La UE acusa a Reynolds de fabricar un tabaco especial para vender m¨¢s en Espa?a
En la denuncia presentada ayer, Espa?a aparece como la principal puerta de entrada del tabaco de contrabando. La UE detalla en el documento de 188 p¨¢ginas las redes presuntamente utilizadas y organizadas indirectamente por RJR Nabisco, propietaria de Reynolds, y Philip Morris para introducir ilegalmente millones de cajetillas de Winston y Marlboro en territorio espa?ol para incrementar su mercado y burlar la cuota de importaci¨®n de la UE. Incluso crearon un tabaco especial para vender en Espa?a, conocido como pata negra.
"Desde el principio de los a?os 70", asegura la denuncia, "las tabaqueras han utilizado el contrabando para incrementar su cuota de mercado en Europa, recurriendo a las rutas de tr¨¢fico ilegal como un veh¨ªculo de relaciones p¨²blicas y un instrumento de presi¨®n contra la UE para eliminar los impuestos sobre los cigarrillos". Las t¨¢cticas van desde saturar el mercado hasta cambiar el formato de las etiquetas para dificultar la tarea de las autoridades aduaneras.Seg¨²n el texto, "Reynolds, a trav¨¦s de uno de sus empleados, Richard Larocca, y otros, ayud¨® a montar una red de contrabando en la que sus cigarrillos, sobre todo la marca Winston, eran introducidos en la UE, y especialmente en Espa?a". Larocca "deb¨ªa aumentar las ventas en Espa?a por cualquier medio a su alcance incluido el contrabando". En 1994, Reynolds introdujo un sistema para recompensar a sus ejecutivos (a veces con dos o tres millones de d¨®lares) si cumpl¨ªan con ciertos objetivos de ventas, lo que estimul¨® el tr¨¢fico ilegal.
A medida que aumentaba la demanda de Winston en Espa?a, se introduc¨ªan cigarrillos de peor calidad bajo la supervisi¨®n de RJR. Crearon entonces los patanegra (tabaco rubio americano no fabricado en Europa mezclado con tabaco de importaci¨®n y que se distingue porque no lleva el sello marr¨®n de la Hacienda espa?ola, sino el azul estadounidense) exclusivamente para el mercado espa?ol.
Rotterdam-Barcelona
El tr¨¢fico del patanegra se desarrollaba de la siguiente manera, siempre seg¨²n la acusaci¨®n: "Grandes cantidades de tabaco Winston con el sello azul eran vendidas por las oficinas de RJR en Miami. Uno de sus mejores clientes era una empresa llamada Copaco, con base en Panam¨¢. El env¨ªo y el pago se llevaban a cabo por correo. El tabaco se mandaba desde las plantaciones de Carolina del Norte a Rotterdam, consiguiendo la documentaci¨®n necesaria para entrar en la UE gracias a sobornos. Desde Rotterdam se transportaba a Barcelona. Este procedimiento se utiliz¨® desde 1990 hasta 1999. En los ¨²ltimos a?os los cargamentos de EE UU tambi¨¦n pasaban por las islas Canarias o Madeira". RJR controlaba de cerca el contrabando, sostiene la UE. Cuando calculaba que la cantidad de cigarrillos ilegales sobrepasaba los l¨ªmites, recuperaba "grandes vol¨²menes" de mercanc¨ªa en las calles espa?olas para no hundir el mercado. RJR volv¨ªa entonces a vender los cigarrillos a la misma red de contrabando con una "multa" por haber tenido que recobrar la mercanc¨ªa. La tabaquera tambi¨¦n volv¨ªa a comprar los alijos incautados por la polic¨ªa y que se vend¨ªan luego en subastas, para canalizarlos de nuevo en el mercado de contrabando.
Seg¨²n el documento, Laroca estableci¨® contactos con varios individuos en Am¨¦rica Central y el Caribe para sellar nuevas redes de contrabando. Personal de RJR desarroll¨® relaciones comerciales con personas en Colombia directamente envueltas en el narcotr¨¢fico. "La importaci¨®n de tabaco", asegura la denuncia impulsada por la comisaria Michaela Schreyer, "serv¨ªa de blanqueo del dinero de los traficantes". Lo mismo pas¨® con Phillip Morris.
De 1991 a 1997, cargamentos de tabaco, procedentes de Nueva York o el Caribe y con destino a Marruecos, acabaron en Espa?a. La denuncia se?ala 27 cargamentos de Winston y de Malboro que utilizaron esta ruta entre 1995 y 1996. En noviembre de 1997, RJR mand¨® 80 millones de cigarrillos a un cliente de Grecia que luego se vendieron de contrabando a Espa?a. En abril de ese mismo a?o RJR export¨® 120 millones de Winston que no iban destinados a la UE pero terminaron tambi¨¦n en Espa?a, aunque las autoridades aduaneras espa?olas consiguieron hacerse con 22 millones de estos cigarrillos.
Phillip Morris centr¨® sus actividades en Italia y el Reino Unido. Durante a?os vendi¨® tabaco a Corado Bianchi, que ha admitido p¨²blicamente traficar con Malboro. Su ruta de preferencia pasaba por B¨¦lgica. La tabaquera manten¨ªa relaciones privilegiadas con sus distribuidores ilegales, facilitando la financiaci¨®n de los cargamentos. Cuando el precio del tabaco estaba a punto de subir, mandaba grandes cantidades de cigarrillos a menor coste.
Para frenar las iniciativas de Bruselas, las tabaqueras tambi¨¦n se parapetan tras varias organizaciones, presuntamente informativas, compuestas por ejecutivos de la dos compa?¨ªas, y que tratan de bloquear cualquier medida antitabaco. La denuncia menciona al comit¨¦ internacional sobre temas de tabaco (INFOTAB), el grupo de acci¨®n de consumo, y la Conferaci¨®n Internacional de Duty Free, entre otras.
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