De chichas y limonadas

Fujimori ha dado la raz¨®n a quienes dec¨ªan de ¨¦l que era un inescrupuloso irresponsable. Y se la ha quitado a quienes, por pragmatismo (que es la superstici¨®n de moda), prefer¨ªan anteponer la consideraci¨®n de que hab¨ªa controlado la hiperinflaci¨®n y aniquilado a Sendero Luminoso. Lo mismo (s¨®lo que sin huida a Tokio) ha ocurrido en Argentina con Menem. All¨ª la f¨®rmula pragmatismo m¨¢s globalizaci¨®n ha dejado al otrora "granero del mundo" en n¨²meros rojos y con una muy dif¨ªcil recuperaci¨®n econ¨®mica, pol¨ªtica y social. ?Qu¨¦ tendr¨¢ la nueva econom¨ªa que necesita de gente como ¨¦sta para poder ser impuesta? Durante los ¨²ltimos diez a?os, la mayor parte del empresariado de Per¨² y de Argentina apoy¨® a estos se?ores y sus pol¨ªticas, mientras que much¨ªsimos de sus liberales aceptaron ser ministros y diplom¨¢ticos o, sencillamente, se conformaron con aprovechar los buenos negocios que facilitaban las nuevas reglas del juego.

Muy bien, dir¨¢ usted, ?y cu¨¢l es la moraleja? La moraleja, me parece, es que hay que desconfiar de las f¨®rmulas salvadoras que hablan de libertad econ¨®mica, pero no hablan de justicia (y no agregar¨¦ "social" porque la justicia siempre es social). Y que sobre todo hay que sospechar de las f¨®rmulas que aseguran que la mucha libertad econ¨®mica producir¨¢, por s¨ª sola, mucha justicia. Dicho de otro modo y en t¨¦rminos de mercado: si lo que usted quiere es justicia, no compre libertad econ¨®mica. Compre justicia.- Mario Paoletti.