Metal brutal

Los temas antiguos

Brutal demostraci¨®n de los niveles a los que puede llegar el rock met¨¢lico. El concierto de los brasile?os Soulfly el mi¨¦rcoles en Madrid marc¨® unos niveles de volumen y distorsi¨®n de r¨¦cord mundial. La banda del ex Sepultura Max Cavalera hizo un recorrido de una hora -f¨ªsicamente, m¨¢s tiempo debe ser dif¨ªcil de aguantar- por los dos ¨¢lbumes del grupo, cuya m¨²sica, seg¨²n los seguidores de Cavalera, era la que ten¨ªa que haber seguido haciendo Sepultura, que ahora andan m¨¢s de capa ca¨ªda.Atendiendo a una extra?a fusi¨®n de metal e influencias brasile?as, con un tel¨®n de fondo de car¨¢cter religioso y espiritista, Cavalera, cuya forma de cantar sigue siendo como si le sometieran a duchas intermitentes de agua helada, hizo un concierto duro, sin concesiones y en medio de una atm¨®sfera de entrega en una sala llena de chicos y chicas ataviados con las galas del eterno metalero, a saber: pelos largos, trenzas jamaicanas, torsos al aire -ellos- y una sudoraci¨®n ambiental tipo vestuario de rugby, que se ve¨ªa levemente atenuada por el olor a fumables.

En cuanto a las canciones -melod¨ªa cero, ritmo machac¨®n y guitarras industriales diez-, brillaron especialmente las antiguas No hope, no fear, Quilombo y Umbabarauma, aunque el nuevo material, del que hay que destacar No, Mulambo o Pain, ya ejercen tambi¨¦n de himnos de culto para iniciados.