"Bonet fue un director de retales durante su etapa en el IVAM"
Acaba de inaugurar una exposici¨®n en la galer¨ªa Marlborough de Madrid, donde hac¨ªa m¨¢s de diez a?os que no expon¨ªa, y prepara otras muestras para N¨¢poles y Nueva York.A sus 55 a?os, Miquel Navarro es uno de los escultores valencianos con mayor proyecci¨®n internacional y se considera un artista con bastante ortodoxia profesional por su pertenencia a una sociedad "basada en el huerto (que no es el campo abierto de Castilla) y la artesan¨ªa". Deslumbrado por las acumulaciones metropolitanas desde la ni?ez, ha interiorizado las estructuras urbanas en su lenguaje art¨ªstico hasta convertirse en uno de los m¨¢s genuinos escultores de paisajes, con realizaciones que forman parte de las colecciones del Guggenheim Museum de Nueva York, del Reina Sof¨ªa, del Georges Pompidou de Par¨ªs o del IVAM.Pregunta. ?Cuando a un artista lo representa la galer¨ªa Marlborough se convierte en inmortal?
Respuesta. Se trata de una gran galer¨ªa, pero el artista es un tipo que siempre tiene trabajo pendiente. De lo contrario, se termin¨® la aventura que te mantiene vivo para encontrar el alma de las cosas. Me considero un tipo honrado que hace una obra que pertenece s¨®lo a su psicolog¨ªa.
P. ?El artista est¨¢ condenado a los intermediarios?
R. Desde el momento que crea un objeto que es comercial, est¨¢ sujeto a un mercado. La ¨²nica prevenci¨®n respecto al mercado ser¨ªa que no desvirt¨²e su identidad, aunque el mercado del arte es muy inteligente y cuando detecta que una identidad est¨¢ trastocada, ya no le interesa. El producto del arte tambi¨¦n se mide por la autenticidad de la identidad.
P. ?La composici¨®n de cualquiera de sus ciudades se mantiene como la proyecta o var¨ªa cada vez que la expone?
R. Las ciudades tienen unos prototipos que son fijos, como las torres o las chimeneas, pero la composici¨®n s¨ª que var¨ªa. Depende del sitio al que voy me adapto al espacio, que me impone un ritmo diferente, y al propio lugar.
P. ?Son ciudades ef¨ªmeras?
R. No, en cuanto que de un modo ortodoxo se trata de esculturas que est¨¢n creadas como un objeto concreto. La efimeridad est¨¢ en su composici¨®n. En ese sentido, tiene algo de juego y de la representatividad que tiene la m¨²sica.
P. ?Se hizo escultor para continuar jugando?
R. S¨ª, me detuve en el final de la infancia, antes de la pubertad. Es posible que no hubiese tenido bastante aventura en el juego. Creo que retomo esa ansiedad, que va ligada al deseo, y desde una mirada un poco m¨¢s madura trato de hacer un cosmos en el que intento aclarar las preguntas que no tienen una respuesta directa. Como por ejemplo, la propia existencia, que es un tema muy com¨²n entre los artistas.
P. ?Por qu¨¦ es extensiva su obra?
R. Mi obra tiene dos sentidos. Por una parte, es muy vertical y tot¨¦mica, y por la otra, es extensiva. Son dos manifestaciones del poder. Existe un poder que es vertical y otro que es horizontal. Son dos modos de poder, pero poder al fin y al cabo. Interrelaciono el elemento tot¨¦mico, que es la verticalidad y la altura, con la horizontalidad, que es extensiva, y creo una sensaci¨®n de abismo para marcar esa diferencia de poderes.
P. ?Qu¨¦ poder hace m¨¢s da?o, el vertical o el horizontal?
R. Todos los poderes pueden ser magn¨ªficos y temibles. A veces, sin poder tampoco se habr¨ªan hecho cosas importantes. En un momento como el napole¨®nico es cuando Francia adquiere mayor magnificencia y, a la vez, mayor despotismo. Me obsesiona el poder, pero tambi¨¦n muchas cosas a la vez. El poder, la sexualidad, la vida, la muerte, el orden y el caos. Son obsesiones muy evidentes en mi obra.
P. ?Qu¨¦ le obsesiona ahora?
R. La b¨²squeda, a trav¨¦s de esa ciudad que es metaf¨®ricamente un laberinto, de lo que me est¨¢ produciendo la emoci¨®n. Busco la llaga de la emotividad para explicarme la verdad.
P. ?Hay m¨¢s obsesiones que temas en su obra?
R. Se mezclan. Porque decir que una de mis ciudades es una ciudad no es verdad. A menudo es una an¨¦cdota para reunir man¨ªas. Aunque tambi¨¦n es una ciudad, pero no es una ciudad naturalista, sino figurativa.
P. ?Hay un pulso entre lo vertical y lo horizontal?
R. Lo hay, y adem¨¢s considero que las ciudades deben tratar ambos extremos, porque si se tratan con calidad es formidable. Las ciudades americanas son muy verticales y muy horizontales, y tienen una arquitectura que me parece fant¨¢stica, espectacular y atractiva. En Europa, la verticalidad se ha tratado muy bien hist¨®ricamente, como lo demuestra el caso de Florencia, aunque no lo ha hecho la modernidad, que no ha sabido captarla.
P. Habla de ciudades como met¨¢foras de poder.
R. Y como met¨¢foras de deseo, como aventura y s¨ªntesis cultural del hombre. La ciudad es lo m¨¢ximo que representa el hombre. Es la suma cultural humana m¨¢s importante.
P. ?Cu¨¢ndo empez¨® -con perd¨®n- a hacer esta especie de belenes en formato de Fritz Lang?
R. De ni?o ya jugaba a hacer estructuras de tipo urbano. Y m¨¢s tarde recupero con m¨¢s consciencia el paisaje escult¨®rico, que viene hist¨®ricamente dado de varias maneras. Por ejemplo, en las representaciones sobre maqueta de los enterramientos egipcios. La ¨²nica diferencia de mi obra respecto a una representatividad naturalista como el bel¨¦n, es que no hago maqueta y rompo la escala natural. Adem¨¢s, doy connotaciones de tipo surrealista y metaf¨ªsico, y a menudo mis formas no son ni figurativas, sino esquem¨¢ticas.
P. ?Tuvo consciencia de ser un artista muy temprano?
R. Tengo consciencia de tener una sensibilidad diferente, y de que la tengo que cuidar porque forma parte de mi manifestaci¨®n psicol¨®gica y, como tal, de mi integridad y de mi necesidad.
P. ?El material con que est¨¢ hecha cada una de sus ciudades es determinante?
R. En un primer momento mis ciudades eran de terracota, eran ciudades m¨¢s pr¨®ximas al origen, y las de ahora son de aluminio, m¨¢s postindustriales, pero no futuras. No creo en el futuro, si no es inmediato: no hago utop¨ªa. Puedo darle a mis ciudades un punto m¨¢s fant¨¢stico o surreal, pero nunca ut¨®pico.
P. ?Su obra es para mirarla o para tocarla?
R. La obra pl¨¢stica, directamente, es para mirarla, pero la escultura es para tocarla. De hecho, tengo algunas obras que se han hecho para eso, para que los ni?os jueguen y muevan a su modo.
P. Cada vez es menos pintor y m¨¢s escultor. ?Hay un porqu¨¦?
R. He madurado m¨¢s la v¨ªa escult¨®rica, aunque la pr¨¢ctica de la acuarela nunca la abandon¨¦, si es que la acuarela se considera pintura y no dibujo. Pero desde el a?o 72 en que yo todav¨ªa pintaba, no he vuelto a retomar esa posibilidad. Quiz¨¢ sea m¨¢s dibujante que pintor. El dibujo es la esencia de la escultura. La escultura es la multiplicidad del dibujo, porque es tridimensional y cada movimiento de mil¨¦sima te permite un dibujo distinto. La pintura es m¨¢s virtual: s¨®lo permite un dibujo y en ¨¦l tienes que darlo todo. El dibujo es la manifestaci¨®n instant¨¢nea del pensamiento. Es lo ¨ªntimo, lo reflexivo. La escultura es lo concreto, lo f¨ªsico y lo mec¨¢nico.
P. Para Miguel ?ngel la escultura consist¨ªa en quitar y no en poner. ?Usted quita o pone?
R. Yo tambi¨¦n me considero escultor en ese sentido profesional. A?adir es modelar. Cuando trabajo con barro creo el volumen y voy quitando. Lo mismo hago con el alumino, puesto que se corta.
P. ?Qu¨¦ opini¨®n tiene de la pol¨¦mica de la escultura de Jos¨¦ Sanle¨®n en la explanada del IVAM?
R. Respeto mucho a Sanle¨®n como compa?ero de profesi¨®n y no entiendo mucho de pol¨ªticas muse¨ªsticas.
P. ?C¨®mo concept¨²a la etapa de Juan Manuel Bonet al frente del IVAM?
R. Me parece una etapa de mantenimiento de la instituci¨®n, pero no de proyecci¨®n. Con Bonet no surgen proyectos importantes. Siempre son proyectos muy ¨ªntimos, muy ligados al mundo literario, pero yo al IVAM le exijo proyectos m¨¢s grandes. Me da la sensaci¨®n de que Bonet fue un director de retales m¨¢s que de grandes proyectos.
P. ?De qu¨¦ color pintar¨ªa esta etapa?
R. Bonet s¨®lo tiene un color y es el gris, aunque no es ninguna valoraci¨®n porque los grises a veces tambi¨¦n me gustan.
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