"En el mundo ¨¢rabe, el laicismo est¨¢ en conflicto con la democracia"
Gema Mart¨ªn Mu?oz (Madrid, 1955) no s¨®lo es una experta en el mundo ¨¢rabe, sino una de las m¨¢s decididas defensoras de las aportaciones culturales del Islam. Profesora de Sociolog¨ªa del Mundo ?rabe en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, Mart¨ªn Mu?oz ha sido tambi¨¦n asesora de Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar en sus respectivas visitas como presidentes del Gobierno a Marruecos e Ir¨¢n. Esta semana ha participado en Vitoria en un curso del Instituto de Historia Valent¨ªn de Foronda sobre el Islam en la actualidad.Pregunta. ?C¨®mo llega una mujer, en la machista y cristiana universidad de los 70, a apasionarse con el mundo ¨¢rabe?
Respuesta. Hay una confluencia de experiencias personales que me permitieron conocer un mundo que acaba fascinando a quienes interesa.
P. Y eso que la complejidad del Islam tampoco ser¨ªa un atractivo a?adido...
R. Si se tiene la ocasi¨®n de viajar por estos pa¨ªses, se descubre que son unas sociedades muy ricas culturalmente, con unas din¨¢micas sociales muy variadas, de gran atractivo para el soci¨®logo. Por otra parte, mi aproximaci¨®n al mundo isl¨¢mico se pod¨ªa haber hecho como hombre. Uno de los estereotipos que se rompen es que en estos pa¨ªses trabajas igual tanto como mujer que como hombre. No hay trabas.
P. ?De d¨®nde procede ese t¨®pico de que la mujer musulmana no tiene acceso al mundo acad¨¦mico?
R. Es una imagen falsa que cultiva Occidente sobre el mundo ¨¢rabe. Hay una diversidad enorme, pero sobre todo hay que destacar que son sociedades en proceso de cambio y trasformaci¨®n, donde la mujer desempe?a un papel relevante en el espacio p¨²blico, mucho m¨¢s importante de lo que Occidente cree.
P. O sea que no es cierto ese aislamiento.
R. La mujer ha tenido un acceso masivo a la educaci¨®n b¨¢sica y a los estudios universitarios, lo que le permite desarrollar luego una importante experiencia laboral y profesional. Adem¨¢s, tiene informaci¨®n sobre planificaci¨®n familiar y puede adquirir anticonceptivos. Todo un cambio con respecto a la sociedad tradicional. El modelo de familia cl¨¢sico convive con nuevas formas de organizaci¨®n familiar.
P. Pero no se conoce un estado no confesional con poblaci¨®n mayoritariamente musulmana, salvo Turqu¨ªa.
R. Ese tipo de Estado ser¨¢ posible cuando esas sociedades as¨ª lo deseen. Lo que existe es una identidad cultural que va m¨¢s all¨¢ de la referencia religiosa fundamental que es el Islam. Y eso pervivir¨¢. Pensar en laicismo en t¨¦rminos de aniquilaci¨®n de la personalidad isl¨¢mica es imposible. Adem¨¢s, cuando en el siglo XIX el imperialismo y las ¨¦lites prooccidentales quisieron imponerlo, fracas¨®. En el mundo ¨¢rabe, laicismo va unido a autoritarismo, est¨¢ en conflicto con la democracia. Adem¨¢s, hay una impresi¨®n de que el laicismo es un instrumento de dominaci¨®n imperial, de asimilaci¨®n cultural. Es m¨¢s, hasta el siglo XIX no hab¨ªa habido conflicto entre progreso e Islam.
P. Pero, al menos por las apariencias, la situaci¨®n de la mujer no es envidiable.
R. La raz¨®n de esa desigualdad no proviene de que sean musulmanes, de que el Islam sea o no capaz de establecer la igualdad entre hombres y mujeres. La raz¨®n viene de la falta de democratizaci¨®n de esas sociedades, que tiene mucho que ver con la dictadura de unas ¨¦lites gobernantes que tienen como refuerzo a los aliados externos occidentales. Por eso, me parecen de un cinismo extremo las quejas que llegan de Occidente a esa discriminaci¨®n a la mujer, cuando es el propio Occidente el que respalda a esos gobiernos.
P. ?D¨®nde est¨¢ la soluci¨®n?
R. En llegar a una democratizaci¨®n que permita al Islam reinterpretar la posici¨®n de la mujer.
P. Pero hay pa¨ªses en los que se puede hablar de maltrato sistem¨¢tico a la mujer.
R. Eso no es cierto. Lo que hay es una situaci¨®n de discriminaci¨®n jur¨ªdica y de patriarcado, muy similar a la que se viv¨ªa en Espa?a durante el franquismo, cuando hab¨ªa tambi¨¦n una alianza entre el poder autoritario y los sectores tradicionalistas de la Iglesia cat¨®lica.
P. En Afganist¨¢n, parece que la situaci¨®n es un poco m¨¢s exagerada.
R. Lo que ocurre all¨ª y en otros pa¨ªses se interpreta de una manera manipulada: se generalizan los casos m¨¢s extremos y menos representativos del mundo isl¨¢mico. La muy particular y perif¨¦rica situaci¨®n de Afganist¨¢n es un modelo inspirado por Arabia Saud¨ª, y nadie habla nunca mal de este pa¨ªs, porque es un aliado estrat¨¦gico de Estados Unidos.
P. Usted es una gran conocedora de Ir¨¢n, otro pa¨ªs fundamentalista.
R. ?sa es otra falacia. Como no es interesante estrat¨¦gicamente para los EE UU, est¨¢ en todo momento en tela de juicio. Pero la revoluci¨®n isl¨¢mica ha colocado a la mujer en la sociedad.
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