Aznar centra su estrategia en la dif¨ªcil defensa del peso de Espa?a en el Consejo Europeo
La diplomacia espa?ola hace concesiones en otros temas para evitar un fracaso en la cumbre
La delegaci¨®n espa?ola lleg¨® a la cumbre de Niza con una estrategia r¨ªgidamente centrada en un objetivo b¨¢sico -obtener la misma capacidad de bloquear decisiones que los grandes- y tan expl¨ªcito que ayer, al quedar recogido casi literalmente en la primera propuesta de acuerdo elaborada por Francia, coloc¨® al presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, en la posici¨®n dif¨ªcil de tener que defenderlo durante las largas horas de un complicado debate. La dificultad era grande porque el objetivo en cuesti¨®n, a la vez m¨¢ximo y m¨ªnimo, no admite soluci¨®n de recambio.
La tensi¨®n fue en aumento, pese a que Espa?a se mostr¨® dispuesta a hacer concesiones significativas en otros temas tratados por la cumbre, y, al caer la noche, se tem¨ªa que creciera hasta concretarse en la posibilidad siempre abierta del recurso al derecho de veto.El objetivo espa?ol encontr¨®, en efecto, una franca acogida en la primera propuesta francesa que, al atribuir 30 votos a Alemania, Francia, Reino Unido e Italia, 28 a Espa?a y al establecer la minor¨ªa de bloqueo en los 91 votos, otorgaba a Espa?a la misma capacidad de bloquear decisiones, con la ayuda de un cuarto pa¨ªs peque?o, que a los grandes. La propuesta significaba mantener, sobre poco m¨¢s o menos, el poder actual que Espa?a tiene en el Consejo Europeo. Cualquier retroceso sobre esa situaci¨®n significar¨ªa un fracaso.
El problema es que una carta tan ajustada al objetivo que se persigue corre un serio peligro de perderse cuando la partida es larga. A fin de cuentas, es sabido que la primera propuesta no es m¨¢s que uno de los sucesivos borradores que se trazar¨¢n hasta llegar al acuerdo definitivo y que, por ello, est¨¢ condenada a sufrir modificaciones. En esa situaci¨®n, no cabe m¨¢s juego que la defensa, y fuentes diplom¨¢ticas espa?olas confirmaron anoche que Aznar se hab¨ªa dedicado a defender a ultranza el reparto de votos propuesto por Francia en el primer momento.
El frente atacante era nutrido, y el hecho de que la propuesta otorgara a Polonia dos votos menos que a Espa?a, a pesar de que las poblaciones de ambos pa¨ªses son muy similares, contribuy¨® a aumentar su encono. Para los pa¨ªses peque?os, que consideran que la propuesta francesa deteriora su posici¨®n en la UE, a pesar de las garant¨ªas que les ofrece, el diferencial hispano-polaco se convirti¨® en paradigma de la arbitrariedad con que los grandes utilizan su poder. Portugal, Austria, Holanda, Luxemburgo y Finlandia tuvieron intervenciones virulentas a puerta cerrada, en la que los votos propuestos para los espa?oles quedaron en entredicho.
P¨²blicamente, se evitaron los pronunciamientos hasta que el ministro alem¨¢n de Asuntos Exteriores, Joscka Fisher, dijo claramente, en rueda de prensa, que Alemania no aceptar¨¢ que Varsovia tenga menos votos que Madrid. Para el objetivo espa?ol, es indiferente que Polonia tenga 26 o 28 votos, y el propio Aznar se tom¨® ayer el trabajo de telefonear al primer ministro polaco, Jerzy Buzek, para decirle que ¨¦l no tiene ni inter¨¦s ni absolutamente nada que ver con el prop¨®sito de dejar a su pa¨ªs en inferioridad de votos. Como tambi¨¦n Fisher neg¨® que Alemania estuviera detr¨¢s de este punto de la propuesta francesa, a pesar de que las sospechas iban en su direcci¨®n porque no se intu¨ªa un inter¨¦s directo de Francia en el asunto, la cuesti¨®n de qui¨¦n quiere dejar descolgada a Polonia sigue en el aire.
Por otra parte, Aznar hubo de hacer ejercicios de flexibilidad en otros asuntos del consejo, a fin de que su enroque en el tema de la reponderaci¨®n de votos resultara m¨¢s soportable a los dem¨¢s socios. Y alguno de los puntos en que se mostr¨® dispuesto a ceder era importante. Fuentes diplom¨¢ticas espa?olas insistieron en que, si se resuelve el tema principal, "todo lo dem¨¢s es negociable", y dan a entender que ese "todo" puede llegar a incluir la renuncia a que el futuro de los fondos de cohesi¨®n se siga decidiendo por unanimidad a partir de 2007 o la aceptaci¨®n de la nueva Conferencia Intergubernamental en 2004 que quieren los alemanes, por citar dos de los asuntos m¨¢s problem¨¢ticos para los espa?oles. Aznar no tuvo tiempo ayer de prodigar sus argumentos en encuentros bilaterales con los dem¨¢s l¨ªderes, ya que "pas¨® todo el tiempo en la sala del Consejo, haciendo n¨²meros" que permitan casar la pretensi¨®n espa?ola de consolidar un poder de bloqueo igual al de los grandes con las resistencias que ese objetivo suscita en otros pa¨ªses.
Miembros de la delegaci¨®n espa?ola reconocieron la "dificultad" de la situaci¨®n, porque "cuando se empieza con una propuesta muy satisfactoria no se puede sino empeorar", dijeron. Las fuentes destacaron, no obstante, que, a primera hora de la tarde, el ambiente de trabajo en la cumbre segu¨ªa siendo "positivo". Ning¨²n representante espa?ol de alto nivel compareci¨® hasta las diez de la noche de ayer, cuando lo hizo el ministro de Exteriores, Josep Piqu¨¦. Para enconces, hac¨ªa horas que sus colegas de los principales pa¨ªses europeos hab¨ªan hecho declaraciones.
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