Gonz¨¢lez de Cardedal alerta en un libro sobre el vac¨ªo moral que Espa?a debe a¨²n afrontar
El te¨®logo y escritor repasa en 'La palabra y la paz' los ¨²ltimos 25 a?os de la historia espa?ola
El te¨®logo Olegario Gonz¨¢lez de Cardedal concibi¨® La palabra y la paz (PPC) con la intenci¨®n de hacer "una aportaci¨®n a la historia de la modernizaci¨®n de Espa?a de los ¨²ltimos 25 a?os, que han sido tan decisivos", dijo ayer el autor. En este libro, que re¨²ne un centenar de art¨ªculos, el autor advierte sobre el vac¨ªo moral que Espa?a debe a¨²n afrontar. Para su elaboraci¨®n, Gonz¨¢lez de Cardedal afirm¨® que ha mirado en lo que se oculta detr¨¢s de las cifras y los datos.
Los cien art¨ªculos han sido seleccionados por los profesores Fernando Mart¨ªnez Valvey y Mar¨ªa Monjas Eleta, entre los muchos publicados por Olegario Gonz¨¢lez de Cardedal en varios peri¨®dicos de ¨¢mbito nacional, entre ellos EL PA?S. El te¨®logo se refiri¨® a los contenidos del libro a trav¨¦s "de los problemas, de las ideas que han latido en las sucesivas transiciones de la vida espa?ola; por tanto, ser¨ªa una historia para comprender la modernizaci¨®n de Espa?a en esa etapa". Ayer se present¨® en la facultad de Ciencias de la Informaci¨®n de la Universidad Pontificia de Salamanca con las intervenciones de Juan Luis Cebri¨¢n, consejero delegado del Grupo PRISA, y el subdirector de Abc Jos¨¦ Antonio ?lvarez-Gund¨ªn.Olegario Gonz¨¢lez de Cardedal (Cardedal, ?vila, 1934), miembro de la Academia de Ciencias Morales y Pol¨ªticas, se?al¨® que desde su reflexi¨®n como intelectual a trav¨¦s de los art¨ªculos recopilados se ofrece "un panorama de transiciones sucesivas que han sido institucionales, y mi pregunta es si en las conciencias se han dado esas transiciones, de manera reflexiva, l¨²cida, cr¨ªtica, no acomplejada o resentida. Y, en ese sentido, est¨¢ casi todo por hacer. Porque las transiciones decididas reclaman su tiempo para ser transiciones consentidas, l¨²cida y cr¨ªticamente. Las transiciones colectivas masivas no tienen el mismo ritmo que las transiciones de minor¨ªas, y las transiciones de estos 25 a?os las han hecho minor¨ªas, cualificadas, generosas".
Por ese motivo, el catedr¨¢tico de Teolog¨ªa de la Universidad Pontificia salmantina, que fue llamado por Pablo VI a la Comisi¨®n Teol¨®gica, destaca que "uno de los enga?os de la Espa?a contempor¨¢nea es pensar que con las transiciones formales hab¨ªan tenido lugar las transiciones reales, y de ah¨ª llega un desfondamiento moral tremendo". "Ah¨ª es donde est¨¢ el gran vac¨ªo de Espa?a: qui¨¦n est¨¢ dispuesto a educar en ideales, valores, proyectos, d¨®nde se funda la solidaridad, qui¨¦n tiene capacidad de poner la vida en juego para el pr¨®jimo, d¨®nde comienza la renuncia que regiones pobres tienen que hacer con respecto de las ricas y a la inversa. Ese gran reto moral est¨¢ por realizarse en Espa?a".
Planes de desarrollo
Olegario Gonz¨¢lez de Cardedal apunta: "Cuando ahora vuelvo la mirada, advierto que la real modernizaci¨®n como ahora la entendemos arranc¨® con los planes de desarrollo, ya que fue cuando se transform¨® la realidad de la vida espa?ola". La segunda gran transici¨®n fue la religiosa, con el Concilio Vaticano II, "que fue trascendental para Espa?a porque prepara las conciencias, las desbloquea, para que se cambie lo que es m¨¢s radical de la vida humana, que son las actitudes religiosas", con la preparaci¨®n de personas "para llevar a cabo cambios por convicciones de fondo y no simplemente para aportaciones oportunistas". La "mutaci¨®n constitucional" que se concreta en la elaboraci¨®n de la Constituci¨®n introduce cambios jur¨ªdicos, a la que sigue otra transici¨®n a ra¨ªz de la llegada al poder con normalidad democr¨¢tica de los socialistas.El autor considera que en ese momento "entra en juego un choque de ideales, de valores, de proyectos, actitudes morales, religiosas, en orden a gestar una Espa?a moderna, democr¨¢tica, europea". "?Qu¨¦ aporta m¨¢s a una real modernizaci¨®n del pa¨ªs, la fe o la increencia, la solidaridad o el ego¨ªsmo, un proyecto ¨¦tico o un capitalismo puro y duro, la integraci¨®n en Europa, qu¨¦ implica? ?Qu¨¦ tiene que ganar y perder Espa?a?".
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