Tardes de f¨¢bula

Las tardes de los mi¨¦rcoles la biblioteca infantil de Gandia se transforma en una improvisada sala de teatro. A las 17.30 horas una treintena de escolares, de entre tres y siete a?os, irrumpen en el recinto, rompen el silencio habitual de estudio y revolucionan literalmente la estancia. Acuden a su cita semanal de Les vesprades de f¨¢bula, una iniciativa incluida en el programa Biblioteca-escuela, auspiciado por la Fundaci¨®n Bertelsmann y dirigido a fomentar el h¨¢bito de lectura entre escolares.La fundaci¨®n alemana que dirige Reinhard Mohn, dedicada a la difusi¨®n de la lectura y la cultura, detect¨® hace unos a?os una notable disminuci¨®n del inter¨¦s por los libros entre los ni?os y j¨®venes, generalizada en toda Europa. La relaci¨®n de los menores con la biblioteca se romp¨ªa adem¨¢s cuando alcanzaban la edad de 13 o 14 a?os, y se hac¨ªa cr¨ªtica a partir de los 16. La fundaci¨®n se propuso entonces trabajar en la correcci¨®n de las posibles deficiencias en el sistema bibliotecario y escolar y buscar v¨ªas que consiguieran reenganchar a los m¨¢s j¨®venes a la lectura. Para ello dise?¨® un programa que involucra a las bibliotecas y escuelas y requiere la colaboraci¨®n de los ayuntamientos, y englob¨® la idea en el proyecto Biblioteca-escuela. Su objetivo: promover actividades que incentiven la lectura entre los ni?os, y desarrollar una pol¨ªtica cultural local y potenciar la biblioteca p¨²blica como espacio de formaci¨®n y entretenimiento.

Gandia fue una de las seis ciudades espa?olas que Bertelsmann seleccion¨® para desarrollar esta experiencia piloto. El municipio inici¨® el pasado a?o el programa, estimado en unos 35 millones de pesetas, en cuatro centros escolares de primaria y uno de ESO, Cervantes, Benipeixcar y Carmelitas. Durante el curso cada centro organiza juegos con textos, lecturas, dise?o de ilustraciones, y talleres de creaci¨®n literaria para los alumnos de ESO. Las actividades, coordinadas desde la fundaci¨®n, se complementan con cuentacuentos y funciones narrativas en la biblioteca infantil, Les vesprades y Les nits de f¨¢bula. La fundaci¨®n distribuye adem¨¢s entre los colegios un Bibliobox, un ba¨²l con material bibliogr¨¢fico, seleccionado por expertos que ayuda a que los m¨¢s peque?os identifiquen la oferta de la biblioteca infantil con las actividades que se desarrollan en las clases, con temas relacionados con la ciencia, el misterio y la aventura.

El programa tendr¨¢ una duraci¨®n de cinco a?os, "por lo que todav¨ªa es demasiado pronto para hacer valoraciones sobre la repercusi¨®n que est¨¢ teniendo", comenta Marisol Montaner, pedagoga y coordinadora del proyecto en Gandia. Pero ya empiezan a hacerse visibles los primeros resultados. Las actividades programadas est¨¢n siendo todo un ¨¦xito de participaci¨®n entre los escolares, asegura Montaner, y est¨¢ implicando incluso a los familiares de los menores. De ello daban buena cuenta los padres, la mayor¨ªa madres, de los peque?os que el mi¨¦rcoles pasado acudieron al cuentacuentos. Despu¨¦s de la funci¨®n, se afanaban con la bibliotecaria, Roser P¨¦rez, en poner orden en el ir y venir inquieto de los ni?os, y en transformar el patio de butacas en un improvisado taller de pintura, otra de las actividades. Adem¨¢s, el programa ya est¨¢ dando sus frutos. Leandra Mestre, de cinco a?os, pronto engrosar¨¢ la lista de socios de la biblioteca infantil. "Ya he enviado las fotos y me har¨¢n un carn¨¦ para sacar libros", aseguraba, ilusionada con el documento como si se tratara de un gran premio.