Las patillas, los ojos y los labios de Balcells

Mis cincuenta mejores amigas y yo compramos palomitas integrales y nos pasamos dos d¨ªas viendo la final de la Copa Davis en la tele.Resumen de lo visto: en el primer partido, el guapo Hewitt, que es una mezcla de conde Lecquio y Bart Simpson, gana. Para celebrar su victoria se tira por el suelo y queda rebozado como un palito de merluza. Nos entra hambre, la verdad. Despu¨¦s se abraza a todos los de su equipo y nos entra m¨¢s hambre porque a nosotras nunca nadie nos ha abrazado de esta manera tan salvaje. Se saca la gorra y la tira, se saca la camiseta ?y tambi¨¦n la tira! Desde el sof¨¢ le jaleamos: "?Desah¨®gate, Lleyton! ?Piensa en lo pobre que eras de peque?o, all¨ª en tu Adelaida natal!".

Despu¨¦s nos arrepentimos porque, en fin, el chaval no tiene ni un pelo en el pecho e igual nos denuncian por corrupci¨®n. De acuerdo; es mayor de edad, pero por muy poco. Por un momento cre¨ªamos que "quince-treinta" eran sus a?os comparados con los nuestros.

Albert Costa se esfuma (normal) y nuestro admirado Pedro Barthe, el cl¨¢sico comentarista de La 2, se enfada con ¨¦l. Le o¨ªmos decir que Hewit, f¨ªsicamente, est¨¢ entero. Qu¨¦ raz¨®n tiene.

Bueno, despu¨¦s va y gana Ferrero, que tiene nombre de bomb¨®n del embajador. Su v¨ªctima es Patrick Rafter. Ya saben, ese que es moreno y luce coleta de El Mikado. Si nosotras fu¨¦semos malas, le cantar¨ªamos esa canci¨®n aleg¨®rica de Lu¨ªs Aguil¨¦ llamada El t¨ªo Calambres. No lo somos.

Al d¨ªa siguiente, los calcetines de ejecutivo y la barba (tambi¨¦n de ejecutivo) de Barthe salen por La 1 en vez de por La 2.

Es cuando nuestra vida cambia para siempre al ver a Joan Balcells. Conserv¨¦monos fr¨ªas para describirle: Balcells (25 a?os) tiene unas patillas como el velcro de nuestras faldas, los ojos le transparentan y en cuanto a sus labios una podr¨ªa echarse una siesta en ellos. Balcells, con su pa?uelo verde en el pelo, es el t¨ªpico hombre duro que te imaginas cortando troncos a la entrada de su caba?a del lago Tahoe (Nevada).

Bueno: ya sabr¨¢n ustedes a estas horas que a las seis y treinta minutejos en el estadio suena I will survive (no ha dejado de sonar durante los encuentros), pero esta vez es distinto porque Balcells y Corretja ganan. Es una victoria hier¨¢tica porque ni uno ni otro se rebozan por el suelo. Se abrazan, s¨ª, pero tipo p¨¦same. Eso s¨ª, Barthe est¨¢ que se sale.

Todav¨ªa hay cosas del tenis que no entendemos. Por ejemplo, ?por qu¨¦ todos los tenistas botan la pelota tres veces antes de sacar? ?O por qu¨¦ se le llama ensaladera a algo que no se parece en nada a una ensaladera? Pero nos encanta el tenis porque es un deporte que nos recuerda mucho a los hombres: aunque no les entiendas del todo, no puedes evitar que te gusten.