De Cuenca admite que copi¨® a Gosse, pero se declara 'v¨ªctima de un linchamiento'
El secretario de Estado ley¨® en la UIMP el texto plagiado
El secretario de Estado de Cultura, Luis Alberto de Cuenca, admiti¨® anoche, durante una tensa y larga conversaci¨®n telef¨®nica con este peri¨®dico, que copi¨® "10 de las 11 p¨¢ginas de La pirater¨ªa cl¨¢sica", un ap¨¦ndice del autor brit¨¢nico Philip Gosse publicado en Espa?a en 1935. De Cuenca justific¨® el hecho en una "noble tarea humanista: divulgar a Gosse en Espa?a", y atribuy¨® la publicaci¨®n de la noticia (que dieron ayer simult¨¢neamente el Heraldo de Arag¨®n y este peri¨®dico) a un "linchamiento intolerable".
El texto de De Cuenca, que afirma que pondr¨¢ el caso en manos de sus abogados, vio la luz por primera vez en 1988: el ex director de la Biblioteca Nacional lo ley¨® como conferencia en un seminario de la Universidad Men¨¦ndez Pelayo de Sevilla. El dato lo da el propio De Cuenca en el pr¨®logo de El h¨¦roe y sus m¨¢scaras (el libro de Mondadori que recogi¨® el art¨ªculo publicado anteriormente en la revista Cuadernos Hispanoamericanos), y explica el origen acad¨¦mico y universitario de un texto que ¨¦l califica como un "articulejo por el que no pasar¨¦ a la historia" y un "homenaje divulgativo a Gosse". Y a?ade: "Habr¨¦ hecho en mi vida cinco o seis cosas m¨¢s de este estilo, y desde luego no me arrepinto, la tarea del humanista es dialogar con lo anterior y traerlo al futuro".De Cuenca califica como una "bellaquer¨ªa" la publicaci¨®n de la noticia, que achac¨® a "la falta de valores ¨¦ticos" de los medios y al deseo de "atacar al secretario de Estado, no a m¨ª".
Luego, admiti¨® haber "copiado profusamente": "Claro que copi¨¦", dijo, "pero si decid¨ª hacerlo no fue para enriquecerme, ni para enga?ar a nadie, sino con un fin noble, el de divulgar la obra de Gosse en Espa?a como se merece. No niego que el hecho de presentar el texto en un ambiente universitario pudo hacer que no fuera absolutamente sincero al atribuir la fuente".
Seg¨²n De Cuenca, "la divulgaci¨®n cient¨ªfica est¨¢ fundada en el resumen de varias fuentes, y todo el mundo sabe c¨®mo se manejan las fuentes en ese tipo de art¨ªculos. Se zurce, se teje, se corta, se a?ade, como los rapsodas. Y no puedes estar poniendo comillas a cada rato. Tambi¨¦n Homero zurci¨®, y se hizo as¨ª hasta el Renacimiento, sin problemas. Luego vino toda esta cosa moderna de la Propiedad Intelectual".
Para el secretario de Estado, su texto no pod¨ªa dejar de utilizar "un libro extraordinario, sin el cual no se puede escribir nada sobre piratas. Gosse es un cl¨¢sico, como demuestra el hecho de que Borges o Elliot Dully tambi¨¦n lo saquearon. Gosse ha sido un autor muy saqueado a lo largo de la historia, pero yo al menos lo cito dos veces, al principio y en la bibliograf¨ªa".
En efecto, en la primera l¨ªnea de su art¨ªculo, De Cuenca afirma que la m¨¢s c¨¦lebre historia de la pirater¨ªa que conoce es la de Gosse, y lamenta que, en ella, la pirater¨ªa de los tiempos cl¨¢sicos "se ve reducida a un simple ap¨¦ndice". Luego, De Cuenca nombra el libro en la bibliograf¨ªa, pero no como su fuente principal. Y, en medio, copia, reescribe o parafrasea (manteniendo casi siempre el orden que utiliz¨® Gosse y la versi¨®n del traductor, Lino Nov¨¢s) el ap¨¦ndice casi entero: desde la segunda p¨¢gina hasta la und¨¦cima y ¨²ltima. Con esos pasajes, llena ocho de las 13 p¨¢ginas de su art¨ªculo (desde la cuarta en adelante), e incluye adem¨¢s (pero con otra traducci¨®n) las citas de Homero que utiliz¨® Gosse. "Es que no hay m¨¢s que ¨¦sas sobre piratas", se defiende De Cuenca. "Fue una recreaci¨®n. Pero eso es tambi¨¦n una forma de escribir".
Aunque me arrepiento mucho de no haber puesto otra frase al principio diciendo que el texto estaba basado en la estructura argumental de Gosse, estoy seguro de que si el juez ve las otras dos citas es imposible que me condene por plagio. Nos veremos en los tribunales".
Philip Gosse escribi¨® su ap¨¦ndice en su libro Los piratas de Oeste. Los piratas de Oriente (Historia de la pirater¨ªa), que fue editado en Espa?a por Espasa Calpe en 1935.
Babelia
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