Vanidades
LUIS GARC?A MONTEROLos seres humanos entran en combusti¨®n interna gracias a unas cuantas pasiones. El amor tiene mucho prestigio, pero he visto a muy poca gente perder la cabeza por un amor qu¨ªmicamente puro. Superada la tormentosa fragilidad de la adolescencia, los enamorados suelen necesitar la ayuda del autoritarismo, el orgullo o el sentimiento de posesi¨®n para arder como los matorrales de un bosque seco. La verdad es que hay otros huracanes espirituales m¨¢s feroces, aunque no cuenten con el adorno legendario de la mitolog¨ªa griega o de los culebrones televisivos. En el cat¨¢logo universal de pasiones, no conozco ninguna m¨¢s efectiva y devoradora que la vanidad literaria. El escritor consumido por el telele de su ego puede mantener la compostura y la sonrisa durante un tiempo, pero, cuando estalla, representa sin pudor el papel de hombre orquesta, con los ojos convertidos en alarma luminosa, los labios en trampol¨ªn de ruidos y las orejas en v¨¢lvulas enrojecidas por el vapor.
La Feria del Libro de Guadalajara, M¨¦xico, tuvo a bien dedicar su ¨²ltima edici¨®n a Espa?a. No s¨¦ exactamente si se trat¨® de un honor o de una provocaci¨®n, porque tal y como est¨¢ el panorama de nuestra literatura, teatro de folcl¨®ricas, libros en negro y cheques en blanco, era de prever que el pa¨ªs cruzase el oc¨¦ano para hacer el rid¨ªculo. Y as¨ª fue. El Ministerio de Educaci¨®n y Cultura instal¨® un pabell¨®n oficial, organiz¨® exposiciones divulgativas e invit¨® a un grupo de escritores para que hablasen en M¨¦xico de la narrativa, la poes¨ªa, el ensayo y el teatro espa?ol. Entre los invitados, como es l¨®gico, hab¨ªa algunos nombres de poco prestigio literario, pero muy cercanos al coro medi¨¢tico del PP. Estas cosas ocurren siempre, la burocracia tiene alma y suele ser generosa con la familia. Lo verdaderamente extra?o es que los deudos del PP se revolvieran contra el ministerio y arremetieran contra la Direcci¨®n General del Libro ante un auditorio de mexicanos sorprendidos y de espa?oles avergonzados. La vanidad literaria es una mala pasi¨®n, una fuerza de combusti¨®n interna que compite en la selva de las nomenclaturas con una prestigiosa ONG denominada Payasos sin Fronteras.
En el cat¨¢logo del Pabell¨®n Espa?ol, junto con la fotograf¨ªa y el curr¨ªculum de los participantes, se publicaron brev¨ªsimos panoramas de la literatura espa?ola, escritos por profesores universitarios independientes. A los deudos del PP no les bast¨® estar en Guadalajara, ser invitados por el ministerio, participar en actos de repercusi¨®n masiva. Se sintieron indignados porque los cr¨ªticos no citaran sus nombres como referencia imprescindible de la literatura espa?ola, y convirtieron la opini¨®n personal de algunos profesores en una conjura de Alfaguara y del Grupo Prisa, que por lo visto, y como es l¨®gico, se han adue?ado del Ministerio de Cultura. Sin tiempo para ver el cat¨¢logo, los compa?eros de escuder¨ªa se han lanzado a denunciar en la prensa espa?ola una manipulaci¨®n del polanco-felipismo en la literatura y en el ministerio. No les basta con los favores oficiales recibidos, quieren tambi¨¦n la Gloria. M¨¢s que ganar unas elecciones, parece que han ganado una guerra.
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