Joan Perucho recibe el homenaje de los escritores por sus 80 a?os

Ten¨ªa que ser una fiesta sorpresa, pero como si de una de sus transmigraciones fantasmag¨®ricas se tratase, el escritor Joan Perucho consigui¨® enterarse con antelaci¨®n de las sigilosas maniobras de la Instituci¨® de les Lletres Catalanes (ILLC) para dedicarle un homenaje por su 80? aniversario. El acto, una fiesta con pastel y regalos incluidos, tuvo lugar anoche en la sede de la Biblioteca de Catalu?a.

Los regalos consistieron en tres vol¨²menes de los dietarios de la Generalitat de Catalu?a, por parte de la ILLC, y un conjunto de xilograf¨ªas de Elena Maragall, hija del poeta. El director general de Promoci¨®n Cultural de la Generalitat, Vicen? Llorca, ley¨® un paneg¨ªrico de elevado tono po¨¦tico destacando que Perucho "ha hecho de su palabra un ejercicio de transfiguraci¨®n total", y sugiri¨® que toda su literatura fant¨¢stica "proviene probablemente de las conversaciones que mantienen en su extensa biblioteca sus propios libros".De la m¨ªtica biblioteca particular de Perucho tambi¨¦n dio fe el escritor y acad¨¦mico Pere Gimferrer, quien rememor¨® su descubrimiento del autor, all¨¢ por el a?o 64: "Entonces lo que me interesaba de la literatura era la excepci¨®n. Pero result¨® que Perucho era todav¨ªa m¨¢s ins¨®lito que Brossa y que Foix, debido a su personal¨ªsima forma de entender la realidad. Es un hombre de muchas lecturas, gracias a las cuales no recuerdo a ning¨²n otro cr¨ªtico literario con un criterio tan fino. Perucho nos ense?¨® a divertirnos con la literatura, en una actitud equiparable a la del rigor que tiene otro sabio como Mart¨ª de Riquer".

Por su parte, el escritor Carles Pujol -quien junto a Gimferrer y Perucho integraba en los a?os ochenta la denominada Acad¨¨mia dels Cient¨ªfics, dedicada a la localizar y estudiar "libros raros"-, defini¨® la personalidad singular del homenajeado de esta manera: "La impresi¨®n que produc¨ªan sus primeros libros era la de una persona necesariamente inexistente. La foto que aparec¨ªa en la solapa resultaba inquietante, una mirada hipn¨®tica, irreal; Perucho tiene, como Sant Josep Oriol, el don de repartir su existencia entre la realidad y la imaginariedad".

Finalmente, el director de la Instituci¨®, Francesc Parcerisas, quien se declar¨® "frustrado" por no haber podido mantener el secreto del acto, agradeci¨® al poeta y bibli¨®filo su capacidad de esparcir fantasmas por la litertura y la vida, como en aquella ocasi¨®n en que mandaron un taxi a recoger al escritor y cuando el taxista se dio la vuelta, tras llamar al timbre, alg¨²n ser incorp¨®reo se hab¨ªa llevado el veh¨ªculo.