Como la primera vez

El 5 de diciembre de 1830 se estrenaba en Par¨ªs la Sinfon¨ªa Fant¨¢stica de Hector Berlioz. Ayer se escuch¨® en Madrid como si fuera esa primera vez. Sir Simon Rattle y The Age of Enligtenment Orchestra obraron el prodigio en el Auditorio que, incomprensiblemente -los que no fueron quiz¨¢ se arrepientan toda la vida-, no se llen¨®. El uso de instrumentos originales -oficleides incluidos- nos llev¨® muy cerca de lo que pudo ser el sonido de entonces. Pero no ser¨¢ s¨®lo ese sonido -maravillosos el clarinetista Anthony Pay y el corno ingl¨¦s Richard Earle- lo que marque este antes y despu¨¦s berlioziano que los m¨²sicos ingleses nos brindaron anoche.Sir Simon Rattle demostr¨® por qu¨¦ est¨¢ donde est¨¢, c¨®mo es hoy por hoy la apuesta m¨¢s segura a la hora de hacer cambiar las peores costumbres de la vida musical, la inanidad de tanto concierto, el desd¨¦n de los nuevos p¨²blicos por un espect¨¢culo muchas veces apolillado, previsible. Su lecci¨®n dictada en la Fant¨¢stica -tras un Romeo y Julieta en el que dio pistas sobre lo que nos esperaba - fue la de la comprensi¨®n profunda de una pieza imprescindible en la evoluci¨®n del arte musical del siglo XIX. A la inteligencia del concepto se sum¨® la lecci¨®n de direcci¨®n orquestal, de atenci¨®n a las din¨¢micas -nada ten¨ªa que envidiar la orquesta a las de instrumentos modernos ni en expresividad ni en intensidad sonora-, de cuidado infinito en cada frase. Inolvidable. El jovenzuelo que a los 25 a?os asombr¨® al mundo con una oscura formaci¨®n de provincias -la Sinf¨®nica de la Ciudad de Birmingham- es capaz de hacer hoy, veinte a?os despu¨¦s, un Mahler sobrecogedor con la Filarm¨®nica de Berl¨ªn -su nueva orquesta que debiera cuidarle como oro en pa?o- y un Berlioz ¨²nico seg¨²n los usos de la musicolog¨ªa m¨¢s conspicua. Ah¨ª est¨¢ el futuro.