Funcionarios

Los empleados p¨²blicos espa?oles no somos hermanitas de la caridad; no trabajamos por amor al pr¨®jimo. Tampoco somos desinteresados artistas que trabajan por amor al arte. Al parecer, lo que s¨ª somos es "la cabeza de turco" de alg¨²n que otro Gobierno, antes del PSOE, ahora del PP, que utiliza lo que deber¨ªa ser nuestro incremento salarial para tapar agujeros y sanear la econom¨ªa.Para nosotros, nunca se va a acabar "la ¨¦poca de las vacas flacas" y del "abr¨®chese el cintur¨®n". Las vacas gordas y los pantalones holgados son para otros. Y ya basta de t¨®picos del funcionario. Trabajo en un hospital del Insalud y, a pesar de trabajar mucho y estar mal remunerado, voy cada d¨ªa contento a mi hospital, porque me gusta mi trabajo y adem¨¢s ayudo a gente que lo necesita, y, por supuesto, considero que mi labor no es menos importante que la de muchos que gozan de una engrosada n¨®mina en la empresa privada u ocupan un buen despacho en la p¨²blica.

Creo que ya basta, que el plato de jud¨ªas con chorizo no es suficiente. Que de vez en cuando tambi¨¦n me gustar¨ªa poder ir con mi mujer al teatro o a un restaurante, o poder llevar a mi hija a visitar el zoo o poder comprar un carrito nuevo a mi hijo que viene de camino.

Ya est¨¢ bien de enmascarar la realidad con el Gran Hermano, la Tamara, El bus y todas esas tonter¨ªas. Que ya me gustar¨ªa a m¨ª ver a m¨¢s de uno c¨®mo saca a su familia adelante con 130.000 pesetas al mes.- Juli¨¢n Nevado. Madrid.