?Se acab¨® el 'laisser faire'?

El esc¨¢ndalo de las subvenciones para formar a los desempleados parece haber abierto una brecha entre los coaligados de CiU. Ayer, por primera vez, el consejero de Econom¨ªa, Artur Mas, lanz¨® dos serias advertencias al Departamento de Trabajo de la Generalitat, que siempre ha controlado el partido de Duran Lleida. Mas anunci¨® que la Intervenci¨®n General de la Generalitat, que depende de Econom¨ªa, investigar¨¢ el destino de los fondos de formaci¨®n ocupacional denunciados como irregulares en los tribunales de justicia. El segundo aviso del consejero es que no habr¨¢ partidas especiales para el Departamento de Trabajo con las que compensar el bloqueo de los 2.329 millones de pesetas del Fondo Social Europeo decidido por Bruselas.Es todo un cambio, si tenemos en cuenta el laisser faire con el que el Gobierno de la Generalitat ha tratado todo lo referente al Departamento de Trabajo. Mas quiz¨¢ ha olvidado que la Intervenci¨®n General ya estuvo analizando hace dos a?os los tres centros de Pallerols (Ceif, Teo y And). El control financiero ya encontr¨® en ellos gastos mal justificados; viajes de los estudiantes / parados a Andorra computados como gastos; importantes desviaciones sobre los presupuestos de los cursos; dietas en el extranjero injustificables e imputadas como gastos de los cursos e importantes partidas por material did¨¢ctico producido y adquirido al propio grupo Pallerols.

A pesar de los exhaustivos controles de la Intervenci¨®n General -que incluso tuvo que forcejear con las empresas de Pallerols para acceder a las contabilidades- la investigaci¨®n no tuvo ning¨²n efecto pr¨¢ctico. Centenares de millones de pesetas continuaron llegando al empresario andorrano. Incluso cuando el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 9 abri¨® sumario contra Pallerols a instancia de dos profesores de sus centros en Girona, Trabajo mantuvo las ayudas. Y en el ¨²ltimo reparto de ayudas comunitarias, Llu¨ªs Franco, reci¨¦n llegado al cargo de consejero de Trabajo, aprob¨® que Pallerols recibieran 250 millones de pesetas. Para entonces, s¨®lo el centro de Pallerols en Barcelona continuaba en funcionamiento.