"Me desped¨ª de mi marido"
La inquietud reinaba ayer en la octava planta del hospital del Mar. Los familiares de los enfermos ingresados por el brote de legionelosis hablaban a media voz de la maldici¨®n que les hab¨ªa ca¨ªdo encima. "Mi marido nunca hab¨ªa estado enfermo, pero cuando vi que se lo llevaban a la UCI me desped¨ª de ¨¦l", contaba la esposa de Juan, uno de los ingresados. Ahora ya ha pasado todo, pero hace una semana el equipo m¨¦dico no confiaba en poder salvar a este paciente.El primer s¨ªntoma de la infecci¨®n fue el de un simple catarro, con fiebre y una tos muy seca. Ni Juan ni su esposa hicieron mucho caso de ello. Pero los d¨ªas pasaron, la tos se convirti¨® en una aut¨¦ntica pesadilla y este hombre, que seg¨²n su esposa "siempre hab¨ªa comido" perdi¨® el apetito. "Le dije que fuera al hospital, pero no quiso". Hasta que un par de d¨ªas despu¨¦s se cay¨® al suelo y tuvieron que llevarlo al hospital en ambulancia. "Le hicieron muchas pruebas y al final me dijeron que era legionelosis", recordaba ayer la mujer. Los 10 d¨ªas siguientes transcurrieron en la UCI con una gran angustia para sus familiares. Hace dos d¨ªas Juan dej¨® la Unidad de Cuidados Intensivos y ahora el paciente ya se encuentra en una habitaci¨®n normal, pero sin hambre y totalmente debilitado. Sin embargo, los m¨¦dicos ya no temen por su vida y creen que el paciente se recuperar¨¢ totalmente en unas semanas.
Fuera del hospital, la angustia no es menor. Ayer por la ma?ana era habitual ver grupos de vecinos hablando en la calle. La escena no es extra?a en un barrio popular en el que todo el mundo se conoce. Pero el tema de las conversaciones s¨ª se sal¨ªa de la normalidad. "Me han dicho que la infecci¨®n es a causa del agua del grifo", explicaba alarmado un vecino, a quien otro, mejor informado, le replicaba que el peligro sal¨ªa de "estos tubos del aire acondicionado". Una mujer irrumpi¨® en la conversaci¨®n. "?C¨®mo quieres que el bicho salga de los aparatos de aire acondicionado si aqu¨ª nadie tiene cacharros de ¨¦stos?".
La incertidumbre acerca del origen real del brote de legionelosis tambi¨¦n aliment¨® muchas conversaciones. El hecho de que las zonas h¨²medas y el agua pulverizada sean algunos de los medios de propagaci¨®n de la bacteria desat¨® innumerables teor¨ªas populares acerca del origen del foco infeccioso.
"En el paseo de Joan de Borb¨® est¨¢n haciendo unas obras que me huelen muy mal", explicaba un vecino ayer por la tarde. Estos trabajos han dejado al descubierto unas tuber¨ªas de agua que levantan sospechas en el barrio. "Con lo oxidadas que est¨¢n, de all¨ª puede salir cualquier cosa". Otros relacionan el brote de legionelosis con la proliferaci¨®n de insectos observada durante las ¨²ltimas semanas. "Algunas tardes hay una aut¨¦ntica nube de bichos", aseguraba otra vecina.
La cesta de la compra tambi¨¦n se vio modificada por el brote infeccioso. Algunos colmados del barrio agotaron sus reservas de agua mineral. El miedo de los vecinos a que la Legionella pudiera desarrollarse en dep¨®sitos de agua les impuls¨® a acaparar cuantas m¨¢s garrafas mejor.
Los mensajes tranquilizadores de las autoridades no consegu¨ªan alejar los falsos rumores de la calle, que hablaban de una gran epidemia e incontables muertos por el brote infeccioso. Por la tarde, representantes del Ayuntamiento, de la Generalitat y del hospital del Mar se reunieron con la Asociaci¨®n de Vecinos en un acto informativo que sirvi¨® para calmar los ¨¢nimos de muchos. Horas antes, los vecinos se hab¨ªan quejado de la falta de informaci¨®n. "Aqu¨ª nadie explica nada. S¨®lo sabemos lo que nos dec¨ªs vosotros", se quejaba una vendedora ante un peque?o grupo de periodistas.
Este sentimiento de abandono es muy habitual entre los vecinos, que se quejan de que las autoridades ven en el barrio de la Barceloneta una especie de puerta trasera de Barcelona. Una charcutera del mercado se mostraba ayer "poco sorprendida" por el brote infeccioso que ha afectado a su barrio: "Aqu¨ª siempre ha venido a parar toda la porquer¨ªa de Barcelona".
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