Fox abre hoy una nueva era en M¨¦xico
Reducir las abismales diferencias entre pobres y ricos, consolidar la democracia y abatir la corrupci¨®n y la impunidad que crearon cultura en el mayor pa¨ªs de habla hispana son los principales retos de Vicente Fox, que hoy ser¨¢ investido presidente de M¨¦xico en la transici¨®n m¨¢s importante desde la revoluci¨®n de 1917. El pr¨ªncipe Felipe de Borb¨®n, 19 jefes de Estado y de Gobierno, 1.537 invitados y 100 millones de compatriotas presenciar¨¢n en directo el arranque del conservador que el 2 de julio desaloj¨® del poder despu¨¦s de m¨¢s de setenta a?os al Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Vicente Fox, de 58 a?os, separado y con cuatro hijos adoptivos, cat¨®lico practicante pero no mocho (fan¨¢tico), jurar¨¢ en el palacio de San L¨¢zaro, sede del Congreso, a las once de la ma?ana (hora local), pero antes desayunar¨¢ con 100 ni?os de la calle en el peligroso barrio de Tepito, escenario hace dos semanas de violentos choques entre vecinos y polic¨ªas. Constituye un gesto simb¨®lico en una naci¨®n con 40 millones de pobres. Un discurso en el Auditorio Nacional ante 10.000 personas, y otro al atardecer en la plaza del Z¨®calo, constituyen los actos masivos abiertos. Generoso en la enumeraci¨®n de promesas de dif¨ªcil cumplimiento, Fox hereda un econom¨ªa estable, con un crecimiento promedio de siete puntos, un PIB per c¨¢pita un 21,4% superior al de 1994, a?o en que asumi¨® el poder Ernesto Zedillo, y una inflaci¨®n a la baja. El ahorro interno creci¨® un 12%, y M¨¦xico super¨® en buena medida la crisis financiera de 1994-95, un batacazo que ocup¨® casi a tiempo completo a Zedillo, a quien la oposici¨®n atribuye poca sensibilidad social. Ha sido percibido como un obsesionado por la macroeconom¨ªa, cuyo saneamiento, por otra parte, Fox agradeci¨®. El empobrecimiento, sin embargo, la p¨¦rdida de capacidad adquisitiva de los salarios, una constante desde hace 20 a?os, la escasa disponibilidad del cr¨¦dito, la debilidad de las peque?as y medianas empresas, se traduce en la masiva fuga anual de braceros hacia EE UU. M¨¦xico, cuyos habitantes m¨¢s pobres viven en zonas de fuerte crecimiento demogr¨¢fico, ha creado la mitad de los empleos que necesita.
Fox recibe una naci¨®n lastrada por una deuda, interna y externa, en torno a los 165.000 millones de d¨®lares, que compromete el 80% del presupuesto, y probablemente impedir¨¢ le ejecuci¨®n de varios de los programas sociales ofrecidos en campa?a por un presidente que hoy seguir¨¢ alojado en un hotel hasta que concluyan las obras acometidas en la residencia de Los Pinos. "Espero que nunca me falten los pantalones para combatir la corrupci¨®n, el narcotr¨¢fico y el crimen organizado, pues para eso me contrataron", declar¨®. "?Qui¨¦n puede detener a 100 millones de mexicanos? ?Nadie!".
Pocos entre sus compatriotas parecen dispuestos a movilizarse en contra de la administraci¨®n de la esperanza, pero los proyectos de ley para aprobar aspectos de la pretendida reforma fiscal, y abrir m¨¢s a la inversi¨®n extranjera los sectores energ¨¦tico o petroqu¨ªmico, pueden encontrar en el Congreso serias resistencias. Fox quiere recaudar m¨¢s, v¨ªa impositiva o inversora, para disponer de m¨¢s fondos sin recurrir a nuevos endeudamienros. Para ello deber¨¢ llegar a acuerdos en una C¨¢mara de Diputados de 500 miembros donde su partido, el Partido Acci¨®n Nacional (PAN), y su aliado el Partido Verde Ecologista, suman 223 esca?os.
Poco dispuestos a facilitarle el trabajo, los diputados del PRI son 211, y 50 los del Partido de la Revoluci¨®n Democr¨¢tica (PRD), de centro-izquierda. Otras fuerzas menores controlan el resto de los esca?os. El PRI retiene 60 de los 127 senadores de la C¨¢mara Alta, frente a los 51 del PAN y los ecologistas, y los 16 del PRD y el Partido del Trabajo. El PRI, que hoy asiste al final de su reinado, gobierna en 19 de los 31 Estados en que est¨¢ dividido M¨¦xico, adem¨¢s del gobierno de la Ciudad de M¨¦xico.
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