La automedicaci¨®n del dolor de cabeza puede dejar una cefalea cr¨®nica
El peor aliado de la cefalea es, en ocasiones, su remedio. Detr¨¢s del 3% de los casos de dolor de cabeza recurrente se encuentra la automedicaci¨®n y el abuso de f¨¢rmacos sin control m¨¦dico. A la consulta del jefe de servicio de neurolog¨ªa del hospital Cl¨ªnico de Valencia, Jos¨¦ Miguel La¨ªnez, que ha presentado estos datos avalados por la Sociedad Valenciana de Neurolog¨ªa, han llegado a acudir pacientes que se administraban sin control m¨¦dico una bater¨ªa de hasta 20 pastillas diarias, sin obtener remedio alguno para su dolor de cabeza.
En la mayor¨ªa de los casos se trataba de analg¨¦sicos combinados, que conten¨ªan dosis de cafe¨ªna o code¨ªna y ergotam¨ªnicos, unos medicamentos vasoconstrictores cerebrales que, al ser usados repetidamente, reducen el di¨¢metro de las arterias. Su uso continuo hace que el organismo se acostumbre de forma que al dejarse de consumir las arterias se dilatan y vuelve el dolor de cabeza.A ello se suma la naturaleza adictiva de la code¨ªna y la cafe¨ªna, que refuerza la dependencia del cuerpo a los medicamentos, y tambi¨¦n la dependencia ps¨ªquica que provocan los preparados analg¨¦sicos, generalmente administrados en dosis bajas, que son poco eficaces y favorecen el abuso. El resultado de esta mala pr¨¢ctica desemboca en lo que los especialistas denominan una cefalea cr¨®nica diaria.
Pero la cefalea que provoca una mayor repercusi¨®n en la calidad de vida de los pacientes es la migra?a, que afecta al 12% de la poblaci¨®n. Un paciente migra?oso es aquel que ha sufrido un m¨ªnimo de cinco episodios de cefalea moderada o severa que se prolongan en periodos de entre cuatro horas y tres d¨ªas. Este dolor suele producirse en un hemisferio lateral de la cabeza, es puls¨¢til -es decir, que se manifiesta a golpes intermitentes- y empeora con cualquier tipo de ejercicio f¨ªsico, con la luz o los ruidos. La intensidad del dolor var¨ªa entre los pacientes. M¨¢s de dos tercios de ellos sufren n¨¢useas y casi la mitad v¨®mitos durante las crisis de dolor.
Pero en determinadas personas las crisis son a¨²n m¨¢s complejas. Entre el 10% y el 20% de los pacientes, el dolor viene precedido de lo que los especialistas denominan aura, unos s¨ªntomas visuales consistentes en destellos, puntos luminosos o visi¨®n borrosa, o sensitivos -adormecimiento de medio cuerpo- que se prolongan una media hora. Otra de las notas que caracterizan a esta enfermedad es que afecta m¨¢s a las mujeres: el 18% lo sufren, frente al 6% de hombres. En ambos casos, es m¨¢s frecuente entre los 20 y los 50 a?os de vida y se suele sufrir una media de entre una y dos crisis al mes.
La prevenci¨®n de las crisis se ha convertido en uno de los principales instrumentos para combatir la enfermedad. Pese a su naturaleza gen¨¦tica, cada paciente tiene una serie de desencadenantes que activan los episodios, entre los que se encuentran h¨¢bitos alimentarios, como el consumo de alcohol, frutos secos, chocolate o quesos fuertes, seg¨²n apunta Jos¨¦ Miguel La¨ªnez. Evitar el consumo de estos productos es la primera medida de control de la migra?a. Otros factores, sin embargo, son d¨ªficiles de evitar, como los cambios atmosf¨¦ricos, el estr¨¦s o la menstruaci¨®n.
Uno de los objetivos de la terapia migra?osa es combatir la dilataci¨®n y la inflamaci¨®n que se produce en los vasos sangu¨ªneos que rodean el cerebro.Existe medicaci¨®n preventiva, pero su eficacia es relativa, ya que en el mejor de los casos disminuyen las crisis a la mitad. Se trata, adem¨¢s, de medicamentos no espec¨ªficos contra la migra?a, que deben ser administrados diariamente y provocan efectos secundarios como sedaci¨®n y sobrepeso.
Los remedios m¨¢s efectivos son los que se administran una vez que aparece el episodio. Se trata de medicamentos espec¨ªficos como los antiinflamatorios no esteroideos y los triptanes, un grupo de f¨¢rmacos derivado de la serotonina, uno de los principales neurotransmisores. Frente a la eficacia de estos ¨²ltimos, que ronda el 40% de tasa de respuesta, los antiinflamatorios no superan el 25% y los analg¨¦sicos el 10%, seg¨²n un estudio del Grupo de Cefaleas de la Sociedad Espa?ola de Neurolog¨ªa realizado en 1999.
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