Sin novedad en Kosovo
Los soldados espa?oles destacados en la provincia yugoslava aseguran que la ¨²nica alarma procede de sus familias
'Me fastidia lo que est¨¢ pasando m¨¢s que nada por la familia. Por mucho que le digas a tu madre que no pasa nada no hay manera de convencerla, lo del uranio es el tema de conversaci¨®n de todas las llamadas'. La frase la pronuncia un soldado de Zamora destinado en Istok, la sede de las tropas espa?olas destacadas en Kosovo, pero podr¨ªan suscribirla los cerca de 1.100 hombres desplegados en la provincia yugoslava. Aunque la normalidad en las actividades diarias -vigilancia, patrullas, asistencia, etc¨¦tera- sigue siendo la t¨®nica, algunos reconocen cierta intranquilidad por las noticias llegadas desde Espa?a sobre la posible relaci¨®n de la muerte por leucemia de soldados destinados en Kosovo y el uranio empobrecido.
'Nos enteramos por lo que llega desde Espa?a, pero con la informaci¨®n que nos han dado estamos m¨¢s tranquilos, aunque siempre te queda esa cosilla de si ser¨¢ verdad o no', opina otro joven militar. La cosilla es lo que intenta clarificar el jefe accidental de la Agrupaci¨®n Arag¨®n, el teniente coronel Jos¨¦ Graells. 'Estamos realizando las operaciones habituales con total normalidad. La verdad es que han sido las propias familias las que han creado m¨¢s alarma con sus llamadas, ahora s¨®lo preguntan por el uranio y el fr¨ªo. Del uranio no hay rastro y sobre el fr¨ªo ya ve', dice se?alando al paisaje soleado con una temperatura m¨¢s que primaveral.
'Cuando en junio de 1999 entr¨® aqu¨ª la Legi¨®n, iba dotada de equipos NBQ ', a?ade el teniente coronel m¨¦dico Pascual Ruiz. 'Durante los tres primeros meses estuvieron tomando muestras cada semana, y durante los tres siguientes meses lo hicieron una vez al mes, y el resultado fue siempre el mismo. La zona espa?ola est¨¢ limpia y adem¨¢s de nuestros equipos NBQ la brigada italiana posee una unidad especial para ello'. Para el jefe m¨¦dico de la Agrupaci¨®n, si se hubiera detectado radiaci¨®n en la zona espa?ola 'no hay manera de ocultarlo, ya se habr¨ªa enterado todo el mundo'. Por si acaso, y desde el principio, el contingente espa?ol adopt¨® algunas medidas de precauci¨®n. As¨ª por ejemplo, el 95% de los alimentos que se consumen proceden directamente de Espa?a; del otro 5%, gran parte proviene de otros pa¨ªses. 'Aqu¨ª s¨®lo compramos alguna vez patatas', se?ala un subteniente. Todo el agua que se consume es embotellada (procede de Grecia) y no se permite la salida de los soldados para tomar algo fuera del recinto militar.
Seg¨²n el teniente coronel Ruiz, la patolog¨ªa que presentan las m¨¢s de 1.000 personas que la agrupaci¨®n espa?ola en Istok atiende cada mes 'es la de un pa¨ªs con un grave fallo en su estructura sanitaria y va a costar mucho tiempo organizarse'. Enfermedades provocadas por los par¨¢sitos, anemias y neumon¨ªas son las dolencias que m¨¢s abundan en la zona. 'Lo de la radiaci¨®n es mucho m¨¢s dif¨ªcil y m¨¢s a¨²n que un soldado espa?ol resulte afectado. En primer lugar, el Ej¨¦rcito espa?ol no posee munici¨®n con uranio empobrecido ni la ha manipulado; adem¨¢s esta zona no fue objetivo de ese tipo de bombardeos. El caso del soldado fallecido entra dentro de los par¨¢metros normales, adem¨¢s estaba destinado en una zona donde no hubo operaciones. Naturalmente comprendo a los familiares, sus dudas y que tienen que intentarlo todo, pero yo descartar¨ªa la relaci¨®n con el uranio'.
Para otros oficiales de las fuerzas espa?olas, todo esto podr¨ªa haberse evitado si los estadounidenses se hubieran abstenido de utilizar armamento con uranio empobrecido contra las tropas yugoslavas. 'Fue una machada de los americanos', apunta un capit¨¢n m¨¦dico. 'Razones pol¨ªticas aparte, lo cierto es que los que estaban en el suelo no ten¨ªan una capacidad de respuesta que justificara el uso de esas armas', a?ade. Este oficial opina que no deber¨ªa utilizarse armamento con uranio empobrecido en un territorio que, una vez finalizado el ataque, se piensa ocupar.
'Aqu¨ª no hay radiaci¨®n y nuestra primera preocupaci¨®n es tranquilizar a las familias. Se han vuelto a realizar mediciones y el resultado es siempre negativo', asegura el teniente coronel Graells. 'La verdad es que los soldados ya tienen bastante con dormir lo poco que duermen como para que ahora les vengan con esto', remata el jefe accidental de la Agrupaci¨®n Arag¨®n.
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