Un lustro de protestas

Nerva , un pueblo minero situado en el extremo norte de la provincia de Huelva, cuna de artistas como Daniel V¨¢zquez D¨ªaz, dio un giro en su historia el 16 de junio de 1995, cuando el Ayuntamiento adjudic¨® las obras de construcci¨®n de un dep¨®sito de residuos t¨®xicos y peligrosos. Desde entonces, un grupo de vecinos, integrados en la denominada Plataforma Antivertedero, se han movilizado en m¨¢s de un millar de ocasiones contra la instalaci¨®n, que gestiona el Complejo Medioambiental de Andaluc¨ªa (CMA), una empresa participada por Abengoa, Terraire y Egmasa.El proyecto, impulsado hasta la extenuaci¨®n pol¨ªtica por el alcalde, Jos¨¦ Villalba, del PSOE, con el respaldo de los que fueron consejeros de Medio Ambiente de la Junta de Andaluc¨ªa, Manuel Pezzi y Jos¨¦ Luis Blanco, tambi¨¦n socialistas, supuso un coste social para el pueblo, que a¨²n paga sus secuelas. La divisi¨®n y el enfrentamiento entre familias y amigos se instal¨® en las calles entre los que apostaban por la construcci¨®n del dep¨®sito y los que decidieron hacer lo imposible por evitarlo.

Los a?os 1996 y 1997 fueron largos y negros para Nerva, en los que se produjeron encierros en el Ayuntamiento con desalojos, manifestaciones diarias y acciones de protesta, algunas de ellas disueltas por cargas de antidisturbios.

Las movilizaciones contaron con el apoyo, entre otros, del ex coordinador regional de IU Antonio Romero y de los conservacionistas Francisco Casero y Juan Clavero. Todo ello se sald¨® con m¨¢s de 200 expedientes sancionadores a vecinos del pueblo, tramitados por la Subdelegaci¨®n del Gobierno en Huelva.

Finalmente, bajo un clima de extrema crispaci¨®n, el vertedero fue inaugurado el 29 de junio de 1998 por Blanco, en un acto que estuvo vigilado por las fuerzas del orden p¨²blico ante la amenaza de boicoteo de los antivertedero. El dep¨®sito, que supuso una inversi¨®n de 4.000 millones de pesetas, recepciona el 90% de los residuos que se generan en Andaluc¨ªa.

La instalaci¨®n se extiende sobre 60 hect¨¢reas a escasos metros del n¨²cleo urbano. Sus balsas tienen una capacidad de almacenaje de 1,4 millones de toneladas de vertidos t¨®xicos y 3,5 de inertes. El vertedero ha tratado en los ¨²ltimos dos a?os un total de 200.000 toneladas procedentes de diversas empresas andaluzas y del resto del territorio espa?ol.

Ahora, cinco a?os despu¨¦s de que se encendiera la mecha de la discordia, los contrarios a la planta siguen exigiendo el cierre inmediato de las instalaciones: "Este maldito dep¨®sito ha dividido a nuestro pueblo. No estamos seguros porque all¨ª dentro se producen todo tipo de irregularidades e ilegalidades", asegur¨® Elvira Alc¨¢zar, la vecina del pueblo que lidera la plataforma antivertedero.

Lo cierto es que el dep¨®sito sigue en el ojo del hurac¨¢n. Desde que abri¨® sus puertas se han declarado siete incendios en sus instalaciones. El ¨²ltimo, "hace una semana y media", seg¨²n los vecinos. "Pero se silenci¨® una vez m¨¢s", dijo Alc¨¢zar. El portavoz en Huelva de la organizaci¨®n Ecologistas en Acci¨®n, Juan Romero, considera que a la planta llegan todo tipo de residuos sin control de almacenaje, "algunos de ellos muy peligrosos por las reacciones qu¨ªmicas que provocan al contacto con otras sustancias".

Los conservacionistas estiman, adem¨¢s, que la Comisi¨®n de Seguimiento del dep¨®sito, que se cre¨® cuando comenz¨® a funcionar, integrada por representantes del Ayuntamiento, Administraciones, Universidad de Huelva y ecologistas, "no est¨¢ haciendo bien su trabajo porque no fiscaliza la entrada y salida de residuos".

Mientras, los responsables de la instalaci¨®n defienden que en el vertedero "se analizan con exhaustividad todos los residuos y aquellos que no cumplen con las normas son rechazados. El dep¨®sito es un centro de almacenamiento en condiciones de m¨¢xima seguridad", asegur¨® Carlos Moreno Bermejo, presidente del Consejo de Adiministraci¨®n de CMA, el d¨ªa en que la empresa obtuvo el certificado de Gesti¨®n Medioambiental ISO 14.001 de AENOR, que demuestra el cumplimiento de las normas internacionales en materia de seguridad ambiental.

Los contrarios al dep¨®sito est¨¢n dispuestos a seguir presionando a las Administraciones, a trav¨¦s de denuncias judiciales y medidas de protesta espor¨¢dicas, para que se clausure la planta. "Vamos a seguir con nuestras reivindicaciones porque queremos los mejor para el futuro del pueblo", dijo Alc¨¢zar.

El conflicto se ha reactivado en los ¨²ltimos d¨ªas. El alcalde de la localidad ha asegurado que ¨¦l y la Corporaci¨®n socialista local "se sienten manipulados por la Junta de Andaluc¨ªa". Villalba acus¨® al Gobierno de Manuel Chaves de "quitarse de en medio" tras la construcci¨®n del vertedero, "cuando se comprometi¨® a invertir en la creaci¨®n de un complejo medioambiental en la comarca".