Djindjic, un fil¨®sofo curtido en la lucha contra Milosevic
El doctor en filosof¨ªa Zoran Djindjic, de 48 a?os, cabeza de lista de la Oposici¨®n Democr¨¢tica de Serbia (DOS) y candidato al puesto de primer ministro de Serbia, se encuentra muchos puntos por debajo de la popularidad del presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica. No obstante, la alianza entre Djindjic y Kostunica ha constituido la precondici¨®n necesaria para derribar, y a partir de ahora desmantelar por completo, el r¨¦gimen de Slobodan Milosevic.Detr¨¢s del rostro de Djindjic, con un aire de chico travieso, se esconde un pol¨ªtico con m¨¢s conchas que un gal¨¢pago, curtido en mil batallas: unas contra el r¨¦gimen de Milosevic y otras contra pol¨ªticos de la oposici¨®n. Quiz¨¢s por ello, por los a?os de lucha pol¨ªtica y los ataques del aparato de propaganda del r¨¦gimen derrocado, Djindjic no logra conectar con el p¨²blico, ni despertar el entusiasmo entre el pueblo que ha conseguido en los ¨²ltimo meses su aliado Kostunica.
El analista de la BBC Tim Judah recog¨ªa en un perfil sobre Djindjic de una sola tacada esta lista de calificativos: "Ferozmente inteligente, r¨¢pido, brillante, organizador, pragm¨¢tico, maquiav¨¦lico, oportunista". Sin duda, la lista podr¨ªa ampliarse. A lo largo de su carrera pol¨ªtica en la ¨²ltima d¨¦cada, Djindjic pas¨® de apoyar en Pale al siniestro y sanguinario l¨ªder serbobosnio Radovan Karadzic, durante el asedio a Sarajevo, a ser la gran esperanza de los occidentales, en especial de Alemania, de llegar a ser el pol¨ªtico capaz de convertirse en la alternativa a Milosevic.
Este hijo de militar, nacido el 1 de agosto de 1952 en una peque?a ciudad de lo que hoy es Rep¨²blica Serbia de Bosnia-Herzegovina, particip¨® en actividades estudiantiles de oposici¨®n contra la dictadura de Tito. Esto tuvo como consecuencia unos meses de prisi¨®n. Cumplido este compromiso penitenciario, Djindjic march¨® a Alemania con una beca para hacer el doctorado en filosof¨ªa. Estudi¨® con J¨¹rgen Habermas en Francfort y ahora recuerda de aquellos tiempos que compraba libros, "por cierto muy caros", en una librer¨ªa donde trabajaba otro joven que tambi¨¦n llegar¨ªa lejos en la pol¨ªtica: el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Joschka Fischer.
De vuelta a Yugoslavia, en 1979, un a?o antes de la muerte de Tito, se dedic¨® a la ense?anza. En 1990 fund¨® con otros intelectuales el Partido Democr¨¢tico (DS) y gan¨® un esca?o en el Parlamento. Uno de los miembros del DS era el hoy presidente de Yugoslavia, Kostunica. El DS llev¨® la vida a la que se ven condenados los grup¨²sculos en los reg¨ªmenes desp¨®ticos: escisiones sin fin y otros tantos intentos de crear alianzas. En una de esas escisiones sali¨® del partido Kostunica, quien fund¨® el Partido Democr¨¢tico de Serbia (DSS).
El pasado verano, 18 grupos de oposici¨®n y un sindicato consiguieron unirse en la Oposici¨®n Democr¨¢tica de Serbia, con Kostunica como candidato de todos. De momento, Djindjic y Kostunica est¨¢n condenados a entenderse. De lo contrario, las esperanzas del pueblo serbio se ver¨ªan frustradas una vez m¨¢s.
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