La Caixa crear¨¢ 2.384 puestos de trabajo fijos en dos a?os convirtiendo el 80% de sus temporales
La Caixa y los sindicatos han alcanzado un acuerdo laboral mediante el cual pasara a fijo el 80% de los trabajadores que actualmente tienen contratos temporales. Ello supondr¨¢ la creaci¨®n de 2.384 nuevos puestos de trabajo entre este a?o y el pr¨®ximo. Este acuerdo prorroga otros pactos similares anteriores, como los que se formalizaron en 1997, gracias a los cuales la entidad ha creado 3.160 puestos de trabajo nuevos. Las restantes cajas de ahorro catalanas siguen pol¨ªticas de empleo similares y han creado cerca de 1.500 empleos en los ¨²ltimos tres a?os.
El acuerdo prev¨¦ que este mismo a?o el 80% de los 1.400 trabajadores temporales de La Caixa (1.120 exactamente) pasar¨¢ a ser fijo; y a este total se a?adir¨¢n otros 1.264 empleos indefinidos, correspondientes al 80% de los temporales previstos para el pr¨®ximo a?o (1.580).
Los puestos fijos que La Caixa tiene previsto crear en dos a?os ascienden en total a 2.384. Este empleo se sumar¨¢ a los 3.160 puestos que tienen contrato indefinido creados por la entidad en los ¨²ltimos tres a?os. Tras la firma del acuerdo, La Caixa y los representantes sindicales de la plantilla precsiaron ayer por medio de una nota oficial que se mantendr¨¢ esta pol¨ªtica siempre que no se interrumpa 'el proceso de expansi¨®n de oficinas'.
En conjunto, el sector del ahorro catal¨¢n viene desarrollando en los ¨²ltimos a?os una clara pol¨ªtica de creaci¨®n de empleo, hasta situar su tasa de precariedad en el 10%, la m¨¢s baja del mercado laboral espa?ol, cuya media est¨¢ en el 35%. En opini¨®n de Joan Sierra, secretario de la Federaci¨®n de Ahorro de CC OO de Catalu?a, este logro se basa en dos datos: la prolongaci¨®n desde tres a nueve meses de los periodos de prueba para nuevos contratos y las aplicaciones en el sector de la reforma laboral de 1997.
Una de las primeras concreciones de aquel acuerdo se produjo en Caixa Catalunya con la conversi¨®n de unos 500 empleados temporales. A esta misma experiencia se sumaron las cajas de Terrassa y Sabadell, que consiguieron crear por la misma v¨ªa 150 empleos fijos cada una de ellas.
Posteriormente se incorpor¨® con ¨¦xito al resto del ahorro catal¨¢n con registros especialmente brillantes en el caso de entidades muy enraizadas aunque de peque?o volumen, como Caixa de Girona, que ha reconvertido 50 trabajadores temporales en fijos, frente a una plantilla global de unos 700 empleados. En el mismo pelda?o cabe situar la experiencia m¨¢s reciente de Caixa de Manlleu, que ha pasado a fijos unos 30 empleados sobre una plantilla de algo m¨¢s de 300 personas, lo cual equivale a un incremento del 3%.
El sector del ahorro en Catalu?a, que tiene 22.000 trabajadores, registra una pir¨¢mide de poblaci¨®n laboral marcada por la posici¨®n de dominio de La Caixa, con una plantilla de 8.900 empleados sobre el territorio catal¨¢n y otros tantos en las sucursales extendidas por el resto de Espa?a. La precariedad del sector sigue una progresi¨®n inversamente proporcional al volumen de la entidad de ahorro y es mayor, b¨¢sicamente, en las sucursales que se hallan fuera del ¨¢mbito comarcal de cada caja. Este es el caso de las nuevas oficinas abiertas en Lleida por Caixa del Pened¨¨s.
Por otra parte, empiezan a tener peso las cajas de ahorro del resto de Espa?a con implantaci¨®n en Catalu?a. En dichas entidades, el empleo registra un ¨ªndice de cobertura similar a las catalanas pero con mayor temporalidad. Caja Madrid, por ejemplo, cuenta en Catalu?a con unos 1.000 empleados, buena parte de los cuales integraban la antigua red de la Banca Jover y consolidaron sus condiciones laborales.
Por su parte, Caixa de Galicia tiene unos 200 empleados despu¨¦s de haber adquirido una parte de la red del Banco Urquijo y la Banque National de Paris (BNP), como consecuencia de que esta ¨²ltima haya abandonado su apuesta por el mercado espa?ol. Dos entidades de ahorro valencianas, Bancaixa y Caja del Mediterr¨¢neo, tienen plantillas de 250 y 425 empleados tras adquirir el Sindibank, la primera, y el San Paolo de Tur¨ªn, la segunda.
Finalmente, cabe destacar el caso de Ibercaja, que cuenta con una plantilla de 270 trabajadores, cuyo 50% proviene de la adquisici¨®n de la Caja Rural de Lleida.
Catalu?a todav¨ªa no es Holanda
La conversi¨®n de contratos temporales en fijos renueva el debate sobre la estabilidad del empleo. Inmersos en el clima del cambio de ciclo, y tras varios a?os de bonanza ininterrumpida, los sindicatos prefieren la cara amable de las cifras. CC OO vierte en sus estad¨ªsticas oficiales que en el a?o 2000 se han creado 263.000 contratos fijos, pero no especifica si se trata de conversiones de contratos precarios o si son nuevos. Puede matizarse que se trata efectivamente de 263.000 contratos, pero en ning¨²n caso de empleo neto. Sobre este mismo total de contratos indefinidos, CC OO destaca la existencia de 52.079 contratos fijos a tiempo parcial, es decir, casi el 20%. Ello le permite razonar que el tiempo parcial se 'desarrolla razonablemente bien', en opini¨®n del portavoz de la CONC. Este ¨²ltimo argumento del sindicato debe confrontarse con una sola magnitud: en Catalu?a existen hoy 415.907 contratos a tiempo parcial, la mayor parte de los cuales son temporales. El Instituto Nacional de Estad¨ªstica (INE) arroja este balance incontestable: el 87,5% de los contratos a tiempo parcial son temporales y el 12,5%, fijos. Por tanto, se revela incuestionable que la aplicaci¨®n de esta modalidad ha convertido el empleo en m¨¢s precario y ha incrementado la temporalidad. No parece discutible la escasa eficacia -en el terreno pr¨¢ctico, no en el te¨®rico- demostrada por el tiempo parcial, nacido, en medio grandes fanfarrias, hace exactamente tres a?os y a la sombra de la reforma laboral efectuada por el Gobierno conservador presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Espa?a no es Holanda (40% de tiempo parcial) y, a la vista de los datos, a Catalu?a le falta todav¨ªa bastante. Otra cosa es que los sindicatos no se bajen del tiempo parcial indefinido en la reforma prevista pra el pr¨®ximo mes de marzo.
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