Pendasco
Al d¨ªa siguiente de que el gobierno prohibiera la utilizaci¨®n de la palabra pendasco, todos los ciudadanos, como es l¨®gico, la pronunciaron por primera vez. La palabra pendasco no exist¨ªa, de manera que era absurdo prohibirla, pero al gobierno le pareci¨® un modo eficaz de desviar la atenci¨®n de la gente de los problemas reales. As¨ª fue como un t¨¦rmino que nadie hab¨ªa o¨ªdo jam¨¢s apareci¨® en las tapias de todos los edificios oficiales escrito con aerosol o a brocha gorda. Los empleados del Ayuntamiento se pasaban el d¨ªa limpiando de las fachadas frases como "Viva el pendasco" y "Pendasco o muerte". Fueron detenidos centenares de j¨®venes que sufrieron martirio por propagar el vocablo maldito, y en las universidades, cuando los profesores entraban en clase, se tropezaban con un gigantesco pendasco escrito con tiza en la pizarra.Aunque las autoridades endurecieron las penas para aquellas personas que escribieran o pronunciaran la palabra, las calles aparec¨ªan cada d¨ªa tapizadas de panfletos sin otro mensaje que el de las ocho letras del vocablo maligno. Algunos periodistas rebeldes hac¨ªan acr¨®sticos o distribu¨ªan sus s¨ªlabas a lo largo de los art¨ªculos, pero no era necesario: la gente constru¨ªa el t¨¦rmino prohibido tomando letras de un editorial o de una esquela, indistintamente, dando por sentada una intencionalidad transgresora por parte del peri¨®dico. Se crearon varios partidos clandestinos para la defensa del pendasco y el clamor popular fue tal que el gobierno se vio obligado a dimitir. Lo primero que hizo el nuevo gobierno fue legalizar la palabra y ordenar su inclusi¨®n en el diccionario.
Como nadie sab¨ªa qu¨¦ significaba, los acad¨¦micos empezaron a dar largas. Cada a?o aseguraban que incluir¨ªan pendasco en la siguiente edici¨®n, y aunque luego incumpl¨ªan su promesa, la presi¨®n ces¨®, pues desde que estuviera autorizada nadie mostraba el m¨ªnimo inter¨¦s por la palabra, que entr¨® de lleno en el olvido cuando el nuevo gobierno decidi¨® hacer frente a la primera crisis de su mandato prohibiendo la utilizaci¨®n de otro vocablo inexistente que al d¨ªa siguiente estaba en boca de todos, etc¨¦tera.
En cuanto a la gasolina, nos aseguraron que bajar¨ªa al aumentar la competencia.
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