Las redacciones multimedia garantizan el futuro de los medios de comunicaci¨®n, seg¨²n Mark Hinojosa

Internet est¨¢ provocando una aut¨¦ntica oleada de cambios en las formas de ejercer el periodismo. Es una evoluci¨®n a¨²n en ciernes en la que algunos han tomado la delantera como el Chicago Tribune, pionero en la integraci¨®n de medios audiovisuales -radio y televisi¨®n-, escritos -peri¨®dicos- y combinados -Internet- en una sola redacci¨®n. Para conocer esta experiencia y lo que est¨¢ por venir, el IV Congreso de Periodistas de Catalu?a ha invitado a Mark Hinojosa, directivo y coordinador de medios del Chicago Tribune, a charlar sobre el "experimento" en una conferencia. Hinojosa ha asegurado a este diario que las redacciones multimedia son la garant¨ªa para la "supervivencia" de los medios de comunicaci¨®n.

"No importa el medio, sino contar buenas historias", afirma Mark Hinojosa (Los ?ngeles, 1956) cuando se le pregunta por las dificultades que encuentra un redactor de prensa para adaptarse al uso de una c¨¢mara, por ejemplo. Tampoco se trata, como muchos piensan, de que los periodistas deban tener las mismas habilidades que un ingeniero de sonido. "Nadie les pide eso", sentencia el directivo del Chicago Tribune."Siempre habr¨¢ especialistas, pero fomentamos que los redactores del peri¨®dico puedan llamar a la radio para ofrecer, por ejemplo, una noticia de ¨²ltima hora y que, adem¨¢s, puedan leerla ellos mismos en conexiones en directo". En opini¨®n de Hinojosa, las redacciones multimedia permiten al periodista volver al origen de la profesi¨®n, e insiste en que, aunque al principio se encontr¨® con mucha resistencia por parte de los informadores, a ¨¦stos "les gusta aprender a utilizar diversos medios porque saben que as¨ª podr¨¢n hacer m¨¢s cosas e ir a m¨¢s sitios".

El funcionamiento actual de los diversos medios que posee el Chicago Tribune se basa en el aprovechamiento casi integral de la informaci¨®n que cosecha un redactor de cada uno de ellos por parte de los otros. Hinojosa ilustra el proceso con un ejemplo: un gran reportaje de investigaci¨®n del diario sale anunciado por Internet, en forma de versi¨®n breve, unos d¨ªas antes. Asimismo, el redactor, durante la elaboraci¨®n del trabajo, ha llevado consigo un c¨¢mara, con lo cual los productores de televisi¨®n pueden elaborar una nueva pieza. Hinojosa es el encargado de velar por que el enfoque original no se pierda por el camino.

Carrera por los lectores

Mark Hinojosa, de origen hispano pero cuya familia lleva cinco generaciones viviendo en Estados Unidos, transmite ese convencimiento propio de aqu¨¦llos que dominan a la perfecci¨®n las t¨¦cnicas de mercadotecnia. A su juicio, en esta carrera por "encontrar a los lectores all¨ª donde est¨¦n y cuando ellos quieran obtener informaci¨®n", no hay ni ganadores ni perdedores. Eso s¨ª, s¨®lo se lo pueden permitir las grandes empresas.

Para el lector, se trata de que pueda encontrar la informaci¨®n con el sello Chicago Tribune en todos los soportes a su alcance. Respecto a las relaciones entre el redactor y la empresa, Hinojosa afirma, pragm¨¢tico: "Al reportero le interesa que su empresa sobreviva porque esto hace que mantenga su puesto de trabajo".

El periodista asegura que en los ¨²ltimos a?os el Chicago Tribune, como tantos otros diarios que han lanzado sus ediciones electr¨®nicas, ha ido perdiendo lectores paulatinamente, unos 200.000 los fines de semana y unos 100.000 de lunes a viernes.

En la actualidad, vende un mill¨®n de ejemplares los domingos y 700.000 en d¨ªas laborables. La edici¨®n en papel y la digital se diferencian sustancialmente. "El lector no es est¨²pido y no quiere encontrar lo mismo en un sitio que en el otro", dice. A¨²n est¨¢n experimentando con el lenguaje, asegura, pero algo que diferencia un producto del otro es que en Internet los textos son mucho m¨¢s cortos.

Mark Hinojosa augura una convivencia de ambos por muchos a?os, pero cree que de lunes a viernes acabar¨¢ ganando la partida la informaci¨®n on line. Los fines de semana ser¨¢ otra cosa: "A la gente le seguir¨¢ gustando sentarse con el caf¨¦ con leche y un tocho de texto para leer".

El experimento de integraci¨®n de medios, concluye, sigue costando dinero a su empresa, aunque cada vez menos. Sin embargo, para ¨¦l, no hay otra salida: "Nuestra supervivencia depende de ello", concluye.