Gore no apelar¨¢ la sentencia del Supremo de Florida sobre la impugnaci¨®n de las elecciones
El pronto final o la prolongaci¨®n de la batalla por la Casa Blanca estaba anoche en las manos de siete hombres y mujeres vestidos con togas negras. En Tallahassee, la capital de Florida, los magistrados del Tribunal Supremo de ese Estado escucharon razones a favor y en contra de revocar la sentencia emitida el lunes por el juez Sanders Sauls. El dem¨®crata Al Gore les pidi¨® que anularan esa sentencia, que confirma los resultados oficiales de las elecciones presidenciales en Florida y, en consecuencia, la victoria del republicano George Bush.
David Boies, abogado del vicepresidente, asegur¨® anoche que no apelar¨¢ en Washington el veredicto del Supremo de Florida si es contrario a sus tesis. Pero Gore se reservaba el derecho a seguir otros caminos. La audiencia dur¨® una hora y siete minutos y fue retransmitida en directo por las cadenas de televisi¨®n. Los jueces, seis de ellos nombrados por gobernadores dem¨®cratas, interrogaron directamente y con igual dureza a los abogados de las partes: Boies, representante de Gore, y Barry Richard, de Bush. A ¨²ltima hora de ayer se desconoc¨ªa cu¨¢ndo el Supremo de Florida iba a emitir sentencia, pero podr¨ªa producirse esta madrugada. Desde el primer momento, los magistrados de Tallahassee declararon que son conscientes de que su actuaci¨®n est¨¢ bajo la estrecha vigilancia del Tribunal Supremo de EE UU. El lunes, el m¨¢ximo organismo judicial del pa¨ªs dio un varapalo a su hom¨®logo de Florida al anular el veredicto favorable a Gore y los recuentos manuales que hab¨ªa emitido el 21 de noviembre. Charles Wells, presidente del Tribunal, declar¨® que la opini¨®n del Supremo de EE UU parece confirmar la tesis republicana de que es el poder legislativo del Estado, y no el judicial, el que tiene la prerrogativa constitucional de establecer las reglas y los plazos del proceso electoral.
Papeletas en litigio
Tras subrayar que los tribunales siguen ostentando el poder de interpretar la ley, Boies, el abogado de Gore, pidi¨® al Supremo de Florida que revoque la sentencia del juez Sauls. Este juez, seg¨²n Boies, cometi¨® el error de no estudiar unas 13.000 papeletas en litigio en los condados de Palm Beach y Miami-Dade, de fuerte implantaci¨®n dem¨®crata, antes de sentenciar que nada indica que los resultados oficiales, que conceden la victoria a Bush por 537 sufragios, sean incorrectos. Esas papeletas, indic¨®, eran "los testigos" del caso. Boies insisti¨® en que hay elementos razonables para pensar que Gore gan¨® las elecciones en Florida, y pidi¨® a los siete magistrados que ordenaran un inmediato escrutinio manual de las 13.000 papeletas. "Todos los votos deben ser contados", insisti¨®.Richard se apoy¨® en la sentencia de Sauls para indicar que, m¨¢s all¨¢ de las especulaciones de Gore, no existen elementos para poner en duda la correcci¨®n de los resultados oficiales. Los 13.000 votos en litigio, record¨®, fueron escrutados dos veces por las m¨¢quinas, y, como en otras partes de Florida y EE UU, rechazados por no contener una clara opci¨®n en la elecci¨®n de presidente. "Nadie ha arg¨¹ido en este caso que hubiera fraude, manipulaci¨®n de las intenciones de los electores y ni tan siquiera un particular mal funcionamiento de las m¨¢quinas", dijo Richard.
En Washington, Gore no emit¨ªa la menor se?al de que fuera a arrojar la toalla si el Supremo de Florida fallaba en su contra. En una conferencia de prensa celebrada tras presentar sus argumentos, Boies asegur¨®: "No apelaremos ante el Supremo de Estados Unidos. Siempre hemos dicho que el Supremo de Florida era el ¨¢rbitro final de nuestra impugnaci¨®n de los resultados". Pese a lo dicho por Boies y el candidato dem¨®crata a la vicepresidencia, Joe Lieberman, que el lunes prometi¨® a los congresistas dem¨®cratas que esta batalla ser¨ªa la ¨²ltima, Gore segu¨ªa dejando la puerta abierta a mantener su desaf¨ªo y confiar en resultados favorables para ¨¦l en los casos de los condados de Seminola y Martin, que tambi¨¦n ayer quedaron vistos para sentencia.
Tirar la toalla
Gore recibi¨® advertencias de que no todos sus aliados le seguir¨ªan por esa senda. "Nadie discute que los votos por correo en Seminola y Mart¨ªn reflejaron de modo correcto las preferencias de gente con pleno derecho a votar", dijo el editorial de The Washington Post. "Si Gore pierde en el Supremo de Florida, deber¨ªa abandonar", sentenci¨® ese diario. The New York Times tambi¨¦n inst¨® a Gore a no apoyarse en la posibilidad de que los jueces opten en los casos de Seminola y Mart¨ªn "por el injusto remedio de arrojar a la papelera casi 25.000 votos que fueron emitidos de buena fe". Si pierde en el Supremo de Florida, "Gore deber¨ªa rendirse".Como no ten¨ªan garantizado un pr¨®ximo abandono de Gore, los republicanos manten¨ªan ayer la convocatoria, para hoy, de una sesi¨®n extraordinaria del legislativo de Florida. En caso de que contin¨²e la batalla judicial el d¨ªa 12, plazo final para que Florida se aclare, el legislativo, de mayor¨ªa republicana, designar¨¢ directamente los 25 compromisarios de ese Estado en el Colegio Electoral que elige al presidente. Es la muy pol¨¦mica "p¨®liza pol¨ªtica de seguros" de Bush.
[A pesar de que el Tribunal Supremo de Florida todav¨ªa no se hab¨ªa pronunciado, Bush continuaba ayer en su residencia oficial de Austin trabajando en la formaci¨®n de su Gabinete. Los responsables de su campa?a electoral, con la ayuda de 1,53 millones de d¨®lares (unos 300 millones de pesetas) en donaciones, se preparaban para instalar el cuartel general del equipo de transici¨®n en McLean, un barrio residencial de las afueras de Washington, informa Reuters.]
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