El precio del cielo
Hasta ahora se hablaba de dos mundos en la distribuci¨®n de la m¨²sica grabada: la venta de CD y la venta on line. Y la cosa va a seguir as¨ª por alg¨²n tiempo. Sin embargo, la legalizaci¨®n de la experiencia de Napster va a acelerar de manera dr¨¢stica la confluencia de estos dos sistemas y, dentro de algunos a?os, la mayor parte de las discotecas dom¨¦sticas ser¨¢n virtuales, aunque convivir¨¢n no s¨®lo con el consumo de CDs, sino del DVD y otros medios como el sat¨¦lite y el cable digital. Empresas como Emusic, hasta ahora l¨ªderes en la venta de m¨²sica on line en EE UU, van a sentir la pegada de la alianza de Bertelsmann y Napster. Ellos empezaron hace tres meses la venta por suscripci¨®n con una cuota mensual de 2.000 pesetas al mes por descargas ilimitadas. Napster y Bertelsmann anuncian que su suscripci¨®n ser¨¢ de 1.000 pesetas al mes.
Tendr¨¢n que amoldarse a las nuevas demandas del mercado, sobre todo ahora que empiezan a entrar las majors. Una vez m¨¢s, los que quedan en el aire son los peque?os y medianos empresarios.La f¨®rmula del ¨¦xito de Napster es f¨¢cil de explicar. En la inextricable mara?a de la Red crearon una comunidad a trav¨¦s de un inter¨¦s com¨²n: la m¨²sica. Y algo m¨¢s: su gratuidad. Shawn Fanning, con 19 a?os, elabor¨® un sistema sencillo de poner en contacto a todos los usuarios dispuestos a intercambiar sus colecciones (debidamente grabadas en su disco duro) con cualquier otra persona del mundo.
Un universo sin fronteras, sin intereses comerciales, idealista y hasta combativo. El nirvana de los mel¨®manos y los fans. Un cielo abierto. Algunos artistas protestaron abiertamente porque no percib¨ªan derechos de autor por estas grabaciones. Los grandes sellos llevaron a Napster a los tribunales.
Otros artistas mostraron su simpat¨ªa por esta gente que, m¨¢s que saquear, quer¨ªan tener a mano toda la m¨²sica que siempre so?aron. Las ventas de discos no se han visto afectadas por la popularidad de esta pr¨¢ctica de la pirater¨ªa. Quiz¨¢, si el nirvana es barato, sigan disfrutando de ¨¦l.
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