Dos 'Mar¨ªas'
Las mar¨ªas. Durante mucho tiempo las asignaturas consideraradas menores del Bachillerato fueron conocidas como mar¨ªas. El desinter¨¦s por materias como la m¨²sica, el dibujo o los trabajos manuales han revelado en el pasado y siguen revelando en el presente el escaso aprecio de las autoridades educativas por la cultura. Al fin y al cabo, estas disciplinas forman parte de los planes a modo de ornato, de elemento decorativo. Es decir, ocupan el mismo lugar que el piano o el franc¨¦s ten¨ªan en la educaci¨®n de las ociosas se?oritas burguesas del siglo pasado. En consonancia con este calificativo de mar¨ªas, los profesores de m¨²sica o de dibujo han aparecido a los ojos de la sociedad como bichos raros, tipos exc¨¦ntricos que no hab¨ªan podido llegar al olimpo de las catedr¨¢s de matem¨¢ticas, por poner un ejemplo. Han pasado los a?os, se han sucedido distintas reformas educativas, han cambiado los ministros, pero salvo breves periodos las mar¨ªas no han perdido su condici¨®n de asignaturas de segunda fila.Claro que este menosprecio hacia la m¨²sica o el arte explica que las orquestas, los museos o los centros culturales de Espa?a se sit¨²en con demasiada frecuencia a a?os luz de sus hom¨®logos en pa¨ªses como Alemania o Francia. Pero la guinda de esta actitud tan enraizada de despreciar cuanto se ignora ha llegado con la reforma de la ESO promovida por la ministra Pilar del Castillo, donde m¨²sica y pl¨¢stica son las dos asignaturas que han corrido peor suerte. Por ello, unos 2.000 profesores se manifestaron el pasado fin de semana en Madrid para llevar su protesta a las calles. As¨ª, mientras los ide¨®logos del PP se llenan la boca con proclamas en favor de un reforzamiento de las ense?anzas de humanidades, la realidad privar¨¢ a miles de estudiantes del disfrute de la obra de un compositor, de la admiraci¨®n de los cuadros de un museo, del placer de tocar un instrumento, de la pasi¨®n por el dibujo...Aquellos alumnos que deseen aprender m¨²sica o pl¨¢stica tendr¨¢n que buscar sus propios caminos en lugares donde no sean despreciadas como unas mar¨ªas.
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