Alternativa a religi¨®n

Parece que al se?or Mir Mart¨ªnez (EL PA?S, 30 de octubre) le gustar¨ªa que la Religi¨®n (cat¨®lica imagino) fuera una asignatura obligatoria como las matem¨¢ticas, es decir, que no tuviera alternativa. Si no, no me explico por qu¨¦ tacha de absurda (seg¨²n el diccionario: contrario y opuesto a la raz¨®n, que no tiene sentido) la postura que defiende que la Religi¨®n se ense?e fuera del horario escolar o, a?ado yo, incluso fuera de la escuela p¨²blica. Si fuera tan sin sentido no ser¨ªa lo normal en tantos y tantos pa¨ªses como lo es. Pero es que no s¨®lo no es absurdo, sino que adem¨¢s ser¨ªa conveniente: descargar¨ªa el horario de los alumnos, aliviar¨ªa el erario p¨²blico de los sueldos de profesores (honrados trabajadores, en todo caso) que pagamos entre todos para que propaguen la ideolog¨ªa de s¨®lo una parte de la ciudadan¨ªa y beneficiar¨ªa a los alumnos cuyas familias quisieran que recibieran ense?anza religiosa, al estar parte de su tiempo extraescolar en la parroquia correspondiente.

No veo, pues, qui¨¦n saldr¨ªa perjudicado si la Religi¨®n saliera del horario escolar de los centros p¨²blicos, salvo que estemos hablando no de un problema de ense?anza de la Religi¨®n, sino de un problema econ¨®mico de la Iglesia. Para comprender lo que la religi¨®n ha aportado a nuestra civilizaci¨®n ya est¨¢n la Historia, la Historia del Arte, la Historia de la Filosof¨ªa, las Lenguas Cl¨¢sicas. Para entender el fen¨®meno religioso ya est¨¢n la Filosof¨ªa, la Sociolog¨ªa, la Antropolog¨ªa, la Psicolog¨ªa. Todas ellas se pueden ofrecer ahora a los alumnos de Bachillerato y s¨®lo un par son obligadas para todos los alumnos. Adem¨¢s hace falta un n¨²mero m¨ªnimo (15) de alumnos para que se cursen. Pregunten cu¨¢ntos alumnos hacen falta para que tengan profesor de religi¨®n: uno.

Y aunque en un grupo de alumnos no haya ninguno que quiera cursar religi¨®n, todos tendr¨¢n que estar m¨¢s horas en el centro escolar (sin poder hacer deberes ni estudiar otras materias) para no dejar en desventaja a esos cero compa?eros que estudian religi¨®n. Eso no es absurdo (a lo que parece).-