Los compromisarios ratifican la victoria de Bush en medio de cr¨ªticas al sistema electoral

George W. Bush recaud¨® ayer los 271 votos de compromisarios republicanos que certificaron su victoria en el Colegio Electoral, frente a los 267 votos para Al Gore. El margen nimio de su triunfo a?adi¨® un ¨²ltimo elemento de suspense, a pesar de que estaba descartada la sorpresa. Con la votaci¨®n de ayer se cierra la pen¨²ltima fase en el sistema de elecci¨®n del presidente, sometido ahora a la cr¨ªtica de los expertos y al examen de la opini¨®n p¨²blica: una encuesta revela que la mayor¨ªa de los estadounidenses quiere una reforma constitucional para eliminar la figura del Colegio Electoral.

Seg¨²n la encuesta, efectuada por la cadena de televisi¨®n ABC y el diario The Washington Post, seis de cada diez ciudadanos quieren escoger a su presidente mediante votaci¨®n directa. Si ¨¦se hubiera sido el caso, Al Gore ser¨ªa el pr¨®ximo presidente: gan¨® a Bush por 300.000 papeletas en el voto popular, como repet¨ªa machaconamente el vicepresidente en las cinco semanas de batalla poselectoral. Sin embargo, los congresistas y senadores de los Estados menos influyentes nunca permitir¨ªan una reforma constitucional en ese sentido. Si eliminara la figura del Colegio Electoral se arriesgar¨ªan a que los candidatos presidenciales ignorasen a los Estados con menor poblaci¨®n, es decir, poco rentables pol¨ªticamente.En todo caso, el desastre en los mecanismos electorales de Florida ha impulsado reflexiones e iniciativas hacia una reforma del sistema electoral, aunque las modificaciones sean m¨¢s f¨ªsicas que constitucionales. Los comentarios en ese sentido abundaron ayer, d¨ªa en el que realmente se eligi¨® al presidente en EE UU. Los 538 compromisarios acudieron a las sedes legislativas de cada uno de sus Estados para emitir su voto; el resultado se envi¨® despu¨¦s a Washington para que sea aprobado finalmente por la C¨¢mara de Representantes y el Senado en la sesi¨®n del 5 y 6 de enero. Aunque ha habido traidores entre los compromisarios a lo largo de la historia, nadie esperaba un cambio de sentido en el voto de alguno de los delegados; dos conspiradores habr¨ªan provocado un empate y tres le habr¨ªan dado la victoria a Gore, aunque el Capitolio no lo permitir¨ªa despu¨¦s.

Por si acaso, el candidato a vicepresidente derrotado con Gore, Joe Lieberman, record¨® ayer que no deseaban ninguna sorpresa. "Hemos renunciado a cualquier esfuerzo por cambiar los votos electorales", asegur¨®. Ahora bien, esfuerzos hubo hasta el ¨²ltimo momento: Mike Foster, gobernador de Luisiana y compromisario republicano, relat¨® que hab¨ªa recibido 1.100 mensajes por correo electr¨®nico pidi¨¦ndole que cambiara su voto para d¨¢rselo a Gore. Tom Slade, compromisario de Bush por Florida, cont¨® que recib¨ªa mensajes constantes en uno y otro sentido: "Hay quien me dice 'haz lo correcto y vota por Gore', y hay quien me pide que no cambie mi voto". Ninguna ley federal obliga a los compromisarios a emitir su voto por el candidato al que representan, aunque algunos Estados tienen leyes en ese sentido. En el terreno sentimental, la votaci¨®n de los compromisarios sirvi¨® para recordar a Gore la derrota en su Tennessee natal, cuyos 11 votos electorales le habr¨ªan dado las llaves del Despacho Oval.

Algunos Estados trataron de enaltecer la votaci¨®n con algo de parafernalia patri¨®tica, pero otros lo convirtieron en una reuni¨®n tan poco solemne que hasta hab¨ªa bandejas con magdalenas a discreci¨®n para los compromisarios. Mientras tanto, las cadenas de televisi¨®n exprimieron el d¨ªa con la incorporaci¨®n de un marcador electr¨®nico en su pantalla que iba contando los votos, aparentemente con la esperanza de que eso fuera noticia.