Un hombre acusado de apu?alar a su ex compa?era queda libre al inhibirse un juez en favor de otro

M¨¢s de 150 personas se manifestaron ayer en El Ejido (Almer¨ªa) para protestar contra la orden de la juez del Juzgado n¨²mero 1 de esa localidad, Araceli Catal¨¢n, que dej¨® en libertad a E. G., de 29 a?os, acusado de asestar varias pu?aladas a su ex compa?era Guillermina Buend¨ªa, de 31 a?os, el 28 de diciembre pasado. A pesar de que la agresi¨®n se produjo a primeras horas de la ma?ana y ante testigos, la juez mantuvo la orden de libertad al inhibirse en el caso, seg¨²n informa Efe, por tramitarse las denuncias por amenazas de d¨ªas anteriores en otro juzgado, el n¨²mero 2 de la misma localidad.

Guillermina Buend¨ªa, madre de dos hijas y en tr¨¢mites de separaci¨®n, recibi¨® numerosas pu?aladas en todo el cuerpo cuando su agresor la sorprendi¨® esperando el autob¨²s para acudir al trabajo. La agredida hab¨ªa interpuesto numerosas denuncias por malos tratos contra E. G., un ciudadano marroqu¨ª.

Las agresiones de E. G. no se han limitado a Guillermina Buend¨ªa, seg¨²n los familiares de la v¨ªctima. 'Hemos recibido muchas llamadas amenaz¨¢ndonos. Nos dec¨ªa que iba a quemar nuestros invernaderos y los quemaba. Nos dec¨ªa que iba a matar a mi hermana y ya la ha apu?alado. Le hemos puesto m¨¢s de 40 denuncias, pero nadie nos hace caso. Parece que hay que esperar a que la maten', explicaba un hermano de la agredida.

La familia de Guillermina no entiende c¨®mo su agresor ha sido liberado cuando hubo testigos de los hechos. Las primeras denuncias contra E. G. se interpusieron hace m¨¢s de un a?o y ha sido arrestado en seis ocasiones.

El supuesto agresor denunci¨® hace unos meses que hab¨ªa sido maniatado en su domicilio por un grupo de desconocidos, quienes adem¨¢s prendieron fuego a la casa, dej¨¢ndolo en su interior. Seg¨²n la polic¨ªa, este hecho fue simulado por ¨¦l mismo, fruto de sus desavenencias conyugales a ra¨ªz de disputas por varias propiedades.

Adri¨¢n Buend¨ªa, hermano de la v¨ªctima, afirm¨® adem¨¢s que el hecho de que el agresor sea de origen marroqu¨ª ha hecho que 'los nervios en El Ejido est¨¦n a flor de piel'.