Una naviera abandona en el puerto de Barcelona a los 260 tripulantes de un barco de lujo
Unos 260 tripulantes del barco de lujo Seawind Crown permanecen atrapados en el puerto de Barcelona desde hace un mes despu¨¦s de que la empresa que flet¨® el buque se declarara en quiebra y ¨¦ste quedara embargado por un banco estadounidense. Los tripulantes, procedentes de 25 pa¨ªses diferentes, se encuentran en una situaci¨®n que el capit¨¢n del barco, Amadeo Alburquerque, califica de "dram¨¢tica". Los alimentos ya escasean, el combustible se est¨¢ acabando y la empresa se ha desentendido de la repatriaci¨®n de sus trabajadores.
La empresa propietaria del barco, Premier Cruise Lines, se declar¨® en quiebra en un juzgado de las islas Bahamas a mediados de septiembre. Inmediatamente despu¨¦s, los barcos de la compa?¨ªa fueron embargados por el banco norteamericano DLJ Capital Funding, principal acreedor de la naviera. En aquel momento, el Seawind Crown estaba navegando en Italia contratado por el operador tur¨ªstico Pullmantur. Llevaba 800 pasajeros. El banco orden¨® al capit¨¢n que interrumpiera el viaje y se dirigiera hacia Gibraltar. Desde all¨ª ten¨ªa que navegar hasta las islas Bahamas.Los pasajeros fueron desembarcados en Barcelona, donde el buque qued¨® inmovilizado despu¨¦s que Pullmantur denunciara a la naviera por incumplimiento de contrato. El operador tur¨ªstico ten¨ªa vendidos en aquel momento cerca de 6.000 pasajes para efectuar cruceros de lujo. Durante los primeros d¨ªas, el capit¨¢n destin¨® 14 millones de pesetas a comprar pasajes a¨¦reos para unos 50 tripulantes, que regresaron a sus pa¨ªses poco despu¨¦s. El resto ya no consigui¨® billete.
El personal a¨²n no ha cobrado su salario y est¨¢ sufriendo muchas incomodidades. Muchos de ellos han gastado el poco dinero que les quedaba en llamar a sus pa¨ªses y tranquilizar a sus familiares. El agua y los alimentos se est¨¢n acabando despu¨¦s de m¨¢s de un mes sin poder cargar sus bodegas. "All¨ª abajo hay insectos inmensos", asegur¨® el capit¨¢n.
En la caja fuerte del barco quedaban ayer 2,5 millones de pesetas. Si el capit¨¢n tuviera que pagar los salarios de sus trabajadores, no le alcanzar¨ªa ni para un d¨ªa. Por ello, ha decidido destinar el dinero a "pagar a m¨¦dicos y comprar comida".
La convivencia entre los tripulantes es buena, pero el capit¨¢n teme que se degrade por las duras condiciones de vida que est¨¢n soportando, y ya alert¨® ayer de que las relaciones entre los miembros de la tripulaci¨®n comienzan a ser "tensas". En los camarotes ya no funciona la refrigeraci¨®n, por lo que se est¨¢n convirtiendo en aut¨¦nticos hornos. "Si aqu¨ª estalla un conflicto, no s¨¦ qu¨¦ podremos hacer", se lamenta el capit¨¢n. ?ste tambi¨¦n alerta de que las medidas de seguridad del buque est¨¢n comenzando a fallar por falta de combustible y electricidad. "Si aqu¨ª hay un incendio, Barcelona se va a acordar del Seawind durante a?os".
La mayor parte de los 260 tripulantes del barco procede del sureste asi¨¢tico y Latinoam¨¦rica. Llevan tres meses encerrados en el barco y ahora, sin turistas a los que atender, pasan el d¨ªa entreteni¨¦ndose en la cubierta o realizando tareas de mantenimiento. "Lo ¨²nico que quiero es que me paguen lo que me deben y me den un billete para irme a mi casa", dice un cocinero hondure?o.
La indignaci¨®n de los tripulantes hacia Pullmantur, el arrendatario del barco, es grande. "Esta empresa quiere utilizarnos para presionar a nuestra compa?¨ªa", asegura el capit¨¢n del buque. Por ello hizo un llamamiento desesperado a las empresas enfrentadas por la propiedad del barco para que "alguien" les "saque de aqu¨ª". Tambi¨¦n pidi¨® ayuda al cuerpo consular de Barcelona.
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