la situaci¨®n de los pa¨ªses anglosajones. Aqu¨ª se es investigador para toda la vida, independientemente del rendimiento.
R. Es cierto que el sistema p¨²blico de investigaci¨®n est¨¢ basado en el funcionariado. Se deber¨ªa de abrir una v¨ªa de investigadores contratados, pero bien contratados, no en precario. Una ventaja de esto ser¨ªa tener flexibilidad para poder pagar mejor, porque una de las ambiciones del ministerio, y m¨ªa desde luego, es poder recuperar algunos cient¨ªficos espa?oles muy buenos que est¨¢n en el extranjero y poder evitar que nos quiten algunos de los mejores. Esto requiere una cierta flexibilidad a la hora de negociar. Lo cierto es que con el sueldo de un catedr¨¢tico, que te¨®ricamente es un buen sueldo, no te traes a un buen investigador del extranjero, a no ser que tenga motivos personales.
P. Hay muchos problemas con los j¨®venes cient¨ªficos, y entre ellos saldr¨¢n los grandes investigadores del futuro.
R. Los j¨®venes investigadores son la pieza clave. Traer algunas grandes figuras est¨¢ bien, pero con eso s¨®lo no funcionar¨¢ el sistema, porque son los j¨®venes los que marcar¨¢n lo que ser¨¢ la ciencia en Espa?a en los pr¨®ximos a?os. Adem¨¢s, la edad media de nuestros cient¨ªficos empieza a ser peligrosamente alta
P. ?Con qu¨¦ criterios se debe aumentar el n¨²mero de investigadores?
R. El fundamental siempre tiene que ser la excelencia, elegir al mejor candidato. El segundo es el valor a?adido, es decir, hay que poner a los investigadores en centros que impliquen beneficio m¨¢ximo para la investigaci¨®n del pa¨ªs. Luego hay otros dos criterios a tener en cuenta: reforzar las l¨ªneas que est¨¦n de moda, las m¨¢s fuertes, las que la sociedad y las empresas piden, las que se cultivan m¨¢s en la UE y en EE UU. Finalmente, no hay que descuidar nada, porque a veces el progreso cient¨ªfico viene de ¨¢reas de las que uno no esperaba nada interesante.
P. Hay grandes desigualdades de nivel dentro del CSIC en cuanto a la calidad.
R. Es cierto. Hay 120 institutos en el CSIC, unos muy buenos y otros menos buenos. Obviamente hay que mover todo este espectro hacia la parte mejor, de manera que los buenos sean mejores, los intermedios pasen a ser buenos y los peores... Hay dos pol¨ªticas posibles: la mejora o la desaparici¨®n. Todav¨ªa no puedo dar una respuesta.
P. ?C¨®mo piensa conseguir la excelencia all¨¢ donde no la hay? A veces se han hecho evaluaciones en centros del CSIC que se han archivado y no han servido para nada.
R. La evaluaci¨®n de los institutos es uno de los temas m¨¢s importantes y dif¨ªciles. Pero primero hay que tener un mecanismo que permita decidir qu¨¦ se hace con los institutos o grupos que no funcionen y luego vienen las evaluaciones. Es un tema muy delicado y no tengo un dise?o hecho, pero no soy partidario de hacer evaluaciones que luego no sirven para nada.
P. Y mientras tanto puede seguir gast¨¢ndose dinero en grupos que no sirven.
R. Pero es que a veces la evaluaci¨®n no soluciona nada si no se tiene clar¨ªsimo qu¨¦ hacer despu¨¦s. Esto me recuerda el problema de la evaluaci¨®n de docentes en la universidad: ?qu¨¦ hacer con los malos profesores? ?Los castigamos haci¨¦ndoles dar m¨¢s clases y perjudicamos a los alumnos, o los castigamos impidi¨¦ndoles dar clase y entonces viven estupendamente porque cobran lo mismo y no tienen que dar clases?
P. ?Entonces, c¨®mo piensa conseguir la excelencia?
R. El mejor medio que tenemos es elegir a los mejores cuando se deciden las plazas de investigadores. Obviamente la evaluaci¨®n por pares, la ANEP es fundamental para los proyectos de investigaci¨®n.
P. ?Y qu¨¦ va a hacer cuando un grupo o un investigador no pasan ni un proyecto durante a?os por la ANEP?
R. Preg¨²ntemelo dentro de un a?o.
P. ?C¨®mo ve la relaci¨®n con las universidades, ahora que han quedado en un ministerio y el CSIC y otros organismos p¨²blicos de investigaci¨®n (OPI) han sido transferidos al nuevo?
R. Me hubiera gustado m¨¢s tener al CSIC y a las universidades en el mismo ministerio; eso hubiera facilitado mucho la pol¨ªtica cient¨ªfica que necesita Espa?a (que la investigaci¨®n sea realmente una prioridad del Gobierno), pero no ha sido as¨ª, y hay que tener una cooperaci¨®n constructiva.
P. ?Considera que el CSIC debe poner ¨¦nfasis en la investigaci¨®n b¨¢sica o tambi¨¦n aqu¨ª se corre el riesgo de que se interprete la I+D no como investigaci¨®n y desarrollo, sino como Internet y Desarrollo, como ironizan algunos respecto al papel dominante de las comunicaciones en el nuevo Ministerio de Ciencia?
R. El CSIC tiene que dedicarse ante todo a la investigaci¨®n de m¨¢xima calidad, desde luego b¨¢sica, aunque tambi¨¦n se debe hacer investigaci¨®n m¨¢s aplicada y en colaboraci¨®n con la industria. Enviar informaci¨®n y poder acceder a ella es muy importante, pero no es ciencia, que consiste en generar nueva informaci¨®n; son dos cosas muy diferentes.
P. ?Ha aceptado usted presidir el CSIC por afinidad pol¨ªtica con el Gobierno?
R. Tengo mis opiniones pol¨ªticas, pero nunca he sido de un partido. Hasta cierto punto soy apol¨ªtico, pero me interesa mucho la investigaci¨®n y creo que en Espa?a los gobiernos y los empresarios a¨²n no le han dado la importancia que deben. En los ¨²ltimos diez a?os, desde mi punto de vista, que creo que comparten pr¨¢cticamente todos los investigadores espa?oles, se ha hecho poco por la investigaci¨®n en Espa?a.
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