El PP acapara el poder en La Marina Alta a golpe de censuras
El dominio del PP en La Marina Alta se extiende como una mancha de aceite que unta todo lo que encuentra a su paso. Entre acusaciones de que detr¨¢s de las mociones de censura que han aupado a este partido al frente de los ayuntamientos de X¨¤bia, Orba y Xal¨® se esconden opacos intereses urban¨ªsticos, el PP ha logrado amarrar los pocos cabos que le quedaron sueltos tras los ¨²ltimos comicios, reclutando apoyos entre cuestionados y dubitativos ediles socialistas y defenestrando al Bloc.
Lectura urban¨ªstica
Se acabaron los feudos nacionalistas y progresistas de La Marina Alta. El PP ha sabido dinamitar el endeble pacto de progreso PSPV-Bloc y exacerbar las aversiones personales -tan presentes en los pueblos- para acaparar el poder en una de las comarcas valencianas m¨¢s sensibles a las presiones urban¨ªsticas.El secretario comarcal del PSPV, Adolfo Utor, entiende que las presiones urban¨ªsticas en La Marina Alta se producen "con o sin mociones de censuras" y al margen del color o la ideolog¨ªa de cada ayuntamiento. As¨ª, aunque cree que el incipiente desarrollo urban¨ªstico de la comarca est¨¢ presente en las mociones de censura que ha ganado el PP en X¨¤bia, Orba y Xal¨®, sostiene que se trata de tres casos distintos, aunados tambi¨¦n por fuertes personalismos.
Utor asume con la boca grande errores de su partido en X¨¤bia, que se desmarc¨® de las directrices de Valencia, y cree que la moci¨®n de censura en este municipio no es otra cosa que el reagrupamiento natural de la derecha. En efecto; los nuevos compa?eros de viaje del PP no son extra?os: los ediles del partido Ciudadanos de J¨¢vea (CdJ), la mayor¨ªa de ellos ex militantes del PP, y el Grupo Independiente.
El PP siempre gobern¨® X¨¤bia con Juan Moragues, pero el pulso de ¨¦ste con el vicepresidente de las Cortes Valencianas y verdadero jefe del partido en la localidad, Jos¨¦ Cholbi, le impulso a concurrir a los comicios bajo las siglas UV. La consecuencia fue la gran divisi¨®n del voto de centro derecha (siete concejales UV, cinco PP y dos CDS). Las migajas de aquel batiburrillo las recogieron los partidos progresistas y los independientes.
Mientras UV -a los pocos meses se convirti¨® en CdJ- reclamaba un pacto natural, el PP trat¨® de evitar un nuevo gobierno de Moragues. PSPV y Bloc entraron en el juego de los populares, porque estimaron que el anterior alcalde no hab¨ªa sabido -o podido- disociar su tarea pol¨ªtica de sus negocios como constructor.
El nuevo alcalde fue Eduardo Monfort, del CDS, persona a la que siempre se la ha considerado muy cercana a Cholbi. Ahora, con la moci¨®n de censura, el nuevo alcalde ser¨¢ el actual portavoz popular, Jaime Sapena, quien asegura que su partido mantendr¨¢ el poder durante el resto de legislatura. Sin embargo, sus ex socios de gobierno e incluso miembros del CdJ auguran que la alcald¨ªa ser¨¢ al final para Moragues.
No parece descabellado, toda vez que el "reagrupamiento del centro social", en palabras de Sapena, que supone el acuerdo puede terminar con todos ellos en el PP. Y si vuelven al redil ediles que como Moragues han abjurado del patronazgo de Cholbi, se constatar¨¢ la p¨¦rdida de influencia pol¨ªtica del vicepresidente de las Cortes, merma ya sintom¨¢tica despu¨¦s de conocerse que el pacto PP, CdJ e Independientes se ha hilado a sus espaldas.
El pacto de gobierno de X¨¤bia tiene una densa lectura urban¨ªstica. El hasta ahora alcalde advierte de que el acuerdo dejar¨¢ aparcada la revisi¨®n del planeamiento urbano y augura que de producirse alguna modificaci¨®n ser¨¢ para permitir que se construya m¨¢s. Los ex socios del PP creen que peligra la protecci¨®n del paraje litoral del Portitxol y el Plan de Ordenaci¨®n de Recursos Naturales del Montg¨®.El propio portavoz popular y pr¨®ximo alcalde ha calificado de exagerado el per¨ªmetro de suelo declarado de especial protecci¨®n, y ha expresado sus dudas sobre el documento preliminar del Plan de Gesti¨®n del Montg¨® redactado por la Consejer¨ªa de Medio Ambiente.
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