El nuevo Teatre Lliure JOAN DE SAGARRA
Parece ser que se ha resuelto favorablemente la ¨²ltima crisis del Teatre Lliure. El pasado martes, Josep Montany¨¨s era confirmado por el plenario del patronato de la Fundaci¨®n Teatre Lliure, confirmado por unanimidad, como nuevo director general de dicho teatro. A Montany¨¨s le incumbe, pues, la responsabilidad del despegue del teatro, desde su nueva sede del Palau de l'Agricultura, en Montju?c, y de que el Lliure, para decirlo de manera gr¨¢fica y brutal, no s¨®lo no se pegue una hostia, sino que se convierta en un referente p¨²blico, c¨ªvico y cultural, de la Barcelona que se abre, que se abrir¨¢ a finales de este a?o, al siglo XXI.No me ha sorprendido, m¨¢s bien todo lo contrario, la entronizaci¨®n de Montany¨¨s como jefazo del nuevo Teatre Lliure, primero, un¨¢nimemente, por sus colegas del consejo de direcci¨®n del teatro, y luego, tambi¨¦n por unanimidad, por los patronos de la fundaci¨®n (donde est¨¢n representados el Ayuntamiento y la Diputaci¨®n de Barcelona, la Generalitat catalana y el Ministerio de Cultura del Estado espa?ol). ?Por qu¨¦? Pues porque Josep Montany¨¨s, hombre de teatro -le conoc¨ª en la Adri¨¤ Gual, le segu¨ª en Horta, le reencontr¨¦ en el Liure y hemos coincidido en grandes noches teatrales, en Estrasburgo o en Mil¨¢n-, es, adem¨¢s, y reconozco que la asociaci¨®n, la barreja, es un tanto at¨ªpica, funcionario de la Diputaci¨®n, un alto funcionario, sobre el cual se suele coincidir en decir que es un hombre que escucha, que tras escuchar decide y que una vez ha decidido resulta ser, para un funcionario, de una eficacia ejemplar. Dicho esto, no es de extra?ar que Fabi¨¤ Puigserver confiara en Montany¨¨s para llevar a cabo la nueva sede del Lliure. Montany¨¨s durante a?os, y eso no se lo puede negar nadie, ha sido el hombre -del Lliure- que ha cogido cientos de aviones, hecho innumerables pasillos, aguantado interminables desplantes o numeritos, hasta conseguir que el nuevo Lliure, la nueva sede del Lliure, fuese una realidad. Y lo divertido es que este hombre ejemplar, el hombre de confianza de Fabi¨¤ Puigserver, tenga que convertirse, despu¨¦s de todos los aviones que ha cogido -y los que ha perdido-, de todos los pasillos, de todos los numeritos y de todas las humillaciones, en la esperanza del Teatre Lliure, del nuevo Teatre Lliure, para que ¨¦ste no se d¨¦ una hostia, y ello porque Montany¨¨s, pocos d¨ªas antes de la muerte de Fabi¨¤, se comprometi¨® con ¨¦ste en que har¨ªa volar el nuevo teatro si no como un Concorde, al menos como un p¨¢jaro, un pajarraco libre.
En los mentideros del teatro barcelon¨¦s se habla de Montany¨¨s como del hombre del compromiso. Dicen: "Es el ¨²nico capaz de poder hablar con Mascarell y con Boadella, con sus colegas del Lliure y con Focus, con la Generalitat y con el Ministerio de Cultura, con Flotats y con el lobo". Se valora a Montany¨¨s -el hombre que escucha, decide y se muestra ejemplarmente eficaz-, pero se le niega el derecho a hacerse con la direcci¨®n del nuevo Teatre Lliure. ?Por qu¨¦? Pues porque el Lliure naci¨® como un hijo de los amores -Pascual dixit- del propio Pasqual con Fabi¨¤ Puigserver. "Un fill de tots dos", dice Pasqual. Y a?ade (en los meses de mayo y junio de 1993, en conversaci¨®n con Cathy Morandeau): "Encara l'estimo, pero ja no ¨¦s el fill de dos, ¨¦s una criatura d'uns quants, que comparteixo amb altres".
Ah¨ª est¨¢ la cuesti¨®n. Que el Lliure ya no es un hijo de dos, que los padres son varios y que Pasqual comparte la paternidad con ellos. Entonces, ?por qu¨¦ no compartirla efectivamente? ?Por qu¨¦ no asumir la direcci¨®n art¨ªstica -el que redacta el men¨², la temporada- que le ofrece Montany¨¨s? Se escucha tambi¨¦n en los mentideros teatrales de Barcelona que Pasqual, pese a su confesada voluntad de compartir, es persona aficionada al cheque en blanco y al mando ¨²nico. No en vano es G¨¦minis (Reus, 5 de junio de 1951); es decir, que adem¨¢s de ser un buen director art¨ªstico tiene fama de levantar, hacer despegar teatros. Lo hizo en el Lliure (con Fabi¨¤), lo hizo en el Mar¨ªa Guerrero madrile?o (Centro Dram¨¢tico Nacional) y lo hizo en el Th¨¦?tre de l'Od¨¦on-Th¨¦?tre de l'Europe, donde los franceses le reconocieron que sab¨ªa poner en pie de guerra un teatro nacional (a la saz¨®n compartido con la Com¨¦die Fran?aise), pero que como director art¨ªstico, responsable del men¨², y de su propio men¨², el que guis¨® ¨¦l, ten¨ªa todav¨ªa mucho que aprender.
?Por qu¨¦ Pasqual no acepta compartir la paternidad de aquel hijo que un d¨ªa, seg¨²n ¨¦l confiesa, tuvo con Fabi¨¤ Puigserver? ?Por qu¨¦ no acepta la direcci¨®n art¨ªstica del Lliure, que le ha ofrecido -y ha dejado vacante hasta que la acepte- Josep Montany¨¨s?
A m¨ª, si he de serles sincero, no me entusiasma como ha quedado el organigrama del nuevo Teatre Lliure. "Jo s¨®c absolutament amoral", le dec¨ªa Pasqual a Cathy Morandeau, "encara que crec tenir una certa conci¨¨ncia c¨ªvica i pol¨ªtica; ¨¦s una cosa que assumeixo i que de vegades fins i tot est¨¤ molt b¨¦. Per¨° necessito i busco molt sovint, al meu costat, gent amb un codi moral s¨°lid... M'ajuda molt". A m¨ª, para serles sincero, me agradar¨ªa que Pasqual aceptase la direcci¨®n art¨ªstica del nuevo Lliure, que se encargase del men¨², no bajo las ¨®rdenes, sino al lado de Montany¨¨s, que tal vez no es un personaje tan moral como Pasqual desear¨ªa y, seguramente, no tan inmoral como el propio Pasqual se imagina, a s¨ª mismo, pero que, eso s¨ª, y est¨¢ demostrado, es alguien s¨®lido, a prueba de bala, de cheque en blanco, de criaturas virtuales y de un sinf¨ªn de collonades.
El nuevo Teatre Lliure, para despegar, para alzar el vuelo como un p¨¢jaro libre, necesita de todos nosotros. Y en 2001, cuando la criatura de Fabi¨¤ y de Pasqual cumpla 25 a?os -y Pasqual sus 50-, necesitar¨¢ de manera especial del cari?o de quien, sac¨¢ndose de la manga un Beckett (Tot esperant Godot) y un Ch¨¦jov (L'hort dels cirerers), ha sabido mantener -cuando ha querido- el teatrillo de Gr¨¤cia -?que no desaparece!- a la altura de un teatro de arte. ?Qu¨¦ esperas, Llu¨ªs Pasqual, para aceptar de una pu?etera vez la direcci¨®n art¨ªstica del nuevo Teatre Lliure?
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