El cine europeo reclama ayudas a la distribuci¨®n
El Encuentro de las Artes subraya la falta de infraestructura para competir con Hollywood
M¨¢s que ayudas a la producci¨®n, el cine europeo necesita subvenciones para la distribuci¨®n y exhibici¨®n de sus pel¨ªculas. Mientras el cine de Hollywood llega de manera uniforme a Europa a trav¨¦s de seis o siete grandes distribuidoras, las pel¨ªculas europeas no cuentan con una estructura unificada ni entre los propios pa¨ªses de la UE. ?sta fue una de las ideas expuestas en el Encuentro Mundial de las Artes que concluye hoy en Valencia.
"No hay una ninguna distribuidora transversal que trabaje para todo el territorio europea", sintetiz¨® ayer el historiador y coordinador del ¨¢rea de cine, Julio P¨¦rez Perucha, quien subray¨® la "calamitosa" pol¨ªtica de la UE al no existir medidas legislativas que apoyen las pel¨ªculas europeas. La uniformidad y diversidad, el centro y la periferia o c¨®mo se puede combatir al imperio de Hollywood son cuestiones recurrentes en el debate. Antonio-Pedro Vasconcelos, realizador portugu¨¦s de Jaime, record¨® que el cine norteamericano ocupa hoy alrededor del 82% de la cartelera europea, cuando hace 30 a?os el porcentaje era del 35%. El cine europeo que llega a Estados Unidos representa ahora un 1%.Tambi¨¦n se incidi¨® en la necesidad de realizar un tipo de cine que favorezca la alfabetizaci¨®n para poder desentra?ar el significado de las im¨¢genes. El cine europeo vive en una colonizaci¨®n y liberarnos es dif¨ªcil porque todo parte de la educaci¨®n que se est¨¢ dando a la gente. La cultura est¨¢ cada vez m¨¢s uniformizada y el Estado deber¨ªa garantizar la formaci¨®n, no la producci¨®n de pel¨ªculas", apunt¨® el director de La buena vida, David Trueba.
Peter Bogdanovich (?Qu¨¦ me pasa doctor?) resumi¨® la tan manida dicotom¨ªa de que el cine europeo tiene algo que decir pero no sabe captar la atenci¨®n del p¨²blico, justo lo contrario de lo que sucede con Hollywood.
Con los brazos extendidos y los labios apretados, Sidney Pollack manifest¨®, en una entrevista, que entiende muy bien la frustraci¨®n de los cineastas europeos por el dominio de Hollywood pero, a?adi¨®, no sirve de nada "lamentarse y dar gritos", sino que hay analizar c¨®mo una pel¨ªcula de una determinada nacionalidad llega a otras culturas.El actor y director de Memorias de ?frica rechaz¨® la "fascinaci¨®n por los efectos especiales" que responde a una sociedad que busca "sensaciones r¨¢pidas e inmediatas" y no pretende "seducir".
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