Ca¨ªda libre del Atl¨¦tico hacia la nada

"?Hab¨ªa una vez un circo!", se o¨ªa ayer al mediod¨ªa por las inmediaciones del Calder¨®n. El circo deb¨ªa ser el de dentro, donde el Atl¨¦tico jugaba frente al Tenerife y, para no desmentir su cr¨ªtico estado, perd¨ªa. 14 hombres devorados por la angustia, un equipo desquiciado, se pelearon ayer contra s¨ª mismos y terminaron derrotados. El Tenerife, el l¨ªder, no fue m¨¢s que un invitado necesario y ordenado que puso lo m¨ªnimo, recogi¨® los tres puntos y se fue por donde hab¨ªa venido.Tan saturados est¨¢n los jugadores del Atl¨¦tico de las feroces cr¨ªticas de su presidente, de las milagrosas revoluciones que todo lo curan y nada sanan, de las reuniones de urgencia, de saberse por debajo de s¨ª mismos, que ya ni se acuerdan de que al f¨²tbol se juega con un bal¨®n. Atenazados por una situaci¨®n que les sobrepasa, la pelota es hoy por hoy la ¨²ltima de sus preocupaciones. Malo, porque mientras sea as¨ª sus problemas no har¨¢n m¨¢s que engordar.

En medio de la asonada, Marcos apart¨® a Kiko y Cubillo de la titularidad. Lo mismo dio. En toda la primera mitad el Atl¨¦tico s¨®lo tir¨® a puerta una vez. Fue al final, cuando un cabezazo de Paunovic tras una poderosa internada de Aguilera por la banda derecha se estrell¨® en el palo. El resto fue el vac¨ªo. Con Hugo Leal y Juan G¨®mez incapaces de armar una sola jugada, Paunovic perdido en la media punta y Salva y Juan Carlos abandonados arriba, el Atl¨¦tico era la vida imagen del caos. Al Tenerife, que en los primeros 20 minutos desaprovech¨® un par de ocasiones claras para adelantarse, le bastaba el orden y la colocaci¨®n para controlar el partido.

Tan grave es la enfermedad del Atl¨¦tico que ni los goles la curan. Con el 1-0 en el marcador nada m¨¢s volver al campo, el equipo ten¨ªa el primer momento de respiro de la semana, pero el Tenerife, con la suficiencia de los que se saben muy superiores, remont¨® como si nada. Diez minutos, y 1-1; diez m¨¢s, y 1-2. Quedaban a¨²n 20 para el final, pero el Atl¨¦tico se entreg¨® al pelotazo sin sentido y la afici¨®n a criticar al equipo y a Gil. "?Hab¨ªa una vez un circo!", se o¨ªa. En eso, aunque sea lo ¨²nico, s¨ª parece que el presidente y los aficionados est¨¢n de acuerdo.