Un empate sin argumentos
Athletic y Valencia igualan su inoperancia en un encuentro sin juego
Hab¨ªa dudas. Inc¨®gnitas sobre un Athletic improvisado, cosido con los urgencias de la adversidad, y sobre un Valencia reserv¨®n y funcional, que tira m¨¢s del oficico que el arte y tramita los partidos con la p¨®liza adecuada en cada momento. La previsi¨®n se cumpli¨® al cien por cien. El Athletic acostumbrado a sobrevivir en San Mam¨¦s, por sus ineficiencias como visitante (no gana fuera desde el mes de mayo) entendi¨® la circunstancia y se aplic¨® a una teor¨ªa maximalista del esfuerzo. La base era el minimalismo razonable: tapar huecos, ahogar a Mendieta y someter a Carew a la gendarmer¨ªa de Roberto R¨ªos, un futbolista que disfruta en el cuerpo a cuerpo por muchos cent¨ªmetros que tenga su oponente.El Valencia cumpli¨® las previsiones: un equipo que digiere con dificultad sus malas digestiones y con escasas posibilidades para cambiar el gui¨®n, si no se apremia Mendieta o no se aprieta Baraja en la capacidad pulmonar.
ATHLETIC 1VALENCIA 1
Athletic: Lafuente; Larrainzar, Lacruz, R¨ªos, Larrazabal; Urrutia (Asensio, m. 83), Orbaiz; Javi Gonz¨¢lez, Yeste (Felipe, m. 83), Tiko; y Urzaiz (Cuellar, m. 79).Valencia: Ca?izares; Ayala, Djukic, Pellegrino, Carboni; Mendieta, Milla (Angulo, m. 65), Baraja, Vicente; Carew y Juan S¨¢nchez (Alonso, m. 69). Goles: 1-0. M. 13. Yeste recoge el bal¨®n en la banda izquierda y coloca un centro que Urzaiz desv¨ªa con el brazo hacia Urrutia, cuyo remate se cuela por la escuadra izquierda. 1-1. M. 82. Pase largo que Carew disputa al borde del ¨¢rea con el defensa Lacruz. El delantero noruego se impone al defensa y lanza un potente derechazo que supera a Lafuente. ?rbitro: P¨¦rez Burrull
Expuls¨® con tarjeta roja directa a Carew (minuto 83) y amonest¨® a Larrainzar, Lafuente y Mendieta
Aproximadamente, unos 35.000 espectadores en San Mam¨¦s.
Conclusi¨®n: una oportunidad del Athletic, convertida en gol, y otra del Valencia que no hab¨ªa rematado entre los tres palos, hasta que Carew disfrut¨® de su primer momento de libertad respecto a su gendarme Roberto R¨ªos. La primera vez que encar¨® a Lacruz, encontr¨® petr¨®leo, tanto que se embebi¨® y acab¨® expulsado en la misma jugada por desconsideraci¨®n hacia el p¨²blico. Tan harto estaba de su actitud gris¨¢cea que celebr¨® en .gol en sentido contrario: no como un ¨¦xito particular, sino como un fracaso del respetable. Conclusi¨®n: al vestuario por acumulaci¨®n de amonestaciones.
Es un asunto habitual del Athletic en la presente temporada. Atemoriza en San Mam¨¦s con salidas briosas y, si consigue el objetivo pr¨¢ctico -l¨¦ase el gol- se atempera en la defensa en la gesti¨®n de la escasez. Es un asunto sentimental. El miedo descontrola la actitud. En la primera parte, el Athletic le dijo claro y en voz alta al Valencia que el partido m¨¢s que jugarlo hab¨ªa que disputarlo. Es decir, que el conjunto de H¨¦ctor C¨²per dilapid¨® 45 minutos en un sinsentido por su incapacidad para superar el mano a mano, la disputa preferida por el Athleltic. Urrutia, anul¨® a un centro del campo lento y remiso a prodigarse. En encuentros tan herc¨²leos, Milla es una r¨¦mora m¨¢s que una soluci¨®n. Sin pensar es dif¨ªcil jugar. Pero al Athletic, tras el gol de Urrutia, le falt¨® concluir su superioridad an¨ªmica ante un Valencia apocado. Con Mendieta anulado y Carew desesperado pudo haber convertido en efectivo su saldo te¨®rico. No lo hizo porque el Atheltic no dispone hoy en d¨ªa (ayer con ocho bajas, menos) de la pegada suficiente para procurarse la tranquilidad.
Lo suyo es la supervicencia. Y el Valencia creci¨® en esa miseria. La insistencia fuer su argumento. Gan¨® todos los metros que le cedi¨® voluntariamente el Athletic y a base de pesadez futbol¨ªstica hall¨® su nicho habitual. Un pase de Mendieta a la buena de Dios y una resoluci¨®n perfecta del gigante Carew con un toque de calidad propicio a sus condiciones. No era f¨²tbol, sino pugna; ambici¨®n m¨¢s que arte; disputa m¨¢s que juego. Y el Athletic sucumbi¨® a su penuria de efectivos y de actitud. Por alguna extra?a raz¨®n el Athletic se ha convertido en un ahorrador conservador. Juega a largo plazo y va perdiendo efectivo en lo inmediato. El Valencia no invirti¨® nada y se llev¨® un punto. S¨®lo mirando.
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