El Museo Barbier-Mueller recupera p¨²blico con 'Artes de Am¨¦rica Central'
Se ha triplicado el n¨²mero de visitantes que en los d¨ªas laborables decidieron asistir al museo de arte precolombino Barbier-Mueller desde que a finales del pasado noviembre se inaugur¨® la exposici¨®n Artes de los pueblos precolombinos de Am¨¦rica Central. De 25 visitantes, en los d¨ªas m¨¢s aciagos de los ¨²ltimos meses, se ha pasado a 90 e incluso en ocasiones se ha superado el centenar de personas. Este incremento viene precedido de un a?o en el que la asistencia hab¨ªa descendido con respecto a otros anteriores.
Inaugurado en 1997, en los tres primeros a?os de existencia del museo se hab¨ªa conseguido un promedio de 20.000 visitantes anuales, contando con el impacto positivo de p¨²blico que supuso su primera temporada. En el a?o 2000, la cifra descendi¨® hasta los 17.000. 'La evaluaci¨®n del descenso del pasado a?o es s¨®lo negativa en parte ya que hemos estado centrados en la organizaci¨®n de esta exposici¨®n, que de hecho es la primera que organizamos', explic¨® Anna Casas, directora del museo. Con anterioridad se hab¨ªan realizado peque?as exhibiciones que no hab¨ªan obligado, como en el caso de Artes de Am¨¦rica Central, a retirar una gran parte de la colecci¨®n permanente del museo.
El descenso de visitantes hab¨ªa comportado que se especulara sobre la posibilidad de que el coleccionista suizo Jean-Paul Barbier, propietario de la colecci¨®n, no renovara el acuerdo de cesi¨®n con el Ayuntamiento de Barcelona, que expira en 2001, supuesto que ha sido desmentido por el propio Barbier, cuya voluntad es que su colecci¨®n siga ocupando el antiguo Palau Nadal de la calle de Montcada.
Esta es la primera configuraci¨®n conjunta de las piezas que componen Artes de Am¨¦rica Central. El discurso que plantea la exposici¨®n pretende destacar el trabajo en piedra y en cer¨¢mica, as¨ª como la pintura sobre cer¨¢mica que se dio en la Am¨¦rica Central precolombina, en los territorios actualmente segmentados por los pa¨ªses de Nicaragua, Costa Rica y Panam¨¢. En la zona del istmo americano conflu¨ªan dos tradiciones artesanales, la que trabajaba el jade, que proced¨ªa de las culturas mayas del norte, y la del oro, cuyo origen era la zona andina. 'Aunque los objetos realizados con estos dos materiales desde la colonizaci¨®n han sido los que m¨¢s han interesado, hemos querido centrar la atenci¨®n en la elegancia con que trabajaban la piedra con formas que de lo representativo pasaron casi a la abstracci¨®n', explic¨® la directora del museo. En la exposici¨®n no s¨®lo pueden contemplarse objetos rituales, sino tambi¨¦n elementos de uso cotidiano. Un taz¨®n para tomar chocolate es una buena muestra.
De especial elegancia y belleza es una figura de guerrero realizada con basalto en la regi¨®n central de Costa Rica. Tambi¨¦n destaca un metate o piedra de moler, cuya decoraci¨®n geom¨¦trica est¨¢ realizada en la parte inferior, habitualmente fuera del alcance de la vista, o un jarr¨®n efigie de estilo Pataky Policromo, que otorga un aire antropom¨®rfico a la figura del jaguar, animal en el que los chamanes se convert¨ªan en determinadas ocasiones. Tambi¨¦n es relevante en la exposici¨®n contemplar los dibujos que realizaban sobre cer¨¢mica. En general, alud¨ªan a animales o a la energ¨ªa del agua. En total, se presentan unas 50 piezas.
El presupuesto de la exposici¨®n, incluyendo el cat¨¢logo, ha sido de 30 millones de pesetas; el 60% lo aporta el Ayuntamiento de Barcelona y el 40% restante, la Caja de Ahorros del Mediterr¨¢neo.
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