Una unidad militar del sur de Per¨² se levanta contra Fujimori para exigir su dimisi¨®n

Un contingente militar peruano al mando de un teniente coronel se atrincher¨® ayer durante varias horas en un enclave minero en el sur del pa¨ªs, en un movimiento insurreccional que persigue la dimisi¨®n del presidente Alberto Fujimori y la captura del ex jefe del servicio de espionaje (SIN) Vladimiro Montesinos, al tiempo que rechaza los ¨²ltimos cambios en la c¨²pula militar. Horas m¨¢s tarde, los sediciosos abandonaron la mina despu¨¦s de abastecerse de gasolina y v¨ªveres. En una entrevista radiof¨®nica, el teniente coronel Ollanta Mois¨¦s Humala anunci¨® que se disponen a iniciar una marcha por todo Per¨² "al lado del pueblo".

En la entrevista radiof¨®nica, el teniente coronel dijo representar el sentir de la oficialidad joven y anunci¨® al pa¨ªs que los sublevados desconocen la autoridad de Fujimori como jefe supremo de las Fuerzas Armadas. El sorprendente amotinamiento se produjo horas despu¨¦s de que Fujimori destituyera a cuatro generales que constitu¨ªan la primera l¨ªnea de apoyo militar al jefe del SIN, que est¨¢ en paradero desconocido desde su regreso a Per¨² hace una semana.Tras mantener en su poder a los 3.000 pobladores del recinto minero de Toquepala (en el departamento meridional de Tacna), adonde llegaron en veh¨ªculos militares y jeeps de comandos, los sublevados se retiraron del lugar llev¨¢ndose consigo como rehenes al general ?scar Bardales, jefe inmediato del teniente coronel Humala, y a cuatro trabajadores de la mina. Residentes en el lugar dijeron que se trata de una zona escarpada de dif¨ªcil acceso y con poca poblaci¨®n. Tres camiones militares persegu¨ªan a los fugitivos.

La emisora Radio Programas de Per¨² difund¨ªa durante toda la jornada llamadas de oyentes an¨®nimos que daban su opini¨®n sobre la acci¨®n de los militares rebeldes. Prevalec¨ªan los elogios a la figura del jefe sublevado, que era calificado de "soldado valeroso" frente a "la c¨²pula militar corrupta", y frases del tono: "Necesitamos limpiar la bandera manchada por Fujimori y Montesinos".

En un comunicado oficial, el Comando General del Ej¨¦rcito anunci¨® la adopci¨®n de "las acciones correspondientes" para poner fin a "una grave acci¨®n de indisciplina" y salvaguardar "la estabilidad pol¨ªtica y social del pa¨ªs". La nota se?ala que participan en la acci¨®n sediciosa un oficial, un suboficial, 49 soldados y tres civiles, en complicidad con el mayor Antauro Humala, hermano del jefe de la sublevaci¨®n, que hab¨ªa sido dado de baja de la instituci¨®n por organizar un grupo de cadetes.

"El jefe debe representar a la instituci¨®n, pero cuando la persona se distancia de estos objetivos, el subordinado debe mantenerse leal a la instituci¨®n y no a la persona", dijo el oficial rebelde, que amenaz¨® con recurrir a las armas si sus hombres son atacados. Los sublevados hab¨ªan difundido previamente un manifiesto que considera que el recorte del mandato de Fujimori "no cambia su situaci¨®n ileg¨ªtima" y critica con dureza lo que denomina "c¨²pula montesinista con generales enriquecidos con el tr¨¢fico de drogas, que enferma de c¨¢ncer al pa¨ªs".

Las reacciones no se hicieron esperar. El l¨ªder opositor Alejandro Toledo subray¨® que la acci¨®n militar enturbia a¨²n m¨¢s la complicada situaci¨®n peruana, aunque dijo comprender los motivos de la sublevaci¨®n. Jorge Santistevan, defensor del pueblo con grandes posibilidades de convertirse en otro candidato presidencial opositor, fue tajante: "Este acto de sedici¨®n indigna al pueblo peruano. Aqu¨ª no puede aparecer una suerte de Ch¨¢vez o aprendiz de Ch¨¢vez".