Triunfos y tragedias de la pareja Clinton

?Qu¨¦ haremos sin Bill Clinton en la Casa Blanca? ?Qu¨¦ pasar¨¢ si Hillary no gana el esca?o para el Senado por Nueva York? Despu¨¦s de ver en acci¨®n a estas dos fuerzas de la naturaleza, es dif¨ªcil imaginarse el paisaje pol¨ªtico estadounidense sin ellos. Bill Clinton era gobernador de Arkansas -no perderse la balada con la que hac¨ªa campa?a electoral, de un hortera enternecedor- a los 32 a?os, y va a dejar la Casa Blanca en la flor de la vida, con 54. Toda esa etapa, m¨¢s el pr¨®logo de noviazgo y matrimonio, la ha recorrido con Hillary -y con otras mujeres- a su lado, siempre con intensidad, con enorme derroche de energ¨ªa, con infinito despliegue de su caracter¨ªstica b¨¢sica: una ilimitada capacidad camale¨®nica.A lo largo de tres cap¨ªtulos -Los Clinton: ascenso al poder (que se estrena hoy a las 23.30), El sue?o americano y Unidos frente al esc¨¢ndalo-, Michael Elliot, de Newsweek International, nos acerca a los pasos de la pareja que ha marcado el poder en este final de siglo americano: los a?os de lucha, el primer rev¨¦s pol¨ªtico, la carrera mete¨®rica, los esc¨¢ndalos financieros, la Casa Blanca... Y, en paralelo, la galer¨ªa de amistades de Clinton: Gennifer Flowers, Paula Jones, Monica Lewinsky (el morbo de la imagen del vestido manchado, la picard¨ªa de la becaria en su nota de pu?o y letra al presidente: "...t¨®malo como se saborea un buen puro, dale vueltas en la boca..."). Todo lo ha aguantado Hillary, hasta ahora. Cierto es que las miradas m¨¢s recientes que dirige a Bill est¨¢n dominadas por el reflejo met¨¢lico del poder compartido y no tienen nada que ver con aquella fascinaci¨®n con la que miraba a su marido en el baile de toma de posesi¨®n de su segundo mandato como gobernador de Arkansas, en 1987.

Uno de los testimonios m¨¢s ¨²tiles lo ofrece el turbulento Dick Morris, asesor de Clinton y art¨ªfice de su recuperaci¨®n y victoria sobre Dole en 1996. Otras dos aportaciones interesantes son las de Leon Panetta, jefe de Gabinete de la Casa Blanca entre 1994 y 1996, y David Gergen, director de comunicaci¨®n de Clinton en 1993.

?Qu¨¦ recordaremos de la pareja Clinton? ?Los ideales de juventud, la lucha pol¨ªtica en pareja, las irresistibles tendencias de Bill o la prosperidad que la mayor¨ªa de los norteamericanos ha conocido durante su presidencia? Un poco de todo, porque su principal rasgo, lo que explica grandezas y miserias es, en palabras de Elliot, que la historia de los Clinton es la de un gran talento desperdiciado.