El terrorista Carlos dice que Libia le dio armas para asaltar la OPEP
Libia facilit¨® el "material de guerra" usado en el asalto a la sede de la OPEP en Viena, en 1975, seg¨²n afirma el jefe de esa operaci¨®n, Ilich Ram¨ªrez S¨¢nchez, m¨¢s conocido como Carlos y El Chacal. La idea de ese asalto fue de "un jefe de Estado ¨¢rabe", cuyo nombre no menciona, y el comando recibi¨® su material del "actual viceministro libio de Asuntos Exteriores", se lee en una carta manuscrita de Carlos, cuya reproducci¨®n est¨¢ en poder de este peri¨®dico. Chacal cumple cadena perpetua en Francia.
El caso de la OPEP evoca la toma como rehenes de 70 personas, que fueron retenidas hasta que Arabia Saud¨ª accedi¨® a facilitar a los asaltantes 50 millones de d¨®lares. El comando huy¨® a Argelia con sus rehenes y los ministros de la OPEP fueron liberados en la capital de este pa¨ªs, donde Carlos y el resto del comando escap¨®. Durante el asalto murieron tres personas, entre ellos un oficial de seguridad, cuyo asesinato ha sido atribuido por Carlos a uno de sus compa?eros de comando, Hans Joachim Klein, durante el testimonio que aqu¨¦l prest¨® el 28 de noviembre ante el tribunal alem¨¢n que juzga a este ¨²ltimo.Carlos est¨¢ condenado en Francia a cadena perpetua por el asesinato de dos agentes franceses de seguridad y de su informador liban¨¦s. El tribunal que juzga a Klein se traslad¨® a Par¨ªs para escuchar a Carlos, porque Francia no permiti¨® el traslado a Francfort del hombre a quien en los a?os setenta y ochenta se denominaba "el enemigo p¨²blico n¨²mero uno". La transcripci¨®n de su testimonio le ha parecido a Carlos muy deficiente: "Una caricatura", afirma textualmente. Por ello ha remitido una carta a su abogada desde la prisi¨®n de La Sant¨¦, donde cumple condena, en solicitud de que se le escuche de nuevo y de que esta vez pueda hacerlo en Francfort.
Isabelle Coutant-Peyre, abogada de Carlos, asegura que la transcripci¨®n del testimonio prestado en Par¨ªs ha sido desfigurada, porque la mujer que tomaba notas de lo que iba explicando su cliente no pudo comprender bien lo que dec¨ªa un hombre que hablaba "muy r¨¢pido y con fuerte acento espa?ol", mientras se le traduc¨ªa, adem¨¢s, al alem¨¢n.
El inter¨¦s de Carlos es el de "aclarar la verdad hist¨®rica". Su abogada recuerda que la C¨¢mara de Acusaci¨®n de Par¨ªs deneg¨®, el 15 de diciembre de 1999, la extradici¨®n de Carlos a Austria por considerar que los hechos han prescrito. Adem¨¢s, ese asunto "qued¨® arreglado definitivamente por un acuerdo concluido entre Kreisky y el presidente argelino Boumedian, representado por su ministro de Asuntos Extranjeros, Abdelaziz Buteflika, que hoy es el presidente de la Rep¨²blica argelina".
La letrada Coutant-Peyre presenta a Carlos como "un pol¨ªtico" y niega que se le pueda calificar de terrorista o mercenario. "El caso de la OPEP fue estrictamente pol¨ªtico; se trataba de un comando de la resistencia palestina". Adem¨¢s del caso por el que est¨¢ condenado, Carlos tiene abiertos distintos procedimientos en Francia, instruidos por el juez antiterrorista Jean Louis Brugiere, de quien dice que niega sistem¨¢ticamente pruebas pedidas por la defensa. As¨ª, en el caso del atentado contra el tren Capitol, que une Par¨ªs con Toulouse, la bomba, preparada para estallar en el asiento que tomaba siempre Jacques Chirac, no cogi¨® a este ¨²ltimo porque aquel d¨ªa no tom¨® el tren. "Nosotros quer¨ªamos preguntar a Chirac, no como acusado, sino como simple testigo, qu¨¦ hizo que no tomara aquel d¨ªa el tren, pero el juez lo ha rechazado".
Este magistrado ha denegado tambi¨¦n el interrogatorio de Mohamed Talbi, miembro de los GAL, en relaci¨®n con otro atentado ferroviario que, siempre seg¨²n la abogada de Carlos, estaba destinado a forzar a las autoridades francesas a que se mostraran m¨¢s activas contra ETA. "Yo contesto todos los procedimientos abiertos contra mi cliente, puesto que desde el principio su encarcelamiento fue ilegal", agrega la abogada de Carlos, cuya versi¨®n es que este ¨²ltimo fue "secuestrado en Sud¨¢n por polic¨ªas franceses". El objetivo de la defensa es que "el Gobierno venezolano demande a Francia que ponga en libertad a mi cliente, que es un ciudadano venezolano. Sabe usted que Hugo Ch¨¢vez escribi¨® una carta personal a mi cliente, cuya publicaci¨®n hizo mucho ruido... y que tambi¨¦n fue interceptada por el juez".
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