Pandora
El agua es una Pandora valenciana y antigua. El mito femenino de los griegos cl¨¢sicos se relacionaba con la tierra, capaz de ofrecer a los hombres todos sus dones, y capaz tambi¨¦n de llevar a los hombres al desastre. Los p¨¢jaros del agua, de la Pandora valenciana, cantaron aqu¨ª entre arrayanes arom¨¢ticos que crecieron junto a f¨¦rtiles huertos y en los m¨¢rgenes de azudes y acequias musulmanas. Los p¨¢jaros del agua dibujaron una cara amable de Pandora, la que origin¨® el t¨®pico del regad¨ªo feliz y rebosante de flores que unos pasodobles verbeneros se encargaron de difundir. La otra cara es m¨¢s hura?a y seca. El cronista Rocafort la pint¨® en unos papeles que hablan de lluvias torrenciales arrastrando muertos y desaparecidos; que hablan de pertinaces sequ¨ªas que eran el preludio de los caballos de la miseria y el hambre. Rocafort escribi¨® cuanto suced¨ªa en la Plana de Castell¨®n durante las ¨²ltimas d¨¦cadas del XVIII y las primeras del XIX. Era un fraile un tanto ilustrado, que no ve¨ªa equilibrio ni punto medio, ni lluvia fina y peri¨®dica por estas tierras con tantos proyectos de trasvases.De la falta de regularidad y equilibrio de Pandora se lamentaba tambi¨¦n Mariano, el aparcero de la comarca de l'Horta y protagonista de una deliciosa comedia de Joan Batiste Burguet. En un acto, en verso y en divertido biling¨¹ismo castellano-valenciano, la obrita se estren¨® el 5 de enero de 1876 en el Teatro de la Princesa de Valencia. En torno al agua que fluye por la acequia, le comenta Mariano al propietario de las tierras que trabaja: "Hoy la veu vost¨¦ que bota/ per dalt de plena que ve;/ i dem¨¤ no en ve ni gota". El labrador de piel curtida sugiere la manera de regularizar los desaguisados de la Pandora del agua: "Si escalfaren el celebro/ en portar aigua del Ebro/ per a remediar la vega/ que segons resa la mapa/ si que se puede traer...". As¨ª, con ortograf¨ªas no normalizadas ni escolares, se pensaba cuando Benidorm apenas se divisaba en la costa, cuando en X¨¤bia el hormig¨®n no ocupaba las monta?as costeras y cuando ning¨²n Fabra hab¨ªa puesto todav¨ªa la vista en la Ribera de Cabanes para levantar parques de recreo.
Pero hoy, con ortograf¨ªas normalizadas, abri¨® Pandora su caja con la llave del borrador del Plan Hidrol¨®gico Nacional, y el problema del agua no se ci?e a la huerta de Mariano. De un lado tenemos el negro y seco nubarr¨®n de un desarrollo urban¨ªstico destartalado, que es insostenible; tenemos un incremento sin l¨ªmites del consumo del agua con nuevos regad¨ªos de agricultura excedentaria; tenemos enfrentamientos territoriales e intereses encontrados con nuestros vecinos; tenemos una pol¨ªtica de derechas basada en un ocio y un negocio nada oracianos. En la otra esquina tenemos unos usos prioritarios del agua; tenemos una posible agricultura ecol¨®gica y equilibrada; tenemos la solidaridad interterritorial, y tenemos la propuesta de una buena gesti¨®n y un mayor ahorro del l¨ªquido elemento. Las dos facetas de Pandora cuando se proyecta cambiar el curso de los r¨ªos. Las dos caras de una realidad cuando pensamos en buscar una soluci¨®n a los reales y at¨¢vicos problemas del agua valenciana. Y bueno es, como suger¨ªa el personaje de la comedia el posible trasvase del Ebro si el agua viene a solucionar problemas; y malo puede ser el trasvase si favorece una especulaci¨®n galopante que d¨¦ al traste con lo poco que nos queda en este desordenado territorio. Porque algunos portavoces de la derecha de aqu¨ª hablan del Ebro y lo relacionan con los "recursos h¨ªdricos que necesitamos para asegurar el ritmo de desarrollo". ?A qu¨¦ ritmo se refieren? ?A qu¨¦ tipo de desarrollo aluden?
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